Banksy y destrucción son dos conceptos que empiezan a ir de la mano. Después de la polémica trampa en la trituradora que pretendía servir de trolleo al capitalismo y a las casas de apuestas, parece que Girl with balloon (Niña con globo) podría no ser la única obra del artista anónimo que se destruya. A esta se suma otra: Slave Labor (Trabajo de esclavos), que muestra a un niño pequeño de rodillas mientras cose banderas del Reino Unido.
Al menos, es lo que su propietario, el estadounidense Ron English, indicó la agencia británica PA: “Esto es un golpe para el arte callejero. No se debe comprar ni vender”. Por ello, el también artista callejero, decidió comprar el Banksy subastado la semana pasada en Los Ángeles por 650.000 euros para “pintar encima de él” e incluirlo en “una de las paredes” de su casa. Aún así, tampoco descarta volver a vender la pieza “reconvertida”: “Por supuesto que venderé la pintura 'blanqueada' por un millón de dólares. Estoy loco pero no soy estúpido”, aseguró.
La pieza en cuestión, fue pintada por Banksy en 2012 en una tienda situada en el norte de Londres. Sin embargo, fue retirada a por alguien desconocido meses después de su creación y subastada en 2013, algo que enfureció a los residentes del distrito de Wood Green, donde estaba el mural. Finalmente, después de transitar por diferentes casas de subastas, llegó hasta Julien's Actiond en Los Ángeles, donde fue comprada por Ron English. Quedará por comprobar si su supuesta destrucción termina siendo una protesta al mercado o si, por el contrario, al igual que ocurrió con Girl with balloon, acaba duplicando su valor.