Pedro Bravo es un tipo que, efectivamente, hace de todo: escribe, monta campañas para salvar el mundo, regenta un espacio de co-working en Malasaña y también sale en bici. Prueba de ello es su divertido libro Biciosos, recién publicado en la editorial Debate, donde reflexiona sobre la naturaleza de nuestra relación con la bici, la carretera y la vida en la ciudad. Con anécdotas humillantes y lecciones para todas las edades. Le hemos hecho hecho el interrogatorio de rigor.
Coger la bici en Madrid: ¿suicida o marcatendencia? ¿Cuál es la diferencia entre Berlín, Copenhague, Portland... y nosotros?
Nada de suicida. Ir por Madrid en bici es una gozada que recomiendo a todo el mundo. Yo, al menos, lo disfruto. ¿Que la ciudad no está preparada? Bueno, el asfalto da bastante pena y no hay mucho carril bici, pero hay muchas calles tranquilas por las que se puede circular, muchos caminos distintos para llegar a todas partes y, aunque creamos que no, la gente cada vez respeta más. Entiendo que haya quien le dé sustito coger la bici con tanto coche y tanto estrés pero, de verdad, en cuanto empiezas y se te quitan los miedos, es estupendo.
La diferencia entre todas esas ciudades y Madrid es que en todas hace mucho más frío y llueve más que aquí y, a pesar de eso, va muchísima más gente en bici. Los motivos son varios, desde mejores infraestructuras a costumbres históricas conservadas.
Tu tienes una bici de piñón fijo. ¿Mola o es sólo postureo?
Sí. La tengo un poco por casualidad. Fui hace unos cinco años a ver a mi amigo David, que acababa de abrir su tienda/taller (Dale Pedales), para hacerme una bici urbana y dejar la de montaña que estaba llevando en ese momento. Y salí de allí con una fixie sin haberlo pretendido y tratando de no matarme por eso de que no tenñia frenos. Luego me acostumbré y me gusta la sensación de armonía total con la máquina en movimiento. Pero no soy proselitista, sé que hay mucha gente que le parece una chorrada y a mí me parece estupendo que les parezca eso. Últimamente le estoy dando vueltas a la idea de ponerme tres o cuatro marchas. Que me estoy haciendo mayor.
¿Qué bici es la mejor para circular por Madrid (contando los agujeros, las cuestas y los adoquines)?
Pues según quién y cómo. Para gente mayor o baja de forma, una eléctrica estará muy bien. Para quienes quieran ir cómodamente y sin prisa, una de paseo tipo holandesa. Para los mensajeros, pues igual una de piñón fijo. En general, yo creo una bici ligera pero robusta, con al menos tres marchas, buenos frenos y unas ruedas no excesivamente finas está bien.
¿Quiénes son más peligrosos en Madrid, los coches o los peatones?
El despiste y la prisa. Muchas veces los peatones cruzan (cruzamos) por cualquier lado sin mirar, fiándose de la ausencia de ruido. Y hay conductores que tienen una prisa loca por llegar al siguiente semáforo en rojo o al siguiente embotellamiento. Y esto es algo así como el juego de piedra, papel o tijera. El peatón arrollado por la bici puede pasarlo mal y el ciclista arrollado por un coche, fatal. Hay que ir muy pendiente de todo y eso es bueno, es parte de la gracia de ir en bici por ciudad.
¿Por qué todos los talleres abren a partir de las 11? ¿Recomiendas alguno?
Pues no lo sé, habría que preguntárselo a ellos. Yo mi bici se la llevo normalmente a David, de Dale Pedales, que es quien me la hizo y que es buen amigo desde hace años. Pero hay un montón de buena gente y buenos talleres por la ciudad. Eso sí, el mecánico de bicis suele ser una persona peculiar. Hasta aquí puedo leer.
¿Qué errores nos puedes ahorrar a los que empezamos con la bici?
Uf, no sé. El primer error es no atreverse a cogerla, ponerse excusas. Es normal tenerle respeto pero yo lo que recomiendo es montar y sentirse con derecho a hacerlo. Porque lo tenemos. Ir por la calzada, claro, no por la acera, y por el centro, seguros y confiados, respetar y hacerse respetar. Por lo demás, lo típico, respetar las normas, no emborracharse, mantener la calma y, por favor, sacarse los cascos y la música de las orejas.
¿Cuáles son los mejores recursos para los nuevos ciclistas?
Hay un mapa de calles tranquilas para ir en bici que lanza la gente de En Bici por Madrid y que está bien para el que empieza. también ellos acompañan los fines de semana a gente que quiere probar la ruta hacia el trabajo y necesita un empujón. No soy muy de la bicicrítica, la quedada ciclista, festiva y reivindicativa de los últimos jueves de cada mes, pero sí creo que es una buena ocasión para coger la bici por primera vez y sentirse protegido y hablar con gente que va habitualmente en bici. Y los amigos, claro. Yo alguna vez he acompañado a gente en paseos en bici y seguro que todos tenemos a alguien cercano que va en bici y nos puede acompañar y asesorar. Por lo demás, hay sopotocientos blogs y redes sociales estupendas que informan muy bien de todo esto.
Qué cambios de la regulación convertirían Madrid en una ciudad de ciclistas?
Más que cambios de regulación, a Marid le hacen falta dos cosas. Por un lado, políticas de movilidad bien pensadas y con una visión a medio y largo plazo. Y por otro, y quizás sea lo más importante, que los madrileños nos decidamos a coger la bici y nos dejemos de excusas, que si es que hace frío o hace calor o hay cuestas o la ciudad no está preparada. Está muy bien hablar sobre bicis y hasta escribir sobre ello, pero es muchísimo mejor montar en bici. Y eso es lo que nos hace falta, creo yo.
¿Dónde aparcas la bici para que no te la roben?
La bici duerme en casa y cuando me muevo por la ciudad la coloco donde puedo: en los pocos aparcabicis que hay, en señales de tráfico, a veces en bancos si no hay otra cosa a mano, nunca en árboles ni en seres vivos y siempre intentando molestar lo menos posible. Procuro que sean lugares visibles y transitados pero también trato de no obsesionarme mucho con la posibilidad del robo. De momento he tenido suerte, sigo cruzando los dedos.
¿Cuál es el mejor candado?
Yo llevo una U que tengo desde hace 20 años o así. Se supone que este tipo de candados son los mejores, y ahora han mejorado mucho los materiales. Desde luego, nada de confiar en los candados de cable esos finitos.