El transporte público ha dejado de tener prioridad en la calle más comercial de València en favor del vehículo privado. Desde este miércoles, la calle de Colón vuelve a contar con dos carriles de circulación para el vehículo privado y uno para los taxis y para los buses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), tres años después del revolucionario cambio implementado por el anterior Gobierno municipal de Compromís y el PSPV, cuando se dio prioridad al transporte público con un carril más ganado a los coches.
La vía, además, volverá a ser accesible para el vehículo privado desde la plaza de la Porta de la Mar, aunque esta conexión junto con la remodelación de las líneas de la EMT motivada por estos cambios, se hará efectiva a partir del 12 de diciembre. Con estas medidas, la alcaldesa de València, María José Catalá, vuelve a convertir la calle de Colón en una autopista urbana que, como ya sucedía anteriormente, podrá usar el vehículo privado como atajo para atravesar la ciudad. De hecho, antes de dar prioridad al transporte público cruzaban la calle Colón de media 19.500 vehículos privados al día, mientras ahora lo hacían tan solo 7.800.
Esta iniciativa, además, va en contra de los preceptos básicos de la Capitalidad Verde Europea y de lo que marca el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en 2013 con los votos a favor del grupo popular que dirigía con mayoría absoluta Rita Barberá, mientras el PSPV y Compromís se abstuvieron y Esquerra Unida votó en contra.
El documento propone una serie de medidas para ganar espacio peatonal en el centro histórico y para priorizar el transporte público en diferentes viales, entre ellos la calle de Colón.
Catalá se escudó este miércoles en que era un compromiso electoral y en que los cambios están consensuados con los comerciantes y con los vecinos. Sin embargo, los conductores de la EMT y los taxistas se han manifestado radicalmente en contra, así como los grupos de la oposición, Compromís y el PSPV.
En este sentido, la presidenta de la Asociación Vecinal Pla de Remei-Gran Vía, Sonia Ferrandis, aseguró que están “muy contentos con los cambios que se van a realizar” y añadió: “Sabemos que durante una semanas vamos a tener obras y remodelación en la calle de Colón, que va a causar problemas tanto a los peatones como al tráfico. Esperamos que terminen con tiempo suficiente para que no afecte a la campaña navideña. Pero de todas formas sabemos que son los daños colaterales para tener un acceso más cómodo al centro y poder compartir al centro con toda València y pueblos adyacentes”.
Compromís critica la vuelta de la doble fila y el PSPV la falta de informes
El concejal de Compromís, Giuseppe Grezzi, comprobó in situ este miércoles que la eliminación de un carril bus y de los separadores con tráfico privado empieza a generar problemas de aparcamiento en doble fila en el espacio para la EMT y los taxis, tal y como sucedía anteriormente.
Además advirtió que el tráfico de coches se incrementará exponencialmente hasta los 19.500 vehículos de media diaria que había antes de priorizar el transporte público, con los problemas de atascos, ruido y contaminación que conlleva.
La concejala socialista María Pérez exigió a María José Catalá que pida informes al servicio de Arqueología, al Ciclo Integral del Agua y otro de seguridad vial antes de perpetrar la “chapuza” que tiene prevista en la calle de Sant Vicent “por su empecinamiento en meter 600 autobuses más diarios en un entorno muy peatonalizado como el de la plaza de la Reina”.
“Las decisiones de movilidad se deben tomar con rigor y no como está haciendo el gobierno de Catalá en el centro de la ciudad, donde está actuando a golpe de improvisación, desoyendo las recomendaciones técnicas en contra y sin contar con todos los informes necesarios como el de arqueología, el Ciclo Integral del Agua y, por supuesto, de seguridad vial porque va a hacer pasar 600 autobuses más al día en una zona en la que el tráfico peatonal es especialmente intenso”, dijo.
Detalle de las novedades
Todos los cambios se llevarán a cabo a partir del 12 de diciembre, una vez finalicen las obras de saneamiento que se están ejecutando en la calle de San Vicente, entre las plazas del Ayuntamiento y de la Reina. La remodelación se líneas de la EMT ha encontrado reparos de los servicios del Ciclo Integral del Agua, de Circulación y del despacho Tomás Llavador Arquitectos, autor del proyecto de remodelación de la plaza de la Reina y del último tramo de la calle de la Pau, al considerar que podía dañar el nuevo pavimento instalado en esta vía.
Así, la calle de Colón por la que ahora circulan hasta nueve líneas se quedará con seis (8, 10, 28, 40, 71 y 81) y las grandes damnificadas serán la calle de la Paz, que pasará de las cuatro líneas actuales a tener nueve (C1, 4, 6, 11, 16, 26, 31, 32, y 70) y el eje de la calle de Sant Vicent y la mitad norte de la plaza del Ayuntamiento por la que hasta ahora solo discurría la C1 pasará a contar con cinco líneas (C1, 4, 11, 31, 32 y 70), lo que según Compromís implicará el paso de unos 600 autobuses al día. Para ello, se habilitará una nueva parada en la plaza del Ayuntamiento.
Con esta decisión, además, queda descartada la peatonalización completa del itinerario entre la plaza de la Reina, calle de San Vicente y plaza del Ayuntamiento reivindicada por el despacho de arquitectos de Miguel del Rey, vencedor del concurso de ideas para remodelar todo el enclave.
La reorganización permitirá ir desde la calle Lauria a la calle Las Barcas, con el objetivo de reorganizar el tráfico. Así, se invierte el sentido de circulación de la calle Pérez Pujol, entre las calles Roger de Lauria y Correos, de manera que se pueda realizar el acceso a ella desde la calle de Roger de Lauria en dirección a la calle de las Barcas.