11 habitaciones, 10 baños y un Caravaggio se quedan sin comprador
Villa Aurora, la mansión romana que la actriz estadounidense Rita Jenrette, viuda del aristócrata Nicolò Boncompagni Ludovisi, no podía mantener y tampoco consiguió vender, ha salido hoy a subasta sin que se le adjudicara comprador. En su lujoso interior, además de las seis plantas, las 11 habitaciones, los 10 baños y el jardín alberga el único mural conocido pintado por Caravaggio, además de otras obras de arte. Un tribunal decidió que el palacio fuera subastado para que los herederos de Ludovisi pudieran saldar su deuda tributaria, pero nadie ha pujado por él.
La subasta tenía un precio de salida de 471 millones de euros, aunque el juez había dictado un precio mínimo de 353 millones, pero ha quedado desierta y tendrá que repetirse el 7 de abril rebajando el precio de salida un 20%. En principio el periodo para pujar era de 25 horas y no estaba previsto que terminara hasta las tres de la tarde del miércoles pero la falta de interés ha acelerado su cierre.
El perito Alessandro Zuccari, historiador de la Universidad de La Sapienza elevó la valoración del edificio a 432 millones de euros aunque a regañadientes, subrayando en su informe que “en la actualidad no hay parámetros de valoración” y que es “inestimable”.
La noticia de la puesta en venta del también conocido como Casino dell'Aurora ha despertado el interés internacional y la inquietud de los italianos, que han recogido firmas para que el Estado compre la casa. Pero según la legislación italiana, antes de que el Gobierno pueda ejercer el derecho de preferencia, un particular debe comprar la propiedad y solo en ese momento y dentro de los 60 días de la cesión, el Estado puede intervenir ofreciendo la misma cantidad o una cifra más alta. Y entonces sería suya.
La mansión de Ludovisi, fallecido en 2018, cuenta con numerosas piezas de arte, cuadros, esculturas o libros, además del mural de Caravaggio titulado Júpiter, Neptuno y Plutón y el fresco que da nombre a la villa, la alegoría de la Aurora, obra de Guercino, exponente del barroco romano, y de otros pintores como Dominichino, Paul Bril o Giambattista Viola.
El palacio está en desuso. Su interior está en gran parte destrozado, como demuestran los informes publicados por el Ministerio de Justicia italiano. Hoy es frío, oscuro y húmedo pero en el pasado fue uno de los centros de poder de Roma y su belleza fue alabada por los escritores Goethe, Stendhal o Gabriele D'Annunzio.
D'Annunzio escribió sobre la villa en su novela Le vergini delle rocce, que transcurre en Roma. En ella nombra “los gigantescos cipreses” del jardín, que ya cernían “su antiguo misterio” sobre la Goethe, destacando sus “negras raíces desnudas”. Para el autor decadentista, esta era una de las “nobles villas” que le inspiraban.
Rita Jenrette, que protagonizo la película de la Troma La Masacre de la Isla de los Zombies en 1984, ha sido su última inquilina. Además de su carrera de actriz, se ha dedicado a las inversiones inmobiliarias. Emparentó con le noble linaje de los Ludovisi, que vivían en Villa Aurora desde el siglo XVI, al casarse con Nicolò Boncompagni Ludovisi en 2009. Janrette ha declarado que no puede hacer frente a los gastos y ha entrado en pugna con los hijos de un matrimonio anterior de Nicolò, de quien heredó también el título de “princesa”. Según declaró Jenrette a la agencia EFE, Bill Gates llegó a ofrecer por la mansión unos 200 millones de dólares hace quince años.
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