El número 1 de UPyD en la Comunitat Valenciana ha dimitido de su cargo en el partido por sus desavenencias con Rosa Díez y Toni Cantó, diputado en el Congreso por Valencia y candidato, elegido en primarias, a la presidencia de la Generalitat Valenciana.
“Lo que he visto no me gustado nada”, ha dicho Marí, que ha anunciado su dimisión en un hotel, lejos de la sede del partido. UPyD, que no entraría en las Corts Valencianes según los sondeos, está atravesando una grave crisis en la Comunitat Valenciana.
La cúpula de Castellón ha dimitido y hay abandonos de militantes en varias agrupaciones. La crisis interna, visualizada en la reciente dimisión del eurodiputado Sosa Wagner por sus discrepancias con la dirección en torno a a la alianza con Ciudadanos, ha estallado con dureza.
“Abandono el proyecto de UPyD”, ha dicho Marí, que apostaba, como Sosa Wagner, por el acercamiento a Ciudadanos. Su “salida ha sido un despropósito. Ha habido falta de corrección y educación por parte de la dirección, malos gestos”, ha explicado.
“He trabajado mucho, sin descanso. Me encantaba el manifiesto fundacional pero luego lo que he visto no me ha gustado tanto”, asegura Marí, que fue elegido en febrero como líder autonómico del partido tras vencer a la lista apoyada por Cantó. Ocho meses después, y a siete de las elecciones autonómicas, UPyD se queda sin cabeza visible. Los afiliados votarán por su sustituto en tres días, el 25 de octubre.