La operación Parque Central para hacer subterráneos los accesos ferroviarios a València, el túnel de Serreria o en su momento el soterramiento del metro en Benimàmet. Son proyectos emblemáticos en los que València lleva años trabajando e invirtiendo millones de euros enfocados a eliminar barreras para coser barrios históricamente divididos por infraestructuras pesadas y peligrosas.
Paradójicamente, en el Marítimo se hizo justo lo contrario en la etapa del PP al frente del Ayuntamiento de València, con Rita Barberá como alcaldesa, y de la Generalitat Valenciana, con Francisco Camps como presidente.
Y es que, la construcción del circuito urbano de Fórmula 1 entre los años 2007 y 2008, en el que se invirtieron 89,7 millones de euros y que ha acabado por convertirse en un muro entre los barrios de El Grau y de Natzaret. En todo este entorno, 9 años después de las carreras, el trazado y los terrenos que forman parte del Programa de Actuación Integrada (PAI) de El Grau siguen vallados e inaccesibles, degradando todo el entorno y obligando a los vecinos de ambos barrios a dar enormes rodeos para comunicarse.
Con todo, el Ayuntamiento de València ultima en estos momentos las obras de urbanización del plan del Camí Fondo del Grau. En concreto, se trata de la zona que queda entre el trazado y las naves de Joan Verdeguer en la que se ubica, por ejemplo, el Colegio San José de Calasanz o el cementerio del barrio, en la que los vecinos denunciaban desde que finalizaron las carreras de Fórmula 1 en 2012 problemas de salubridad por la existencia de solares repletos de basura y escombros.
La concejalía de Desarrollo Urbano, que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez inició hace un año los trabajos que concluirán el mes que viene. El PAI cuenta con una superficie de 47.515 metros cuadrados y un suelo dotacional público de 37.713 metros cuadrados. A zonas verdes corresponden 7.083 metros cuadrados y a equipamientos, 12.539. Se prevé la construcción de hasta 530 viviendas nuevas.
Además, contempla un proyecto que se llevará a cabo en el solar municipal ubicado junto a la Harinera y que vincula el alquiler de viviendas asequibles con iniciativas y becas de emprendimiento e investigación, tal y como anunció en su momento la vicealcaldesa Gómez.
Aunque cuando el PP aprobó el PAI en el año 2004 no existía una obligación legal de reservar vivienda protegida, fuentes de Desarrollo Urbano han comentado que en virtud de un convenio se ha conseguida la cesión de una parcela de 505 metros cuadrados de suelo en la que se podrán construir unas 55 viviendas y bajos comerciales públicos.
El vicepresidente de la asociación vecinal Grau-Port y portavoz de la Plataforma Litoral per al Poble, Vicent Martínez, se muestra satisfecho con las obras realizadas: “Era algo que esperábamos desde hace mucho tiempo por la suciedad e inseguridad que generaba la situación de abandono de la zona, incluso se hicieron movilizaciones de protesta y se obtuvo una respuesta favorable a nuestra reivindicación del Defensor del Pueblo”.
Sin embargo, Martínez comenta que echa en falta “una conexión directa con el barrio de Natzaret a través de los terrenos del PAI de El Grau mediante el Cuc de Llum, el puente peatonal que se hizo con motivo de la Fórmula 1 para salvar el cauce el río y que hace unos años se reabrió, pero que tiene escasa uilidad para comunicar los barrios porque está por el medio la muralla del circuito urbano vallado”.
La pasarela se construyó para comunicar las gradas del circuito urbano con un coste de dos millones de euros y estuvo cerrada y en estado de ruina desde el año 2012 hasta 2017, cuando se rehabilitó y se volvió a abrir al uso ciudadano.