La nueva alcaldesa de València del PP elimina los 'bautizos civiles' implantados por Ribó hace mes y medio
València saltó a la esfera mediática nacional el pasado 8 de mayo por la celebración de su primera bienvenida a la ciudadanía, una suerte de 'bautizo civil' con el objetivo de ampliar los derechos a todas aquellas personas no creyentes de forma que puedan realizar algún tipo de acto con motivo del nacimiento de un hijo, teniendo en cuenta que en la ciudad el 37% de los residentes se consideran ateos, agnósticos o laicos.
Aquel día, al son de 'La vida es bella' interpretada por su tío al violín en el palacete de los Jardines de Monforte, València dio la bienvenida este lunes a Roc, un bebé valenciano de dos meses al que se brindó la primera ceremonia civil, alternativa a los bautizos, que organiza la ciudad.
Sin embargo, la nueva alcaldesa de València del PP, María José Catalá, ha decidido eliminar este tipo de actos una vez se realicen los que ya están agendados y comprometidos, en total siete.
El portavoz municipal del PP, Juan Carlos Caballero, ha explicado al respecto que “son actos meramente protocolarios que no tienen ningún efecto jurídico y que además son servicios de prestación no obligatoria por la administración municipal”.
Caballero ha comentado que la medida va a afectar a las nuevas solicitudes que se reciban a partir de ahora, las cuales ya no se atenderán, pero sí que se llevarán a cabo las siete que ya están previstas: “No existe una demanda real y los recursos municipales deben centrarse en las competencias que tiene atribuidas legalmente y que muchas de ellas se han visto abandonadas por parte del anterior equipo de Gobierno. No puede ser que destinemos recursos en estas ceremonias cuando se ha tardado una legislatura en adjudicar el contrato de limpieza o de aprobar reconocimientos de crédito de asuntos que nos había dejado el anterior equipo”.
Lo cierto es que nada tiene que ver la celebración de estos actos con otras tramitaciones que llevan servicios municipales diferentes, unas celebraciones que además, según afirman desde el equipo del exalcalde, Joan Ribó, no tenían ningún tipo de coste económico adicional para las arcas públicas.
Tampoco afecta el desarrollo de estas ceremonias que se realizan los lunes con las bodas civiles, que se desarrollan el resto de días de la semana.
Ribó, al respecto, se ha pronunciado en sus redes sociales: “Otra medida sectaria de Catalá hacia quienes no piensan cómo ella. Esta ceremonia es una bienvenida a la ciudadanía y un reconocimiento de derechos. El mismo PP lo instauró a Madrid en 2009. Pero su sectarismo es tan grande que aquello que vale para Madrid no vale para València”, ha lamentado el exalcalde.
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