El Ayuntamiento de València pondrá en marcha un nuevo servicio de atención a la enfermedad mental en 2023, incrementará la plantilla de bienestar social en 291 profesionales de aquí a 2024 y duplicará la cuantía destinada al equipo específico para la infancia y adolescencia.
Esto gracias al contrato programa suscrito con la Generalitat por el que el consistorio recibirá 82,4 millones de euros hasta 2024 y que permitirá reforzar los recursos dirigidos a personas mayores, familia, el colectivo LGBTI o migrantes, entre otros. El alcalde, Joan Ribó, presentó este miércoles el plan en el Salón de Cristal, junto con la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra. El primer edil subrayó que “la inclusión social es un derecho de todos y todas y lo tenemos que conseguir entre todos y todas”.
El alcalde, que estuvo acompañado de la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, y otros miembros del equipo de gobierno, anunció la creación del Servicio de Atención y Asesoramiento para la Enfermedad Mental, “totalmente nuevo”, previsto para 2023.
El objetivo, expuso Ribó, es facilitar a las personas destinatarias una atención diurna de apoyo psicosocial y acciones de seguimiento “para que puedan conseguir, dentro de sus posibilidades, su integración social y laboral y la máxima calidad de vida”. El máximo responsable de la ciudad señaló que “las personas con trastorno mental han formado parte históricamente de los grupos sociales más desfavorecidos y olvidados” y “la pandemia ha evidenciado la necesidad de implementar nuevos servicios para mejorar nuestra salud mental”.
Asimismo, el alcalde remarcó “el importante incremento de recursos humanos” que implica el convenio con la administración autonómica. La plantilla de bienestar social aumentará en 291 profesionales, repartidos entre las categorías de asesores jurídicos, psicólogos, trabajadores y educadoras sociales, técnicos de integración social y auxiliares administrativos, “contribuyendo a la mejora de la relación interpersonal de los profesionales de servicios sociales con las personas usuarias, a las que se sitúa en el centro de la atención”.
Otro recurso reforzado con este plan es el Equipo Específico de Atención a la Infancia y Adolescencia, dedicado a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, riesgo, desamparo o con medidas jurídicas de protección, así como a las familias de acogida. Ribó recalcó que a partir de 2022 “prácticamente duplica la cuantía” respecto a 2019 y 2020, lo que “permitirá disponer de equipos de carácter interdisciplinario más completos y mejorar la ratio de atención por profesional”.
Igualmente, los cuatro centros de día municipales para personas mayores empezarán a obtener financiación autonómica, que hasta el momento no tenían. Por otro lado, se elaborará un Diagnóstico sobre las realidades de la población LGTBI en la ciudad de València y un Plan para la Diversidad Sexual y de Género, denominado DIVERSIA, en el que ya se está trabajando. También se impulsarán consejos locales y zonales de inclusión y derechos sociales, “una vez que se publique el decreto que establece los modelos de procesos participativos en materia de servicios sociales”.
Pla plurianual
Durante la presentación, el alcalde explicó que hasta el año pasado la financiación autonómica para servicios sociales se instrumentaba mediante una subvención nominativa anual al Ayuntamiento, mientras que ahora se hace a través de un plan plurianual, que abarca los ejercicios 2021-2024. La máxima autoridad de la ciudad detalló que en 2015 la aportación de la Generalitat fue de 5,3 millones de euros, que fue incrementándose hasta alcanzar los 13,7 millones de euros en 2020.
Con el contrato programa, apuntó Ribó, el Consistorio aporta cinco millones de euros y percibirá de la administración autonómica, hasta el 2024, un total de 82,4 millones de euros repartidos en cuatro anualidades: 18,97 millones de euros en 2021; 21,06 millones de euros en 2022 y 2023, y 21,6 millones de euros en 2024. “Significa multiplicar por casi cuatro lo que nos encontramos en 2015”, remarcó.
En ese sentido, la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, incidió en que el plan plurianual persigue “la estabilidad de la financiación” y “unos servicios sociales dignos y profesionales, bien dotados de recursos humanos y materiales y al servicio de las personas”. Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, lo ha calificado como el “medio para posibilitar una revolución muy importante, la de la construcción de un sistema universal de servicios sociales sin precedentes”.
Servicios sociales inclusivos
La vicepresidenta se refirió como “la piedra angular” del actual Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales a la Ley de Servicios Sociales Inclusivos “que ha dejado atrás las políticas basadas en el asistencialismo, la mirada caritativa y paternalista y, a veces, también clientelista”.
Esta ley, aseguró, es el instrumento jurídico que “blinda” los derechos sociales de la ciudadanía valenciana, que planifica, ordena y corrige “la gestión del pasado con un cambio de paradigma hacia el sistema público digno, dejando a un lado el mercantilismo, y hacia el municipalismo”.
Ha sido el desarrollo de esta ley la que ha permitido poner en funcionamiento instrumentos esenciales como, por ejemplo, el contrato-programa, que protege las plantillas de los servicios sociales de atención primaria con la financiación de los respectivos equipos profesionales.
Por eso, finalizó la vicepresidenta, “era tan importante poner orden a esta situación y garantizar la estabilidad y la continuidad del personal, con la tranquilidad necesaria para ejercer con profesionalidad su tarea”.