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Los seis errores más comunes que te pueden amargar si compras un portátil

Juan Carlos Votto

2 de diciembre de 2020 00:20 h

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Todos los años, entre los últimos días de noviembre y los últimos de diciembre, Google Trends refleja un pico en la búsqueda del término “ordenadores portátiles”. La época, que es dada a los regalos y auto–regalos, puede ser uno de los motivos. Pero además, las Navidades de este extraño año, que están a la vuelta de la esquina pueden dejar un balance de compras de ordenadores portátiles especialmente alto. 

Los ordenadores portátiles son un aparato que, si ya antes de la COVID–19 era importante, ahora se hace imprescindible para cualquier teletrabajador que no quiera invertir en un ordenador de sobremesa. Tras una oleada de ofertas con motivo del Black Friday y del Ciber Monday a finales de noviembre, las fiestas navideñas, por tanto, se perfilan como una buena oportunidad para renovar dispositivos que ya se están quedando atrás.

Pero si no sabes sobre informática o este mundillo no te llama la atención para profundizar más allá, la ingente oferta de ordenadores que hay puede suponer un problema. ¿Qué ordenador debes comprar? ¿En qué aspectos se debe uno fijar? Nosotros te damos unas cuantas pistas.

1. Aceptar 'notebook' por 'laptop'

Muchas empresas presentan sus ordenadores portátiles como laptops o notebooks, pero en algunas ocasiones no dejan patente cuál es la diferencia principal entre estas dos alternativas. El laptop es, en esencia, el portátil “clásico”. Un ordenador móvil capaz de sustituir o reemplazar las tareas que realiza un PC de sobremesa. 

Por ello suele estar más preparado para el trabajo de diseñador, programadores o editores de imagen, ya que en la mayoría de casos disponen de mejores características técnicas. Es la mejor opción para aquellos que busquen un ordenador para trabajar sin problemas y si no se dispone de un sobremesa con el que reforzar algunas carencias.

El notebook es el “hermano menor”, es decir, se trata de un portátil más centrado en ser ligero – aunque durante los últimos años esto ha ido cambiando y cada vez los laptops pesan menos – y servir como segunda opción frente a un sobremesa. 

Aunque no se trata de portátiles de segunda categoría, hay que tener claro que no suelen gozar de la misma potenciatécnica que un laptop, por lo que tareas como, por ejemplo, mostrar gráficos complejos como vídeos, videojuegos o fotografías de gran definición pueden hacerse eternas.

2. No pensar en cuál va a ser su uso principal  

Aunque la pregunta pueda parecer obvia, debemos establecer qué usos concretos vamos darle al portátil. Navegar por internet en la mayoría de casos se da por descontado, pero a partir de ahí: ¿qué queremos hacer? ¿Jugar a videojuegos? ¿Trabajar con el Paquete Adobe? ¿Simplemente disponer de un ordenador ligero y que puedas llevarte a cualquier parte para escribir?

Dependiendo de las respuestas a estas preguntas, puedes hacerte una idea general del presupuesto que has de preparar. Si el portátil solo es para navegar por internet, escribir en programas como Word o Notas, contestar correos, etc., así como básicamente, tomar apuntes; entonces el presupuesto no necesita superar los 200 euros.

Sin embargo, si necesitas un ordenador portátil para trabajar, ver películas, jugar a videojuegos, manejar documentos de excel y doc y editar fotografías o vídeos, es probable que este presupuesto se te quede muy corto; por lo que debes prepararte para una inversión mayor que irá creciendo según tus necesidades y la calidad que exijas al dispositivo. 

3. Conformarse con dos núcleos

El procesador es el centro de cualquier ordenador, sea portátil o de sobremesa, por lo que es lo primero en lo que uno debe fijarse. En la actualidad, el debate no está entre los procesadores Intel o AMD, ya que estos últimos no han terminado de despegar en el mercado de los portátiles, sino en cuántos núcleos necesitas.

En general, los procesadores en ordenadores portátiles suelen indicarse como 'dual core', con dos núcleos, o 'quad core', con cuatro núcleos. Salvo que la oferta sea muy suculenta: comprar uno de dos núcleos no es recomendable

La diferencia de precio entre uno y otros no es realmente destacable si se tiene en cuenta que los 'quad core' permiten hacer casi cualquier tarea con el portátil: desde jugar hasta procesar. Solo hay una excepción: si el procesador 'dual core' dispone de tecnologías como SMT, pueden sustituir a un 'quad core'. 

Esta tecnología, básicamente, permite a los procesadores de dos núcleos funcionar como uno de cuatro. Igualmente, si lo que buscas es un modelo concreto –y no quieres utilizar el ordenador solo para escribir–: hay que optar por un procesador superior al Intel i5 y, a ser posible y si entra dentro del presupuesto, que sea de séptima generación.

4. Optar con una RAM de menos de 8GB

La memoria RAM es, junto al procesador, los pilares que sostienen al equipo. Esta memoria es la que se encarga de los archivos que deben ser consultados inmediatamente o simultáneamente durante los diferentes procesos que realiza un ordenador. Podría ser el equivalente a la memoria a corto plazo.

Cuando veamos un portátil para actualizarnos estas navidades debemos huir de cualquier modelo que: primero, disponga de menos de 8GB de RAM; y segundo, que la RAM no sean múltiplos de 4 (4GB, 8GB, 16GB, 32GB…). En primer lugar, 8GB de RAM es el mínimo necesario para que el ordenador no se atasque a cada operación que requiera un poco más de memoria que la habitual.

Aunque por precio puedan tentarte aquellos que solo dispongan de 4GB, o incluso 2GB, es mejor siempre comprar un portátil con 8GB, como mínimo. Si por cuestiones laborales necesitas de una gran capacidad de memoria RAM (por ejemplo, si editas o renderizas vídeos, fotografía, etc. utilizando el Paquete Adobe) y tu presupuesto te lo permite, debes considerar que tenga incluso 16GB.

En segundo lugar, si la RAM de la que dispone el portátil no es un múltiplo de 4, seguramente vayas a perder mucha potencia. En la mayoría de ocasiones, la RAM son distintos módulos que se “acumulan”, es decir, 16GB de RAM normalmente significa que el dispositivo goza de dos memorias RAM de 8GB. 

Si el múltiplo es, por ejemplo, 14GB seguramente haya una de las dos memorias soldadas a la placa base (tipo LPDDR3 o LPDDR4), lo que hace que no sean accesibles dependiendo de en qué casos. Por tanto: mínimo 8GB de RAM y descartar cualquier portátil su RAM no sean múltiplos de 4. 

5. Escoger un disco duro HDD

Como en todo lo anterior, depende del caso concreto, pero en general un portátil que se quede sin batería a las pocas horas de uso no es cómodo, igual que tampoco uno en el que haya que estar desinstalando constantemente aplicaciones. 

Aunque en este apartado hay poco en lo que fijarse, puede ser una de las claves. Modelos como los ultrabooks disponen de un procesador que permite un gran ahorro energético y pueden alcanzar las 10 horas de uso, mientras que otros modelos (como los portátiles gaming), suelen tener una batería de unas 4 o 6 horas de uso.

El almacenamiento, por otra parte, puede ser SSD o HDD. En el primer caso, se tratan de discos duros donde prima la tasa de transferencia (la velocidad a la que se pasan los datos y archivos) y suelen tener menor capacidad bruta; mientras que los segundos son más lentos en la transmisión de datos, pero suelen tener mayor espacio. 

En la mejor de las situaciones, el portátil contará con ambos, pero si no, siempre es recomendable un disco duro SSD. La diferencia de velocidad es muy notable y siempre se puede acompañar de un disco duro externo de necesitar más espacio.

6. No fijarte en las clavijas

Es muy importante fijarse en qué tipos y cuántas salidas tiene un portátil. Lo más habitual, en la actualidad, es disponer de como mínimo un puerto USB 3.0 y una salida de HDMI. Según lo que se quiera hacer con el portátil, esto se puede quedar corto. 

En el caso en que busques un portátil para trabajar, lo mejor es que cuente con, al menos, dos puertos USB 3.0, una salida de HDMI, conexión Bluetooh y Wifi y una salida RJ–45, para conectar el cable de red. 

También hay que tener en cuenta que algunos portátiles han ido sustituyendo estos puertos por uno USB–C (el “USB universal”), por lo que también es una buena opción si queréis reciclar cables y dispositivos que también utilicéis en, por ejemplo, el móvil.

Batería rápida de consejos para no pifiarla

Aunque con todo lo anterior, y teniendo en cuenta tu propio presupuesto e inteción, debes poder seleccionar un buen portátil, aquí te dejamos unos últimos consejos rápidos:

  1. La gráfica integrada o no. Muchos portátiles de bajo presupuesto cuentan con tarjetas gráficas integradas en el procesador, lo que cumple a la hora de realizar tareas básicas. Si tu intención es jugar videojuegos o procesar vídeos, no debes optar por las integradas.
  2. El tamaño. Dependiendo de tus necesidades, un ordenador de 13 pulgadas puede hacerse demasiado pequeño o, al contrario, es perfecto. Ten en cuenta cuánto quieres transportarlo y cuánto tiempo vas a pasar frente a la pantalla.
  3. Huye del 4K. Aunque pueda parecer atractivo, las pantallas con resoluciones 2K o 4K suelen consumir mucha batería y encarecer mucho el producto.
  4. El 2 en 1 es una tablet, no un portátil.
  5. Prueba antes de comprar, si es posible.

Con estos pasos, y siempre atendiendo a excepciones y presupuestos, puedes elegir sin miedo a equivocarte tu nuevo portátil.

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