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El Gobierno asturiano limita sus relaciones con Andalucía al mero plano institucional

El Gobierno de Asturias (PSOE) limita sus relaciones con Andalucía al mero plano institucional y a la defensa de intereses comunes frente a las reformas del Gobierno del PP. El consejero de la Presidencia y Portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Martínez, ha querido dejar claro que “desde el punto de vista institucional no hay deterioro en las relaciones”.

Ese entendimiento se traduce en la postura conjunta en contra del objetivo del déficit y su reparto entre las comunidades autónomas o en las medidas para afrontar la crisis, “muy distinta a la de otras Autonomías gobernadas por el PP”.

De esta forma, Javier Fernández, a través de su portavoz, desliga a su gobierno de la tirantez que surgió el pasado fin de semana durante el Congreso extraordinario del PSOE con la presidenta andaluza Susana Díaz. La gresca entre los dos mandatarios por la secretaría del Consejo Político Federal queda en el partido y, de momento, no afecta a las relaciones institucionales entre el Principado y Andalucía.

Ambas comunidades han ido de la mano contra la LOMCE, la reforma de la Ley del aborto o la Ley de Costas, entre otros asuntos, aunque de cara al nuevo curso político, marcado por el proceso electoral en el Principado, esa unidad se puede romper con la renovación de la financiación autonómica, donde Fernández mantiene posiciones contrapuestas a Susana Díaz. “Cada comunidad defiende sus propios intereses y así continuará siendo”, señala Martínez.

El impacto que ha tenido el Congreso del PSOE en Asturias ha llegado hasta el sector empresarial. Después del mal trago, el presidente asturiano recibió un elogio inesperado del nuevo presidente de Fuensanta, Miguel Fernández Carús, que sorprendió a todos al afirmar que “Pedro Sánchez no aprovecha a un buen delantero”. Tal declaración la hizo en presencia del presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE).

Javier Fernández no quiere más halagos. Busca cerrar esa puerta, seguir con su labor de presidente del Gobierno de Asturias, y mover ficha de cara a su futura responsabilidad al frente del Consejo de Transición Industrial y Energía. Su primer movimiento ha sido recibir al secretario general de UGT, Cándido Méndez, que le ha entregado el documento pactado con el Gobierno central para mejorar el sistema de protección social e impulsar el crecimiento económico.

El carácter institucional del encuentro ha terminado con unas declaraciones de Méndez a favor de la necesidad de cambiar el modelo de crecimiento económico, potenciando los sectores industrial y energético, con el objetivo de pasar, de aquí al 2020, del 15,9 al 20% del Producto Interior Bruto (PIB).

Las aspiraciones de UGT y del documento pactado con el Gobierno central encajan en la nueva responsabilidad del líder socialista asturiano, una vez la termine de perfilar con Pedro Sánchez. Dirigentes socialistas asturianos están convencidos de que Fernández sabrá convertir su cargo en el PSOE en un puesto de primera y no en un mero premio de consolación.

El Gobierno de Asturias (PSOE) limita sus relaciones con Andalucía al mero plano institucional y a la defensa de intereses comunes frente a las reformas del Gobierno del PP. El consejero de la Presidencia y Portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Martínez, ha querido dejar claro que “desde el punto de vista institucional no hay deterioro en las relaciones”.

Ese entendimiento se traduce en la postura conjunta en contra del objetivo del déficit y su reparto entre las comunidades autónomas o en las medidas para afrontar la crisis, “muy distinta a la de otras Autonomías gobernadas por el PP”.