El Ministerio de Cultura ha decidido eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia. El departamento que dirige Ernest Urtasun no convocará el galardón para 2024 y ha iniciado los trámites administrativos para su anulación definitiva. Una decisión que no ha gustado a figuras como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha; el portavoz del PP Borja Sémper o la Fundación Toro de Lidia, que ha anunciado que otorgará igualmente el galardón, por su cuenta, “mientras dure la situación de excepcionalidad censora provocada” por el ministro.
En la misma línea se ha situado el presidente de Castilla-La Mancha, que ha publicado en sus redes sociales su intención de “contactar” con el sector taurino para “crear” unos nuevos reconocimientos. “Estos premios tienen la ambición de poder ser coordinados o compartidos con otras autonomías, puesto que pretendemos que tengan alcance nacional e internacional”, ha avanzado.
También se ha propuesto para asumir el galardón el gobierno de PP y Vox en Extremadura. La consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de la comunidad, al frente de la que está Ignacio Higuero, ha defendido en una nota de prensa su “apoyo” al eliminado reconocimiento, ya que consideran que la tauromaquia es fundamental “no solamente por su arraigo en nuestras tradiciones y el valor patrimonial y cultural, sino por ejercer de factor dinamizador económico en la región y en España”.
En Castilla y León han compartido la misma postura. “Esta es una Comunidad inequívocamente taurina. La fiesta del toro está implicada en nuestra cultura de un modo central. Nos vamos a sumar a todas las comunidades que apoyen este premio”, ha explicado el consejero“, ha explicado el consejero de Cultura, Turismo y Deporte Gonzalo Santonja (Vox).
El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP Borja Sémper, por su parte, ha anunciado que su partido volverá a instaurar el reconocimiento. “Suprimirlo demuestra que el Gobierno no apuesta por la libertad ni la pluralidad cultural”, ha declarado ante los medios en Zaragoza.
Desde Catalunya, el candidato del PP a las elecciones autonómicas, Alejandro Fernández, ha criticado la supresión del premio, recordando que la tauromaquia proviene de la cultura grecorromana: “Si al señor Urtasun no le gusta, pues él sabrá lo que tiene que hacer”. “Que cada uno vaya si le da la gana a las plazas de toros. Yo no soy de ese mundo pero, quien quiera hacerlo. Yo creo en la libertad”, ha respondido a si sería partidario de recuperar la celebración de estos eventos en Catalunya.
José Luis Martínez-Almeida ha definido en sus redes sociales a los toros como “la fiesta más culta que hay hoy en el mundo”; y ha definido a Madrid como “orgullosa capital del toreo”. “Lo defenderá siempre frente al sectarismo”, ha publicado. La delegada de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, Marta Rivera de la Cruz, ha afirmado que “Lorca, Picassso, Chávez Nogales o Enrique Tierno Galván hoy estarían muy disgustados”.
Mariano de Paco, consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid, ha tachado de “lamentable” la decisión tomada por el gabinete. Para él, Urtasun “no trabaja mucho” y cuando sí lo hace es “entorpecer el buen desarrollo de la cultura”. “La tauromaquia es Patrimonio Cultural, de la misma manera que lo es el flamenco”, ha defendido en declaraciones a los periodistas, en un acto en los Teatros del Canal.
La Fundación Toro de Lidia, por su parte, ha definido en un comunicado la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia como un “nuevo ejercicio de censura promovido” por la cartera que lidera Urtasun. Según han indicado, el responsable “desconoce casi todo sobre la cultura”, en especial que esta “no depende de lo que opine un ministro, sino de lo que expresa un pueblo en libertad”.
La organización ha calificado la decisión como “irrelevante” dado que aseguran que tras los “pocos años” en los que estará al mando del Ministerio, los “premios volverán tan pronto como haya otro ministro que sea consciente de respetar toda la cultura de este país, la que sea de su gusto y la que no sea”. “La libertad de creación artística y de acceso a la cultura es independiente de las preferencias del poder político”, han sostenido.
“Broma de mal gusto”
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón (PP), ha calificado de “broma de mal gusto” la supresión del galardón. “No es una buena noticia”, ha asegurado en declaraciones a los medios, “si ese es el camino que ha decidido el Gobierno de España de ir contra la cultura y la tradición, es un camino equivocado”.
El vicepresidente y conseller de Cultura y Deporte del Gobierno valenciano, Vicente Barrera, ha manifestado su “total repulsa” a la decisión, que ha calificado de “arbitraria”. Para el dirigente de Vox, la medida constituye “no solo un acto de censura, sino también un ejemplo de sectarismo político al intentar imponer una única perspectiva cultural desde la izquierda”.
La Junta de Andalucía ha cargado con dureza contra la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz ha definido la determinación como un “monumental horror” y un “espectáculo bochornoso”. “Los toros son cultura, turismo y economía”, ha reiterado el dirigente, que ha reprochado al Gobierno de Pedro Sánchez que “dé la espalda a un pilar histórico de la cultura”, así como a un “pilar económico muy importante del que viven muchísimas familias” tanto en el campo como en el turismo.