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Millás: El escritor está obligado a ser un observador perspicaz y crítico

EFE

El escritor y periodista Juan José Millás se ha mostrado convencido, en una entrevista con Efe, “que no se puede escribir sin ser un observador” y el escritor “tiene la obligación de ser un observador perspicaz y crítico, de lo contrario, podrá escribir el Código Civil pero no una novela”.

Momentos antes de participar en la clausura del Hay Festival de Segovia, para hablar sobre su último libro, “La mujer loca”, con la periodista Marisol Teso, Millás ha destacado de esta obra “es un artefacto compuesto de tres materiales: autobiografía, reportaje y novela”.

Los tres se han unido en amalgama como si se tratara de metales en una aleación, lo que le lleva a decir al autor que, ahora mismo, “sería imposible separarlos en sus partes originales”.

Convencido de que aún queda convivencia entre el papel y el soporte digital, aunque al primero no le queda apenas futuro, sostiene que “cuando la realidad se pone muy agresiva, como ahora mismo, uno no puede hacer un ejercicio permanente de solipsismo, tiene la obligación de denunciar lo que pasa”.

A juicio de Millás, tener un espacio en un periódico, como una columna, “es un privilegio y comporta obligaciones, una de ellas es dar voz a quien no la tiene”.

Sobre la influencia de esta realidad en su obra, ha aprovechado para subrayar que “se imponen unas formas de vida y un dominio de lo económico y financiero, apoyado por una ideología muy concreta, que nos conduce a formas de vida que son un desastre, nos retrotraen a siglos, a formas de explotación que creíamos estaban superadas”.

Por eso, ha añadido, “en la medida en que uno vive en el mundo y es poroso a lo que ocurre, tiene que influir, uno tendría que estar plastificado para que eso no influyera, tendría que vivir en una torre de marfil, de qué manera, es más complicado de decir, no es inmediato, sobre todo si nos referimos a la novela”.

Millás ha confesado que es un privilegiado porque, aún en un entorno complejo, hace lo que le gusta, que es escribir, y tiene medios de comunicación desde donde le permiten hacerlo.

¿Y que podemos decir del eterno interrogante sobre si periodismo es literatura?. Millás tiene claro que, “en el caso de que sean cosas distintas, lo que admitimos con demasiada ligereza, son dos territorios que se complementan, yo voy de uno a otro, enriqueciendo cada uno con las aportaciones de otro, mi periodismo ha hecho mucho por mi literatura y al contrario”.

Columnista con preferencia sobre el “articuento”, un híbrido entre cuento y artículo, ha recordado que practicó esta fórmula cuando comenzó a trabajar en los periódicos, en parte porque le parecía que había un exceso de opinión política y le interesaba más volver la mirada a lo que había de misterioso en lo doméstico y lo cotidiano.

Eso “funcionó muy bien” y ahí se encuentra muy “a gusto”, ha reflexionado.

Con Millás concluye la novena edición del Hay festival de la literatura y las artes en el año que, según su directora, Sheila Chremaschi, “ha sido el más lúdico y divertido, donde los autores han participado y jugado, mientras la ciudad se ha involucrado más en la actividad”.

Como ejemplo, Chremaschi ha citado los camiones antiguos de bomberos que trasladaban a los escritores a los lugares de celebración de sus intervenciones, donde incluso montó el Nobel Mario Vargas Llosa, mientras que el arquitecto Norman Foster lo ha hecho hoy en un Hispano Suiza de 1922.

La elevada participación del público en los eventos ha sido otro de los puntos a destacar en esta novena edición, a juicio de Cremaschi, como lo demuestran llenos absolutos, incluso en nuevos espacios que antes apenas se empleaban.

Por ejemplo se ha utilizado el aula magna de la IE Universidad, en el antiguo convento de Santa Cruz, del gótico isabelino, con capacidad para mil personas, y la que fue iglesia de San Juan de los Caballeros, románica, para 350 personas.

Ambas se suman a los otros diez espacios con capacidad para 100 personas cada uno, que han llegado a llenarse a la vez, ya que en cuatro días se han concentrado más de medio centenar de actos literarios, recitales poéticos, proyecciones de cine o exposiciones.