Dario Villalba, de quien Warhol dijo que era un pintor del Pop Art “con alma”, coincide en Madrid con otras leyendas del Pop que llenarán el Thyssen y el Reina Sofía, bajo el lema “Este verano #MadridesPop”. Sus imágenes de sin techos, chaperos y marginados coincidirán en el tiempo con las obras más emblemáticas de los artistas del género.
“Soy anti Pop Art”, asegura a Efe el vasco Dario Villalba. “Mi obra es mucho más espiritual y vivencial. Toda mi actitud ante la humanidad. El Pop puede ser la cosa más de cartón piedra. A Warhol le pareció que en mis obras había algo anímico, que el Pop más bien lo transforma en marca, como la Marilyn, casi como cartón piedra”.
Pero entre los Mitos del Pop que el Thyssen inaugura el próximo día 9, estará una de las obras más conocidas de este pintor -Villalba- pionero en el uso de la fotografía como soporte y presente en los principales museos del mundo, su retrato de Jones. Casi toda la muestra se nutrirá de aportaciones de la National Gallery de Washington, la Tate de Londres o de la prestigiosa colección Mugrabi de Nueva York.
Por su parte, el museo Reina Sofía acogerá entre el próximo 27 de junio y el 13 de octubre la mayor retrospectiva realizada hasta la fecha sobre el artista Richard Hamilton. Además de esta exposición monográfica del pintor británico, también se podrá disfrutar hasta agosto de un acróstico de Hamilton en la exposición de Darío Villalba abierta en la Galería Freijo, con el título de Testigo Documental. El poder de la imagen en Darío Villalba. “Esta es una exposición exquisita e íntima, entrañable -dice el artista-. Estas obras son un homenaje al dolor, que hago siempre a partir del ser humano, que me distancian del arte pop, porque yo hago hincapié en el lado bello y patético de la humanidad”.
Fotografías como lienzos
Villalba siente gran admiración por Warhol y todos los grandes artistas del Pop que llegarán este verano a Madrid de la mano del Thyssen, como Rauschenberg, Lichtenstein o Wesselmann. “La fotografía es pintura y la pintura es fotografía” ha dicho siempre y lo ha demostrado en más de cuarenta años de creación. Darío Villaba pinta sobre fotografía, la chorrea, la tacha, la fragmenta, la multiplica.
La exposición de la Galería Freijo está centrada en la Demente (1974), una de sus obras míticas de la técnica conocida como “encapsulados”, que tuvieron gran éxito internacional y le valieron el Premio de la Bienal de Sao Paulo en 1973 y el reconocimiento mundial.
El impactante rostro de la Demente, de más de dos metros y medio por dos, una mujer al límite del horror que Darío Villalba vio en un hospital, encapsulado en metacrilato transparente, como una crisálida y suspendido en el espacio, llena una de las salas de la Galería.
Acompañan a la Demente setenta de los tres mil documentos básicos de Darío Villalba, seleccionados por la galerista Angustias Freijo y el artista, obras fechadas entre 1964 y 2001 de pequeño formato.
Una biografía abstracta
“El hombre ha sido lo que me ha inspirado”, insiste Darío Villalba y el crítico Francisco Calvo Serraller destaca en el catálogo que “todo este conjunto icónico realza, a la vez, el valor de la vida humana como algo a la vez único y comunitario”.
“Los documentos básicos son mi diario estético intimo, mis vivencias, las cosas que me llaman la atención. La biografía de cada obra está unida a mi propia biografía”.
“En la juventud primera era más bien el dolor lo que me impactaba y lo que yo pretendía captar, pero a medida que me fui haciendo más maduro mi mirada se hizo más promiscua y eran distintas cosas las que me llamaban la atención, desde mis pies cansados, hasta adolescentes, mendigos o gentes sin hogar”.
Uno de los artistas más reconocidos que surgieron después de El Paso y el expresionismo abstracto, creador de un lenguaje personal en respuesta al informalismo y que se alejó del “pop art” y el arte conceptual de entonces, Darío Villalba se sobrepone a su mala salud con la ayuda de una silla de ruedas y continúa trabajando con optimismo en su estudio de Madrid.