El truco para que los perros no manchen la casa sin tener que bañarlos cada día

El barro y el polvo suelen acumularse en las patas de nuestros perros

Elena Segura

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Seamos claros, los perros no son la mascota más limpia del mundo. Son inteligentes, leales y divertidos, pero adoran la suciedad, restregarse en hierba recién cortada y dar vueltas en el barro (o en la caca). Por lo general, las viviendas no están a prueba de perros sucios, y mucho menos ese sofá beige que compraste porque todos los millenials lo estaban haciendo. Podríamos decir que un perro que vuelve de pasear es un peligro para toda una rutina de limpieza. La mugre, las manchas en forma de huella o un hocico húmedo pueden arrasar con tu hogar como un torbellino. Pero tampoco puedes bañar a tu mascota a diario, ya que es perjudicial para su salud (y conlleva tiempo).

En casos como este se trata menos de prevención, y más de lo que podemos hacer una vez lleguemos a casa. Recuerdo que, en tiempos en los que por desgracia la crianza no sexista no estaba extendida, mi madre me vestía como una muñeca de porcelana para ir al parque: tutús, faldas, vestidos y encajes; expuestos a la arena y el suelo blando bajo los columpios. “No toques eso”, “no te reboces”, “te vas a manchar”, formaban parte de una letanía constante. Como con los niños, no vas a llevar a tu perro a pasear y esperar que no se ensucie, si se manchan es señal de que se están divirtiendo. Queda en nuestras manos asegurarnos de que no ensucian la casa, implementando rutinas sencillas que garanticen el bienestar de ambas partes.

Por qué no puedes bañar a tu perro a diario

Un exceso de higiene hace que su piel se vuelva vulnerable y no esté suficientemente protegido ante problemas de naturaleza dermatológica. Es por esto que es poco o nada aconsejable bañarlo todos los días. Un baño diario puede provocarle a tu perro distintas complicaciones:

  • Irritación: la notaremos en el comportamiento de nuestro perro antes de verla, ya que nuestro can tenderá a rascarse en las zonas afectadas.
  • Picor: con la irritación viene el picor, que hace que nuestra mascota caiga en un círculo vicioso de picor-rascado. En otras palabras, se rasca porque se pica y le pica porque se rasca. Una vez que comienza este ciclo, es difícil pararlo si no se ataja al problema de raíz.
  • Descamación: seguramente alguna vez te has encontrado con perros 'casposos', o tal vez tengas uno en casa. Esto se puede deber a la calidad de la alimentación, hongos, o un exceso de baño. La descamación suele venir acompañada de sequedad en la piel, lo que hará que sea más frágil.
  • Calvicie: si se sigue resintiendo el folículo con el tiempo, este puede debilitarse al punto de provocar su caída, dando lugar a un episodio de alopecia a largo plazo.

Otro punto a tener en cuenta es que precisamente los perros menos higiénicos, los cachorros, no pueden recibir baños hasta que no termina el periodo de vacunación y no recibimos la luz verde por parte del veterinario. Es muy importante no lavarlos en esta etapa tan vulnerable, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden hacer peligrar su sistema inmune, y exponerlo a enfermedades graves. Solo lava a tu cachorro bajo instrucción expresa de su veterinario.

Cómo limpiar las patas sucias de tu perro

Cuando los perros vuelven a casa, la mayor parte de la suciedad la concentran en sus patas. Es por ello que debemos centrarnos en ellas para garantizar que tu casa permanezca lo más limpia posible. Existen distintos métodos para limpiar las patas de tu perro, por lo que deberás elegir el que mejor se adapte a su tamaño y temperamento:

  • Toallitas para mascotas: lo bueno de los perros pequeños es que, por su tamaño, su rutina de limpieza suele ser más breve. Si tu perro pequeño lo tolera bien, utiliza toallitas aptas para animales. Para ello, solo deberás levantarle la pata -y en el caso de tu perro sea muy pequeño y sea más cómodo para los dos, puedes coger a tu perro- y pasar la toallita por las almohadillas y entre sus recovecos. Estas toallitas suelen venderse en tiendas especializadas, y deberás huir de aquellas indicadas para uso humano, ya que pueden contener agentes tóxicos para los animales. Incluso deberás evitar aquellas indicadas para bebés, ya que, aunque no irritan la piel de los más pequeños, ten en cuenta que no están diseñadas para nuestros compañeros más peludos, ya que pueden chupar los componentes tóxicos de la toallita. Puedes utilizar este método con tus perros grandes, pero es posible que no logres el mismo resultado de limpieza profunda.
  • Felpudo: un método apto para todos los tamaños es que enseñes a tu perro a usar el felpudo, lo que hará que sus patas se libren del polvo de la calle. Como todos los trucos que le enseñamos a nuestra mascota, este puede ser complejo, ya que queremos que haga un movimiento repetitivo que imita el de rascar la tierra. Enseña a tu perro este truco con los métodos que sueles emplear: cumplidos, premios, imitación, etc. Ten en cuenta que es posible que, si tu perro empieza a limpiar sus patas en el felpudo, peligrará su vida útil, puesto que los perros tienen una capacidad mayor de destrozar las cedras de esta alfombra.
  • Limpia patas: es la solución más drástica, ideal para perros grandes con las patas llenas de suciedad y barro. Se trata de unos cilindros que, o bien están forrados en su interior de esponjas con agente limpiador, o bien se pueden llenar de agua y tienen unas rugosidades que eliminan la mugre de las almohadillas de nuestros perros. El mecanismo es sencillo, tan solo tienes que introducir la pata de tu perro y mover el limpia patas. Puedes hacer un limpia patas casero con un tarro cilíndrico, que deberás recubrir con esponjas. Cuando lo uses, tan solo tendrás que aplica el jabón que sueles usar para limpiar a tu mascota.

Durante el proceso de asear a tu mascota debes tener presente que deben asociar la experiencia con algo positivo, por lo que tendrás que premiarlo, ya sea con cumplidos o aperitivos para perros.

Otra cosa que debes tener en cuenta es la hidratación, ya que la mayoría de los procesos de limpieza recomendados en este artículo pueden resultar secantes para las almohadillas de tus perros, lo que puede provocar que se agrieten. Existen bálsamos y cremas para las almohadillas de tus perros que recomendamos que utilices para mantener su hidratación. La mayoría son aptas para la trufa o nariz del animal, por lo que también podrás aplicárselo en esa zona.

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