Con un Don Carlo “demente” y un Felipe II “más humano” de lo habitual, Albert Boadella presenta el próximo sábado en El Escorial un nuevo montaje de la ópera de Giuseppe Verdi “Don Carlo” acercándose a la “verdad histórica” de los personajes y huyendo de la leyenda negra de la historia.
“Lo que yo trato, cuando la ópera lo permite, es pasar algunas escenas a la historia real a través de la actuación”, ha explicado el dramaturgo y director artístico de los Teatros del Canal en la presentación de la obra, enmarcada en la programación del Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial.
El libreto de “Don Carlo”, basado en el texto homónimo de Friedrich Schiller, recoge un relato opuesto a la “realidad histórica” que vivieron sus personajes que sí son auténticos, y por ello Boadella ha tratado a través de los gestos y de la actuación que los intérpretes “contradijesen” el propio texto, eso sí, sin él modificarlo en ningún momento.
El personaje de Don Carlo se presentará ahora con grandes rasgos de la locura que sufría y sobre la cual han coincidido muchos historiadores, un matiz que modifica su relación con el resto de personajes y que “justifica” a su padre Felipe cuando decide encarcelarlo.
Por su parte, el rey Felipe II, en palabras de Boadella el “monarca más importante que ha tenido España” y “uno de los más importantes del mundo”, muestra una “personalidad más humana” de lo que suelen representar otros directores que lo dibujan con una personalidad “más perversa” y “canalla”.
Boadella no se considera un director “vanguardista”, sino más bien “tradicional”, y por eso dice que no trata de “hacer inventos” con esta adaptación sino de “matizar” algunas partes del montaje original.
“Quien crea que va a ver una obra totalmente distinta, se va a quedar decepcionado porque no puede ser una obra diferente manteniendo la partitura y el libreto”, advierte.
Maximiliano Valdés, al frente de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, dirige a un elenco interpretativo “de Champions”, en palabras de Boadella, encabezado por el tenor José Bros en el papel de Don Carlo y el bajo canadiense John Relyea como Felipe II.
Para el director musical, el problema principal de esta ópera es la “multiplicidad de situaciones” y la “riqueza y belleza” de todos los elementos musicales que hacen difícil poder “encontrar una unidad”.
El barítono Ángel Ódena, en el rol del marqués de Posa, amigo y confidente de Don Carlo; la soprano argentina Virginia Tola, como Isabel de Valois, la tercera esposa del rey; la mezzosoprano Ketevan Klemoklidze como Princesa de Évoli; Luiz Ottavio Faria como el inquisidor y el bajo Simón Orfila, como fraile, completan el plantel que subirá al escenario del auditorio madrileño.
Todos coinciden en el “privilegio” de representar esta obra por primera vez en un lugar como El Escorial, en cuyo monasterio vivieron los protagonistas y donde reposan actualmente sus restos.
Este hecho sirve de excusa para que los espectadores puedan visitar las tumbas de los protagonistas acompañados por Don Juan de Austria antes de cada función, según se ha explicado hoy en la rueda de prensa.
Y aunque es la primera vez que la obra se representa en El Escorial, no va a ser la última porque, según Boadella, han decidido que “cada año” se realice una versión diferente del “Don Carlo” en el festival.