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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Viñetas para sobrevivir al cubículo

El New Yorker recibe 1000 viñetas cada semana, pero sólo publica 17, que salpican las páginas de la venerable revista de manera aparentemente anárquica, aunque Bob Mankoff asegura que no. Desde hace unos años, sus editores ha ido empaquetando las mejores en diferentes volúmenes temáticos: perros, profesores o fútbol en el New Yorker.

De todos ellos, Libros del Asteroide ha publicado dos: El Dinero en The New Yorker y, esta semana, La oficina en The New Yorker, una recopilación de más 200 viñetas acerca del mundo del cubículo publicadas desde 1920.

Las viñetas de la venerable publicación se caracterizan por una aproximación quasi-socrática a las paradojas de nuestra sociedad y muchas se han convertido en iconos que definen su época (En Internet, nadie sabe que eres un perro). Y también ha sido el refugio de los grandes dibujantes de nuestro tiempo; este volúmen, que incluye firmas como Mankoff, Charles Barsotti, Leo Cullum, Barney Tobey, George Booth, Tom Cheney, Peter C. Vey o Lee Lorenz.

No sólo para fans del New Yorker

Es pomada para el alma para todo aquel que conozca el horror del lunes por la mañana, las paradojas de la jerga empresarial, el dolor existencial de las reuniones infinitas y la deshumanización de la rutina. El regalo perfecto para cualquier esclavo del cubículo, aunque sólo sea mental, en estos tiempos de crisis deshumanizadora.

“En España no se había publicado nada de esto -contaba hoy Luis Solano, fundador de la editorial.- El año pasado hicimos la primera selección de viñetas basadas en temas económicos, y, viendo otras posibilidades, me di cuenta que había otro tema que podría ser interesante y revelador a los españoles”.