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Cómo combatir las plagas de tu jardín o tu huerto urbano con productos naturales de tu cocina

Jordi Sabaté

8 de mayo de 2021 21:42 h

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Tenemos el balcón o la terraza en pleno auge verde ahora que, a mediados de primavera, el buen tiempo se impone por fin. A medida que se acerque el verano, con el despertar de la vida natural a nuestro alrededor, todo tipo de animales visitarán nuestros tiestos.

Algunos, como mariposas, abejas y abejorros polinizadores, favorecen el esplendor de nuestras plantas y ofrecen una estampa de belleza. Otros pueden ser caracoles o salamanquesas cazadoras de insectos.

Pero también acuden huéspedes no tan simpáticos y que la mayoría de las veces solo buscan parasitar nuestras plantas. Tales pulgones, mosca blanca, orugas comedoras de hojas, ácaros y cochinillas, así como hongos del tipo mildiu y el oídio, que atacan a nuestros rosales.

Si no les ponemos freno, corremos el riesgo de perder el esplendor de nuestro pequeño jardín balconero en un abrir y cerrar de ojos, puede que antes de que llegue el calor fuerte de verano propiamente.

Ante este riesgo, podemos optar por ir a la droguería a por productos químicos o bien, si tememos que su nube atomizada pueda afectar a los visitantes simpáticos y beneficiosos, como los citados abejorros, las mariposas, las salamanquesas o las mariquitas, probar remedios caseros con productos al alcance de nuestra mano.

A continuación, se ofrecen remedios naturales para las principales plagas que suelen asolar nuestros jardines y las plantas de nuestros balcones. Ninguno de ellos es tóxico y se pueden elaborar fácilmente con elementos cotidianos y al alcance en los principales comercios.

1. Remedios contra la cochinilla

El mayor enemigo de cualquier jardín que se precie de tener plantas de gran tamaño. Hay diversos tipos y son todas muy resistentes a la acción mecánica del chorro de agua de la manguera o el pincel. Atacan desde cítricos a ficus, cactos –la chumbera– o las cicas; si no se las detienen, son capaces de matar en una temporada plantas con décadas de vida.

Se trata, además, de una plaga común tras el invierno en el arco mediterráneo. El mejor remedio para frenarlas es diluir unos mililitros de jabón en gel en un litro de agua –aproximadamente a un 4%–, mezclar bien sin formar espuma y después pasar la mezcla a un atomizador. Con él, fumigaremos las plantas afectadas y esperaremos unos diez minutos a que empape la hoja.

Después lavaremos con agua abundante, mejor si es a presión, para que las cochinillas resbalen tallo abajo. Una vez lavada la planta, seguiremos aplicando agua sobre la tierra para que las cochinillas se vayan del tiesto con ella o en caso contrario volverán a aparecer.

2. Contra el pulgón

Se describen distintos remedios contra el pulgón. Uno de ellos es dejar tres cabezas de ajo en un litro de agua durante un día en un recipiente tapado. Después vertemos esta agua en el atomizador y fumigamos las hojas, tallos y flores afectadas durante siete días seguidos.

Otro remedio es aplicar agua helada de la nevera muy de mañana y por la noche, para bajarle la temperatura y matarlo. También se puede usar agua que ha estado durante cuatro días macerando una cebolla en un litro y fumigar con la mezcla dos veces al día.

3. Contra la mosca blanca

Otra plaga que ataca desde cítricos hasta menta, pasando por todo tipo de plantas ornamentales. El remedio arriba explicado a base de agua de cebolla también se describe como válido, así como la fumigación con agua de ajenjo –de venta en herbolarios–, que se macerará a razón de 250 gramos en un litro de agua durante ocho días.

Otro remedio, al parecer, es poner cerca de las plantas afectadas una maceta con flores de caléndula, que se consiguen en la mayoría de floristerías, y hay quien recomienda cultivar albahaca o incluso fumigar con agua de hojas esta planta. Los olores de ambas plantas, que se sabe que repelen a los mosquitos, también parecen tener efecto sobre la mosca blanca.

4. Contra los ácaros

Tanto agua de ajos como de cebolla o ajenjo se describen como buenos remedios contra los ácaros. También un preparado de agua de cola de caballo fresca y macerada puede funcionar, aunque este helecho no es tan fácil de conseguir, si bien se vende en herbolarios para infusiones.

5. Contra el oidio del rosal

El oidio o ceniza del rosal es una de las plagas más frecuentes en las hojas y no solo afea la planta sino que le impide fotosintetizar correctamente, por lo que pierde su porte y su vitalidad. Se prescribe una solución de bicarbonato, con dos cucharadas soperas por litro, con la que se fumigará las hojas dos veces al día durante una semana.

6. Contra las orugas

Las orugas suelen atacar las hojas tiernas y son un peligro porque si nos despistamos, pueden comerse un rosal, por ejemplo, en pocos días. El mejor remedio es podar las hojas atacadas y fumigar las que estén bien por el envés –la parte de abajo– con agua jabonosa al 4%. Después, lavaremos con agua abundante para que caigan a la tierra, de donde las quitaremos manualmente. Otra prescripción es la del agua de infusión de un paquete de tabaco, que al parecer actúa como repelente muy potente.

7. Contra la araña roja

Este ácaro ataca principalmente a las hortalizas, pero también a plantas ornamentales como el rosal. Se puede utilizar el agua de macerar cebollas, pero también se prescribe un preparado con medio kilo de ortigas –manipularlas con guantes– maceradas durante una semana en cinco litros de agua. Después se fumiga con esta agua dos veces al día. 

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