Valencianos con Michelin
Los que me conocen saben de mi afición por la gastronomía, un sector en alza desde que en 1999 Ferran Adrià apareciera en la portada de El País Semanal. Aunque ya hacía dos años que El Bulli había obtenido las tres estrellas Michelin. Recuerdo la entrevista que le hizo el gran Feliciano Fidalgo en su “Luz de gas” en 1994. ¿Primero fue el huevo o la gallina? era el titular. Le pregunta: “Hace cosa de horas le vi escuchar Un puente de mar azul, quizá la última obra más arriesgada y conseguida de Lluís Llach ¿Pasó algo gastronómico en su cabeza?” Adrià responde: “Vi en música lo que quiero que sea mi cocina: creativa y trabajada”. Como anécdota, Un pont de mar blava se estreno en Valencia en octubre de 1993, y un mes más tarde en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Eran otros tiempos, los de Carvalho Gastronómico, en los que la cocina y sus protagonistas no era tan populares y televisivos como ahora. En 1998 sólo tres cocineros, un vasco y dos catalanes, contaban con tres estrellas Michelin. La restauración valenciana consiguió la distinción el año pasado, de la mano de Quique Dacosta con El Poblet de Denia, que como viene siendo habitual cerró sus puertas hace unos días para preparar la nueva temporada que comenzará a finales de enero.
Dacosta, que en plena crisis se arriesgó a poner en marcha tres locales en la capital del Turia, ha sido recompensado por la guía francesa, que quieran o no los madrileños (por fin, este año tienen un tres estrellas), es la más prestigiosa del mundo. El Poblet Valencia ha conseguido una estrella en su primer año de funcionamiento. Todo un record que reconoce la capacidad, el esfuerzo y la imaginación de este cacereño, de Jarandilla de la Vera, y su equipo, para sortear la crisis económica y colocar en el mapa mundial la cocina valenciana.
Con o sin acento, cuatro nuevas estrellas Michelin se han instalado en Alicante, Valencia, y por primera vez, en Castellón. Además del Poblet Valencia, bajo la batuta en los fogones de los argentinos Germán Carrizo y Carolina Lourenço, la sorpresa la ha deparado Cal Paradis, en Castellón, con Miguel en la cocina y Ángela en la sala. Para Alicante han ido las otras dos nuevas estrellas. Alberto Ferruz, en la cocina, y el sumiller Pablo Catalá, dirigen desde el verano de 2011 BonAmb, situado en la carretera de Benitachell a Xàbia. La siguiente protagonista es María José San Román, que está al frente del restaurante Monastrell, Monastrelly además gobierna, junto a su hija Geni San Román, el grupo Gourmet, que cuenta, entre otros, con La Taberna del Gourmet y el asador La Vaquería, en el Campello.
No quiero dejar de mencionar algunos de los restaurantes que mantienen la estrella Michelin y que siempre me han gustado. Empiezo por el Riff, local que ya frecuentaba mucho antes. Me gusta la sencillez de Bernd H. Knöller. Su libro “Ánima Mediterrànea” recibió el Gourmand World Cookbook Awards de 2012. Ricard Camarena es un artista que merece dos y tres estrellas, y que como Dacosta se ha lanzado, con apoyo financiero, a la conquista de Valencia. Además de sus dos locales para todos los gustos y bolsillos en Doctor Sumsi, también cuenta con una espaciosa barra de tapas en el Mercado central, y pronto nos sorprenderá en otro emblemático espacio, el Mercado de Colón. Por último Casa Pepa, Ondara, Alicante, donde en varias ocasiones he celebrado el final del año. Sin sorpresas ni misterios. Pero con un toque mágico!