El alcalde de València, Joan Ribó, anunció este jueves que el Valencia CF ha presentado al Ayuntamiento un anteproyecto del polideportivo de Benicalap comprometido dentro de toda la operación urbanística recogida en la Actución Territorial Estratégica (ATE) que caduca a mediados del mes que viene.
Ribó afirmó que técnicos de alcaldía llevan meses en conversaciones con ejecutivos del club y añadió que si bien el fondo de la cuestión está en el reinicio de las obras del nuevo estadio, cuyas obras llevan 12 años paradas, “este es un paso en la buena dirección”.
Sin embargo, fuentes de alcaldía han asegurado a elDiario.es que la consecución del polideportivo no es suficiente para que el Ayuntamiento se replantee solicitar la nulidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) el próximo 15 de mayo y que para que este trámite no se produzca el club debe dar pasos decididos con el objetivo reactivar la licencia de obras para finalizar por fin el coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas.
Así pues, no estarían tan alejadas como pareció en un primer momento las posturas de Ribó, de Compromís, y de la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez, quien también insistió este jueves en que la condición para que la ATE no decaiga es que se retomen los trabajos del nuevo Mestalla.
Gómez, además, aseguró que nadie del club se ha dirigido a la Concejalía de Urbanismo de la que es responsable para hablar de los permisos de obras y añadió que tanto ella como el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, trabajan en alternativas para acabar el estadio independientemente de lo que haga Meriton Holdings, empresa del magnate Peter Lim que aglutina la mayoría accionarial del club.
Al respecto, fuentes de presidencia de la Generalitat afirmaron este jueves que están abiertos a estudiar posibilidades en este sentido y que desde la entidad deportiva no se ha producido ningún tipo de acercamiento con Puig ni con su entorno.
Con el movimiento del polideportivo, un ateproyecto que según fuentes socialistas ya hace un año que se trasladó el Ayuntamiento, el club valencianista trata a la desesperada de conseguir que las autoridades, tanto municipales como autonómicas, no soliciten el próximo 15 de mayo la nulidad de la ATE, lo que implicaría como mínimo la pérdida de 40.000 metros cuadrados de suelo terciario en la parcela de la avenida de Aragón, lo que traducido a euros supone entre 15 y 25 millones de euros.
Desde la Concejalía de Desarrollo Urbano, cartera que gestiona Gómez, aseguran que nadie del club se ha drigido a ellos para reactivar la licencia de obras y que es de esta cuestión de la que depende que se pida la nulidad de la ATE, puesto que el polideportivo es una obligación importante del docuemento, pero no la principal que es acabar el nuevo estadio. Así pues, los próximos 30 días se antojan fundamentales para determinar el futuro de la ATE.
El documento urbanístico establece que el nuevo estadio debe estar finalizado en mayo de 2021, un plazo ya de por sí imposible de cumplir, y el viejo Mestalla derribado como fecha límite en 2023, puesto que entre ese año y 2025 deben estar ejecutados los edificios de viviendas en la parcela de la avenida de Aragón.