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El presidente de Asturias exige a Rajoy un pacto de Estado por la energía
Nadie está satisfecho con el nuevo proyecto energético que plantea el ministro de Industria, José Manuel Soria: ni el sector, ni los consumidores, ni la industria, ni los partidos políticos. El presidente del Principado, Javier Fernández, ha recogido el guante de este malestar general para proponer al Gobierno de Mariano Rajoy un pacto de Estado por la energía para evitar que el coste energético dinamite la industria y perjudique a las familias.
Javier Fernández ha reunido a los máximos representantes de la patronal y de las organizaciones sindicales de Asturias para trasladarles la necesidad de impulsar a nivel nacional este pacto: “Si queremos tener un país que avance y una industria de calidad. Los costes energéticos van a tener una incidencia cada vez mayor y pueden resultar inasumibles”, ha manifestado. Este es el argumento central para recabar su apoyo y convencer al Ejecutivo central.
Para el presidente, “estamos hablando del término de la potencia, de los cambios en la interrumpibilidad y de las modificaciones en las renovables, con especial incidencia en la cogeneración, que es utilizada por muchas empresas asturianas de distintos sectores”. Javier Fernández alerta que la incidencia de esta reforma “es tan negativa que puede abocar a la paralización de determinadas instalaciones”.
El Gobierno del Principado está realizando un informe exhaustivo del impacto de la reforma eléctrica de Soria en la industria asturiana, en cada empresa e incluso en algunas instalaciones, aunque reconoce que éste “es un problema que afecta a toda España, porque afecta a la estructura industrial del país”.
Industrias como Arcelor-Mitall, Asturiana de Zinc y Alcoa ya han denunciado la pérdida de competitividad que les han supuesto los anteriores cambios, que incrementaron sus costes energéticos e incluso llegaron a amenazar con las deslocalizaciones. A las protestas de las grandes firmas industriales se han unido la de las asociaciones de consumidores, varias patronales sectoriales, como la de la siderurgia Unesid, y hasta las grandes eléctricas del sector, como Endesa, han calificado el plan de Soria de “improvisado y antimercado”.
Javier Fernández cree que el problema radica en que “el Gobierno no cuenta con nadie, no negocia con nadie, en un asunto de máxima importancia, si queremos tener una industria competitiva, si no, nos convertirnos en un país de servicios precarios”. Una opinión que es compartida por las organizaciones sindicales.
UGT y CCOO son los primeros en manifestar el “buen criterio” del presidente al convocarlos, porque “el problema es muy grave. Los cambios que quiere el Gobierno del PP benefician a las grandes empresas, y lo hace a costa de las familias y de dar un golpe a la industria”, aseguran.
Pero también apuntan que “por una decisión del Gobierno se puede ir por la alcantarilla el enorme esfuerzo que han realizado los trabajadores al bajarse los salarios, para ser más competitivos, y el ahorro que han conseguido las empresas, se lo lleva por delante la tarifa eléctrica”.
Nadie está satisfecho con el nuevo proyecto energético que plantea el ministro de Industria, José Manuel Soria: ni el sector, ni los consumidores, ni la industria, ni los partidos políticos. El presidente del Principado, Javier Fernández, ha recogido el guante de este malestar general para proponer al Gobierno de Mariano Rajoy un pacto de Estado por la energía para evitar que el coste energético dinamite la industria y perjudique a las familias.
Javier Fernández ha reunido a los máximos representantes de la patronal y de las organizaciones sindicales de Asturias para trasladarles la necesidad de impulsar a nivel nacional este pacto: “Si queremos tener un país que avance y una industria de calidad. Los costes energéticos van a tener una incidencia cada vez mayor y pueden resultar inasumibles”, ha manifestado. Este es el argumento central para recabar su apoyo y convencer al Ejecutivo central.