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Las entidades LGTB+ abandonan los Gay Games por las políticas del PP y Vox, aunque la organización mantiene el evento en València

Momento de la elección de València como sede de los Gay Games.

Carlos Navarro Castelló

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La Fundació València Diversitat (FVD), junto con sus entidades miembros, Col·lectiu LGTB+ per la diversitat sexual, de gènere i familiar Lambda, Asociación de empresas y profesionales para lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de la Comunitat Valènciana (Avegal) y Club Esportiu LGTBI+ Dracs València (Dracs), anunciaron este lunes su retirada definitiva del proyecto Gay Games València 2026.

Las entidades explicaron que esta decisión se toma “como única respuesta posible tras el secuestro de la organización del proyecto por parte del Ayuntamiento de València y la Generalitat Valenciana, gobernados por el Partido Popular y Vox”.

Durante los últimos cuatro años, “la FVD y sus organizaciones miembros han trabajado incansablemente junto a la Federación de Gay Games, para organizar un evento inclusivo, diverso y respetuoso con los valores y derechos de la comunidad LGTBIQ+ y demás colectivos en riesgo de exclusión”. Sin embargo, “el cambio en el panorama político tras las elecciones de 2023 ha puesto en peligro estos principios fundamentales”, explicaron.

La estructura original de gestión de los Gay Games 2026, liderada inicialmente por las entidades LGTBIQ+, con la colaboración y soporte de las administraciones valencianas, ha sido sustituida por un comité organizador creado expresamente por el actual gobierno del Ayuntamiento de València: “Legalmente, esta nueva estructura permite al Ayuntamiento mantener un férreo control sobre cualquier aspecto del torneo, sin obligarse a tener en cuenta la opinión o voto del resto de miembros del comité. Ello ha llevado a las entidades a temer que no se respetarán aspectos irrenunciables del proyecto original, poniendo en riesgo la integridad del evento, motivo por el que se han visto obligadas a abandonar el proyecto de forma definitiva”.

Además, las entidades destacaron que “con tan sólo un tercio del peso de los votos, pero toda la responsabilidad en la ejecución del proyecto, de aceptar la estructura impuesta desde el Ayuntamiento gobernado por María José Catalá, las entidades LGTBIQ+ se verían obligadas a cargar con las posibles consecuencias fiscales, penales y legales de las decisiones tomadas por PP y Vox”.

La salida del proyecto por parte de las entidades sociales y del empresariado LGTBIQ+ implica que “a día de hoy ninguna organización LGTBIQ+ respalda este evento”. De continuar adelante con los Gay Games 2026 en València, estos se desarrollarían sin el apoyo del colectivo, en lo que supondría “un gran descrédito, no sólo para la competición en sí misma, sino también para su entidad licitadora, la Federación de Gay Games”, comentaron.

“No resultaría ético ni viable continuar adelante con unos Gay Games sin contar con el apoyo ni la participación del propio colectivo, en un caso absurdo de ‘Todo para el pueblo, pero sin el pueblo’”, aseguraron desde la FVD.

Esta decisión se enmarca también dentro del actual panorama social, “con el avance de la ultraderecha en buena parte de Europa y la cercanía de las próximas elecciones europeas, y como respuesta a las políticas de recorte y ataques a los derechos LGTBIQ+ del actual gobierno de PP y Vox en la ciudad y Comunitat Valenciana”.

En este sentido, las organizaciones enumeraron “la retirada de libros infantiles, películas y obras de teatro que abordan realidades LGTBIQ+, o el recorte en campañas y servicios de asistencia a personas LGTBIQ+”, a las que se han unido recientemente las “amenazas y ataques directos a entidades de este colectivo”, como Lambda quien, junto a Avegal, recientemente denunciaba el intento por parte del Ayuntamiento de controlar y politizar la marcha del Orgullo, como una maniobra de pinkwashing o blanqueo de sus políticas en contra del colectivo. De esta forma, “Lambda y otras organizaciones también censuraron la usurpación de puestos en los Consejos consultivos LGTBIQ+ y Trans de la Comunitat Valenciana por parte de cargos políticos del PP, en contra de sus propios estatutos, llegándose al sinsentido de designar a un alcalde de dicho partido como representante trans en el consejo autonómico”.

Por todos estos motivos, la FVD, Lambda, Avegal y Dracs, señalaron que su decisión de retirarse definitivamente de la organización de los Gay Games València 2026 es una medida “necesaria y la única responsable para proteger el proyecto original de los Gay Games València 2026, así como los derechos y la dignidad de las personas y comunidad LGTBIQ+”.

Así se lo trasladaron a la Federación de Gay Games, aclarando que “la FVD no se opone a los Gay Games 2026 en sí mismos, sino a su celebración en la ciudad de València bajo las condiciones actuales”. De hecho, la FVD quiso reafirmar su apoyo pleno a la posibilidad de trasladar el evento “a cualquier otra ciudad más respetuosa con los derechos LGTBIQ+, como pudiera ser Múnich, que en su momento ya se presentó como candidata y ha mostrado interés en acoger los juegos”.

En caso de que la Federación de Gay Games decidiera finalmente mantener València como sede de los Gay Games 2026, la FVD anunció que “lamentablemente” se verá obligada a “oponerse firmemente al proyecto y llamar al boicot del evento a nivel local, nacional e internacional, teniendo la certeza de que contará con la comprensión y apoyo de múltiples entidades y organizaciones amigas, así como de la sociedad en genera”.

Al respecto, desde el Ayuntamiento de Valencia respetaron la decisión de los colectivos al tiempo que recordaron que la organización corresponde a la Federación Internacional de los Gay Games, la cual de momento mantiene València como ciudad en la que se organiza los Gay Games en 2026. Además lamentaron su retirada del Comité Organizador y la llamada al boicot si se celebran los Gay Games.

La Federación mantiene su apuesta por València

Tras el anuncio de las entidades LGTBIQ+, la Federación Internacional de los Gay Games (FGG) mantuvo una reunión para analizar la situación. Tras ella, se emitió un comunicado oficial por medio del cual se reconoce la labor de estos colectivos, pero se mantiene la apuesta por València como sede del evento, al tiempo que se desmienten algunas de sus afirmaciones.

En concreto, según la Federación, “las entidades LGBTQ+ locales han afirmado que, según la propuesta de acuerdo, se verían obligadas a soportar las posibles consecuencias fiscales, penales y legales de las decisiones tomadas por PP y VOX; esto es incorrecto y no tiene fundamento, en ninguna parte de nuestro acuerdo se responsabiliza a las entidades locales de las decisiones tomadas por el Gobierno local, y negociamos activamente el establecimiento de un nuevo comité de finanzas para evitar tales consecuencias”.

El comunicado añade: “La FGG ha consultado varias veces con las entidades LGBTQ+ locales y luego ha negociado una estructura organizativa justa y adecuada, y garantías sobre la financiación y el funcionamiento del evento. Lamentablemente estas negociaciones no se han considerado suficientes para las entidades LGBTQ+ locales y por eso han decidido retirarse de la organización de los Gay Games”.

Sobre los recortes e injerencias del PP y de Vox denunciados por las entidades valencianas, la Federación afirma que no puede validar ni comentar ninguno de estos incidentes, pero se muestran “profundamente conscientes de la continua erosión de los derechos y la financiación LGBTQ+ que está ocurriendo en todo el mundo, particularmente como resultado del creciente apoyo a los gobiernos de derecha”.

Pese a todo, consideran que deben mantener su apuesta por València con el siguiente argumento: “Creemos que es esencial que la comunidad LGBTQ+ sea visible con orgullo en todo el mundo. Nuestra visibilidad resalta las luchas que enfrentamos y arroja luz sobre las necesidades de nuestra comunidad, especialmente donde carecemos de derechos y respeto. Queremos que los Gay Games sean un faro de luz para la comunidad LGBTQ+, un lugar donde cada miembro de nuestra comunidad pueda encontrar un espacio seguro e inclusivo para ser auténtico, y esto es aún más necesario en países o comunidades que carecen de LGBTQ+ derechos. Como comunidad tenemos la responsabilidad de ser visibles ante la adversidad”.

Por este motivo, decidieron seguir organizando los Gay Games sin el apoyo de estas cuatro entidades LGBTQ+ locales: “Queremos asegurar a todos los interesados que los Gay Games de València se desarrollarán según lo previsto. Creemos firmemente que València es la ciudad anfitriona ideal para nuestros juegos y confiamos en la colaboración continua con el Ayuntamiento de València para ofrecer un evento exitoso y memorable”.

Críticas de Compromís y PSPV

La concejala de Compromís Luisa Notario comentó que “es absolutamente vergonzoso y lamentable que València vaya a celebrar los Gay Games sin la participación y la implicación de las entidades LGTBIQ+ de la ciudad y por tanto de espaldas al colectivo; el gobierno de la señora Catalá, en su obsesión para controlar y capitalizar políticamente todo aquello relacionado con la diversidad, se ha quedado a solas en la organización de los Gay Games”.

Para Notario, “el comunicado que hoy lanzan las entidades anunciando su retirada definitiva demuestra que tenemos un gobierno liderado por una alcaldesa que de manera interesada solo utiliza la realidad LGTBI para blanquear su LGTBIfòbia” y añadió que “no ha entendido que estos juegos suponían una buena oportunidad para mostrar el compromiso de la ciudad con los derechos y la igualdad de las personas LGTBIQ+ en el marco del deporte pero, una vez más, la señora Català solo ve este acontecimiento en términos económicos”.

El concejal socialista Javier Mateo denunció que “los reiterados ataques del gobierno de Catalá a las entidades LGTBI, su intento de invisibilizar el Orgullo y el afán por apropiarse del control de los Gay Games han provocado el portazo del colectivo a seguir colaborando en este evento deportivo internacional de la diversidad que València debería albergar en 2026”.

Mateo incidió en que una de las características de este evento era que debía ser liderado por los colectivos LGTBI a través de un convenio con el Ayuntamiento y así se trabajó durante el gobierno progresista de la mano de los socialistas en la Concejalía de Deportes. “Sin embargo, ahora con Catalá el Ayuntamiento pretende organizar un evento del colectivo LGTBI, pero sin el colectivo LGTBI. Un sinsentido que no es más que otro ataque del gobierno de María José Catalá a las personas del colectivo”, dijo.

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