Cultura prioriza la conservación y la exhibición frente a la producción de cine español
Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 dejaron en general buenas sensaciones en el sector cultural: el Gobierno gastará en políticas culturales 1.589 millones de euros, casi un 40% más que el anterior ejercicio. El incremento, también explicado por los 364 millones de la aportación europea, pilló de sorpresa a una cartera acostumbrada a la falta de liquidez especialmente durante el mandato de Mariano Rajoy, que en 2013 la redujeron a un mínimo histórico de 721 millones de euros. Sin embargo, no todos los programas han salido beneficiados con las nuevas cuentas.
Miguel Iceta ha comparecido este lunes en rueda de prensa para explicar los presupuestos destinados a su ministerio, acompañado además de su equipo directivo y el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco. “Unos presupuestos para la recuperación”, ha sentenciado el ministro de Cultura al comienzo de esta comparecencia.
Sin embargo, la conservación y restauración de bienes culturales dejará de recibir 23.135.000 euros y quedará en 21.166.000 euros, es decir un 8,6% menos que con los presupuestos anteriores. Además, aunque los museos aumentan 20,5% con respecto a la partida anterior, no ocurre lo mismo con la cuantía destinada concretamente a las exposiciones, que se reduce un 28,3%. Sucede algo parecido con la cinematografía, que aunque su dotación crece un 13,5% no lo hace así el fondo de protección a la cinematografía, que es de donde salen las ayudas que recibe el cine español. Este se mantiene estático en 70 millones, la misma cantidad que el PP otorgó al sector en 2017 y que decepcionó al sector.
Preguntado por elDiario.es sobre este aspecto, el ministro ha apuntado que “los presupuestos son un equilibrio de ingresos y gastos, y se busca un balance entre diferentes partidas”. En el caso del cine y del congelamiento del fondo de protección a la cinematografía, Iceta sostiene que en este caso la prioridad del ministerio no ha sido la producción. “No nos hemos centrado en la producción, sino en otras cuestiones que nos parecen igualmente relevantes. Por ejemplo, todo el dinero del bono cultural que está en el cine no está detallado en el presupuesto, porque yo no sé qué parte de este bono va a acabar en el cine. Pongamos que un 20%, que son 40 millones de euros más”, matiza el político. Añade que desde el ministerio han decidido dar relevancia a otros aspectos por encima de la creación de películas porque, entre otras cosas, era “muy importante salvaguardar el patrimonio fílmico que estaba a punto de desaparecer, de ahí la aportación a Filmoteca”.
En el caso de la conservación y restauración de bienes culturales, el ministro mantiene que esta partida se ha incrementado “en 51 millones de euros”. “Pero debemos de recordar que la inversión en patrimonio no solo corresponde al ministerio de Cultura, también las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos tienen competencias”, ha explicado.
Pero de esta partida de 51 millones habría que apartar los más de diez millones que van destinados a la reforma de Tabacalera y los 40 restantes se repartirán solo entre los Bienes de Interés Cultural (BIC) de todas las Comunidades Autónomas. Esto quiere decir que los bienes que no cuenten con la máxima protección que les otorga la ley no formarán parte de estas ayudas. Según el Anuario de Cultura 2020, los BIC inmuebles son 17.199 y los bienes muebles, 23.400. Sin embargo, muy pocos serán los privilegiados con los fondos europeos si tenemos en cuenta que la reparación de la cubierta de la Catedral de Toledo supondrá un millón de euros.
No nos hemos centrado en la producción de cine, sino en otras cuestiones que nos parecen igualmente relevantes
El ministro no ha hecho referencia al descenso del presupuesto en el programa exposiciones, aunque durante la presentación de esos datos dio pistas de a qué instituciones irá la dotación destinada a pinacotecas. El Museo del Prado recibirá 9,7 millones, destinados también para la reforma del Salón de Reinos, el Reina Sofía 4 millones, el Thyssen-Bornemisza 11 millones y la Biblioteca de España 1,2 millones. “Hemos pedido un gran esfuerzo a esas instituciones para que muevan sus colecciones y no quedarnos solo en Madrid. Pero es un esfuerzo que cuesta dinero, y parte de estas ampliaciones presupuestarias tienen que ver con la intención de acercar a la gente nuestro patrimonio”, ha alegado el ministro.
Por otro lado, uno de los problemas del Ministerio de Cultura a los que hacía referencia el anterior ministro, Rodríguez Uribes, era a la falta de personal para la gestión de las convocatorias y proyectos. En este sentido, Iceta ha destacado que van a destinar un incremento de 7 millones de euros en recursos humanos que se traducirán en la incorporación de 500 funcionarios a diferentes áreas de cultura, desde a archivos hasta al propio ministerio.
Por lo demás, la rueda de prensa de Iceta ha estado muy centrada en la presentación del bono cultural para jóvenes que corresponden a 210 millones de euros del presupuesto. “Tiene un sentido básico que es ayudar a crear hábitos en la gente joven y a los sectores culturales que la pandemia ha maltratado”. El encargado del Ministerio no ha aclarado específicamente en qué se podrá emplear el dinero de este bono, pero señala que no quieren “decirle a los jóvenes qué consumir” y ha vuelto a incidir en que no tienen la idea de “dirigir este gasto cultural a las corridas de toros”
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