Cuando contratamos un seguro de hogar solemos fijarnos sobre todo en protegerla frente situaciones habituales como un incendio o los daños por agua. Palabras como continente (techos, suelos, ventanas…), contenido (reparación de muebles y objetos domésticos) o responsabilidad civil (daños que puedan ocasionar a terceros) son habituales en las pólizas, y bastante familiares para la mayoría de las personas.
Sin embargo, a la hora de contactar un seguro del hogar es muy importante fijarse en otro aspecto que suele olvidarse en la mayoría de los casos: la letra pequeña. Esa gran despreciada pero no menos importante, porque puede ser determinante y cambiar muchas de las coberturas de nuestro seguro. Leer al 100% todas las condiciones y los servicios que nos ofrecen no suele ser habitual. Pero no hacerlo puede cargarnos económicamente de gastos que, a lo mejor, nos podemos ahorrar. Muchas veces, nuestro seguro incluye servicios y cubre daños sobre los que no teníamos ni idea.
Once coberturas que quizás ignores
Una buena póliza del hogar tiene que aportar soluciones en lugar de más disgustos, y por ello es importante que nos asesoremos bien. Y que leamos bien toda la información y preguntemos en caso de duda. Si lo hacemos, nos daremos cuenta que nuestro seguro incluye cosas como:
- Reposición de documentos: como escrituras
- Alimentos refrigerados afectados por una caída de la luz: es una garantía complementaría de las pólizas que protegen la vivienda. En caso de que la comida se eche a perder, el seguro cubre la pérdida de los alimentos que estaban refrigerados. Muchas aseguradoras incluyen los daños sufridos en la instalación eléctrica, así como aparatos o equipos conectados, a consecuencia de corrientes anormales o cortocircuitos en la red.
- Seguro de la mascota y los daños que pueda ocasionar: una buena póliza incluye algunas garantías enfocadas a los animales de compañía. Si el perro muerde a una persona, se escapa de casa y provoca un accidente o un desperfecto, la aseguradora puede cubrir el siniestro. También puede incluir los gastos de veterinario. La indemnización varía en función de la compañía.
- Accidentes domésticos: golpes, caídas, quemaduras, intoxicaciones, hemorragias, atragantamientos y electrocuciones son algunos de los riesgos cotidianos que algunos seguros cubren.
- Asistencia informática: con la aparición de las nuevas tecnologías, las aseguradoras han tenido que adaptarse y ofrecer nuevos servicios que antes no contemplaban. Algunos de los servicios que ofrecen es la protección de los menores ante las redes sociales y la violencia digital así como la asistencia informática como la recuperación de datos o de equipos. También pueden estar incluidos servicios destinados al móvil o la tablet, como copias de seguridad o restauración de contenidos.
- Asistencia en viaje: si estás de viaje y enfermas, el seguro del hogar puede encargarse de todo. Los principales servicios incluyen el viaje de vuelta y el transporte, hospitalización de un familiar, los gastos en el extranjero o repatriación en caso de fallecimiento. También puede incluir gastos de localización y salvamento.
- Defensa jurídica: en algunos casos la compañía de seguros se apropia de los gastos en los que se tenga que incurrir el asegurado en algún proceso judicial o administrativo. El objetivo es la defensa ante reclamaciones o problemas por vía amistosa o legal. Incluye el asesoramiento a la persona, la reclamación en su nombre y la solicitud de una indemnización por el daño causado.
- Robo en la calle: si se produce un robo fuera del hogar y ha habido violencia o intimidación para extraer los bienes, también el seguro suele cubrirlo. También puede cubrir la indemnización por joyas, relojes u objetos personales robados en el momento del robo.
- Servicio de bricolaje: algunas compañías incluyen un servicio de bricolaje en el hogar, además del desplazamiento del técnico y las primeras horas de la mano de obra. Los materiales, sin embargo, van a cargo del asegurado. Entre los servicios de bricolaje que suelen incluir están el montaje de muebles, la colocación de enchufes o la instalación de tiradores de puertas.
- Facturas de restaurante y lavandería en caso de siniestro: si la cocina y la lavadora se han estropeado y no pueden utilizarse, el seguro cubre hasta los límites acordados.
- Uso fraudulento de tarjetas de crédito: en caso de pérdida o robo, y alguien usa la tarjeta sin consentimiento, la compañía de seguros se hace cargo de los gastos que se han generado.
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