La temporada navideña suele traer consigo una mezcla de emociones. Aunque es un momento que solemos esperar con ganas, ya que tenemos la oportunidad de tomarnos un descanso y de pasar tiempo con amigos y familiares, es fácil que el estrés o el agobio también hagan acto de presencia en algún momento.
Según este estudio de la Asociación de Psicología Americana, casi nueve de cada diez adultos siente durante estas fechas preocupación y estrés por motivos como no tener suficiente dinero, extrañar a sus seres queridos y anticipar conflictos familiares. Sin embargo, es posible disfrutar de unas fiestas sin estrés, a pesar de ser una de las épocas del año más ajetreadas.
Cómo organizarse para tener unas fiestas más llevaderas
Tanto si estás organizando la Navidad para la familia, como si tienes que invitar a otras personas a pasar las fiestas o estás haciendo malabarismos en el trabajo con el cuidado de los niños, entre muchas otras tareas, posiblemente tengas una larga lista para estos días: regalos que comprar, eventos a los que asistir, amigos con los que quedar, planes de menú por hacer y un largo etcétera. Es mucho concentrado en pocos días. Pero se puede tener una buena época navideña si te organizas bien.
Buena parte del éxito está en concentrarse en lo urgente y elaborar una lista de las tareas que tienes que hacer. No tiene sentido empezar por las que te ocuparán mucho tiempo y que ni siquiera son urgentes.
Estrés por las compras
Para muchos, uno de los principales retos de estas fiestas es hacer frente a los gastos que, probablemente, tardaremos unas semanas en saldar. Entre compras, posibles viajes y gastos no previstos, la huella en la cuenta bancaria puede ser enorme.
Según esta encuesta de la OCU, este año el gasto navideño por persona será de 683 euros, un presupuesto que va destinado sobre todo a comida y celebraciones con amigos y familiares, aunque más de la mitad del presupuesto lo destinaremos a comprar regalos. Sin embargo, la Navidad no tiene por qué ser un dolor de cabeza financiero si planificamos y lo abordamos con estrategia:
- Calcula un presupuesto aproximado y realista de los gastos previstos: aquí incluimos no solo los regalos, sino también las facturas de la comida y otros imprevistos.
- Planifica con anticipación: aunque ahora es posible que ya no tengas tiempo de hacerlo, para los próximos años puede ayudarte hacer una lista de los destinatarios y asignar un presupuesto para cada uno de ellos y empezar a comprar con anticipación. Esto te ayudará a mantenerte dentro del presupuesto y aprovechar las ofertas y descuentos.
- Calcula cuánto dinero tienes disponible hasta llegar a Navidad: con este cálculo hecho, dedica un porcentaje a cubrir los gastos previstos.
- Haz una lista de todo lo que tienes que comprar: si no lo haces y esperas inspirarte cuando estés ya en la tienda, es posible que acabes deambulando sin sentido y comprando cosas que, en el fondo, no querías. Y también te asegurarás que lo que compras es útil. Existe una estadística bastante reveladora recogida en el documental La historia de las cosas según la cual solo el 1% de los productos que compramos se siguen usando seis meses después.
- Anota todos los regalos que vas comprando: es muy fácil perder de vista lo que hemos comprado y escondido en el armario. Puedes llevar un registro, en papel o digital, para anotarlo todo.
- Si los ahorros no son suficientes deberemos recalcular el presupuesto navideño a algo más realista y establecer un límite en el coste de los regalos para cada persona, sobre todo si tienes una familia numerosa.
- Empieza a envolver los regalos con tiempo: los días previos de Navidad serán ajetreados; si no quieres pasarte la noche del 24 de diciembre envolviendo regalos, es mejor empezar lo antes posible.
Agobio por la preparación de las celebraciones
Preparar la comida para todos puede ser una experiencia agradable pero agotadora y estresante al mismo tiempo. Para evitar el estrés acumulado puedes seguir los siguientes consejos:
- Delega tareas: no es necesario que todo recaiga sobre nosotros y hacerlo todo. Pedir ayuda a los demás permite aliviarnos de carga de trabajo y nos ayudará a disfrutar más del momento. Puedes guardar la plantilla de cómo te has organizado para los próximos años; aunque necesite algunos ajustes y actualizaciones, te servirá como recordatorio del tipo de cosas en las que debes pensar y encomendar.
- Rebaja las expectativas y goza de los encuentros: no tenemos que demostrarle a nadie que somos los mejores en todo, en organización de comidas o que somos los mejores cocineros. Lo importante son los encuentros con nuestra gente, disfrutarlos y estar relajados.
- Apuesta por las comidas compartidas: si la organización de la comida te agobia, ¿por qué no convertirla en un encuentro en el que todos participen? Cada invitado puede traer un plato, lo que aligera la carga del anfitrión y permite disfrutar de una comida variada.
La gestión de la socialización
Para muchas personas, sobre todo si son introvertidas, tener varios encuentros sociales concentrados en pocos días puede ser complicado de gestionar. Y es que el periodo navideño nos expone a mayores expectativas sociales: visita a la familia, fiestas o interacción con personas que no ves a menudo. Para que esto no pase facture es recomendable:
- Establece límites y comunícalo con amabilidad y con la antelación necesaria para que todo el mundo pueda organizarse.
- Haz una lista de las cosas que quieres hacer: volviendo a las listas, solemos hacerlas para anotar todo aquello que tenemos que hacer (compras, regalos…), cosas aburridas que no nos suelen apetecer mucho. Pero podemos hacer listas más divertidas si anotamos las cosas que sí nos apetece hacer, como ver una película, leer un libro que hace tiempo que tenemos esperando en la estantería o quedar con alguien a quien hace tiempo que no vemos.
- Piensa también en ti: en medio de todo el ajetreo y el bullicio de toda la temporada navideña, programar un tiempo para ti te ayudará a recargar pilas.