Lucio Corsi, la baza 'glam rock' de Italia para Eurovisión: “No llevaré artificios”

Roma, 21 mar (EFE).- “Quería ser un tipo duro, pero no soy nadie”. La revolución de Lucio Corsi está hecha de confesiones, historias y algo de candidez y pronto saltará al mundo representando a Italia en Eurovisión, fiel a su estilo único, de rapsoda 'glam': “No habrá fuegos artificiales”, promete durante la presentación de su nuevo disco.

“Nos estamos preparando, pero queremos centrarnos en la música, en los instrumentos, sin artificios, sin fuegos artificiales. Creemos que es lo justo, lo que queremos y lo que nos interesa”, afirma el músico, a menos de dos meses de exhibirse en la final 'eurovisiva'.

Corsi (Grosetto, 1993) ha pasado en pocos días de ser una voz más en la escena 'indie' italiana a que todo el país canturree el tema con el que quedó segundo en el pasado festival de Sanremo, 'Volevo essere un duro“ (”Quería ser un tipo duro“, en español).

El artista, un inesperado trovador 'glam', enjuto, de pelo largo y botas de 'cow bow', arrasó con ese himno dedicado a todos aquellos que no lograron convertirse en lo que soñaron, que “tienen miedo a la oscuridad” o que si se pelean, acaban llevándose todos los palos.

Pero, mientras saboreaba la repercusión que le otorgó Sanremo, el destino quiso coronarlo como el próximo representante de Italia en Eurovisión, debido a la renuncia del primero en el certamen de la canción, Olly, un éxito juvenil del 'autotune'.

De este modo, la canción de Corsi sonará en la final 'eurovisiva', el 17 de mayo en la ciudad suiza de Basilea. Pero promete que no cambiará el tema, que seguirá apostando todo a lo instrumental, por mucho que el resto de países lleven propuestas más comerciales.

Naturalmente no puede revelar demasiado de su actuación, pero sí que tocará la armónica, toda una reivindicación de la autenticidad ya que las 'eurocanciones' suenan con su base musical grabada, y que no cantará con el muñeco Topo Gigio, como hizo una noche de Sanremo.

Lucio es joven, tiene solo 31 años, pero ya suma cuatro álbumes de estudio en los que abraza una amplia variedad de temáticas, bebiendo de la herencia de los cantautores que le precedieron pero con un interés especial por la esfera onírica, los sueños y la fantasía.

Su último disco, que se estrena este viernes, tiene el mismo título de la canción que ha catapultado su carrera, 'Volevo essere un duro', y consiste en su trabajo más autobiográfico y realista: “Esta vez he preferido hablar de personas”, sostiene durante su presentación.

A lo largo de sus nueve canciones, Lucio despliega un universo melódico con ecos de la 'Beat Generation', poblado por Don Quijote, San Francisco o Paul McCartney, por amigos reales como su fotógrafo Francis Delacroix o por un tal 'Rocko', un matón de su escuela.

En el álbum, Lucio canta a las primeras ocasiones de su vida, como en la tierna 'Tu sei il mattino' (Tú eres la mañana), así como a otros momentos más “raros” de su existencia, como deja entrever en otro tema -'Sigarette' (cigarrillos)- en el que promete fidelidad al tabaco “para no llegar a viejo”.

Mientras lanza al mercado este nuevo trabajo, este cantautor a lo 'Bowie' y sonido 'beatle' ya ha podido comprobar su propio tirón con la gira veraniega que le espera y en la que ya ha colgado el cartel de 'completo' en muchos de los conciertos anunciados.

El 10 de abril arrancará su 'Club tour 2025', que le llevará por los bares y salas de las principales ciudades italianas hasta el 4 de mayo, justo antes de Eurovisión. Las entradas han volado.

Pero después dará comienzo la gira veraniega para pasearse por los mayores festivales del país, como el 'Rock in Roma', en el inmenso hipódromo de la capital italiana.

Gonzalo Sánchez