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El Museo de Bellas Artes de Houston muestra la vida de Van Gogh con 50 obras

EFE

Houston (EE. UU.) —

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El Museo de Bellas Artes de Houston (Texas), inauguró hoy una exposición que muestra la tumultuosa búsqueda de Vincent Van Gogh de convertirse en un artista a través de más de 50 obras, desde bocetos de sus inicios a los paisajes que lo hicieron famoso tras su muerte.

El MFAH, como se le conoce por sus siglas en inglés, uno de los diez museos de arte más grandes de Estados Unidos, exhibirá hasta el 27 de junio “Vincent van Gogh: Su Vida en el Arte”, que recoge obras prestadas por el Museo Van Gogh de Amsterdam y el Kröller-Müller de Otterlo (Holanda), que poseen la mayor colección de Van Goghs del mundo.

La exhibición consta de una selección de más de 50 pinturas y dibujos de Van Gogh (1853-1890) que fueron hechos en un período de diez años y que van desde los bocetos y paisajes, a las naturalezas muertas o retratos que acabaron por hacerlo famoso.

“Es un enorme placer el haber contribuido en esta muestra por medio del apoyo que tenemos entre instituciones”, dijo Axel Rüger, director del Museo de Van Gogh en Amsterdam durante la presentación ante la prensa.

Según Rüger, lograr hacer la obra de Van Gogh lo más accesible posible para el público es “muy importante para el Museo Van Gogh de Amsterdam” y forma parte de su misión.

La exhibición revela la “corta y asombrosa carrera de Van Gogh, desde sus inicios cuando no tenia experiencia para luego tener un desenlace apoteósico y por último un fin trágico”, comentó a Efe David Bromfold, curador de la exposición y jefe del Departamento de Arte Europeo del MFAH.

“Van Gogh logró resultados increíbles, fueron 850 cuadros y 1.300 dibujos, esto es un logro absolutamente fenomenal, cambió el arte por siempre”, agregó Bromfold, quien también es director del Departamento de Conservación del museo.

Una primera sala sirve a modo de presentación de la exhibición con varias copias de sus piezas y un audio que ambienta esos tiempos con una recreación de una discusión entre Van Gogh y su colega Paul Gauguin en la “casa amarilla”, en la localidad francesa de Arles.

La muestra está dividida en las cuatro etapas claves de la trayectoria del pintor postimpresionista, desde los primeros bocetos hasta las últimas pinturas que realizó.

De esta forma se puede ver en la primera sala “Los cavadores” (1880), copia de la obra de Jean-François Millet, realizada por Van Gogh como parte de su formación, en la que hizo copias y grabados de grandes pintores durante sus primeros años como artista en Holanda.

A su vez, se refleja el enorme valor que tuvieron para Van Gogh las escenas y paisajes de la vida rural a través del gran número de dibujos y pinturas que hizo mientras vivió en el pueblo de Nuenen.

Una réplica de “Campesinos comiendo patatas” (1885), su primer gran proyecto, va acompañada por una reproducción a gran escala sobre un mural de una de las cartas que escribió a su hermano Theo y donde analiza la obra.

Las más de 800 cartas que escribió Van Gogh a familiares y amigos son un “testimonio diario de su evolución como artista, a través de ellas podemos ver con transparencia cuál era su búsqueda”, según explica Gary Tinterow, director del MFAH.

En una segunda sala se exhibe “Agostina Segatori en Le Tambourin” (París, 1887), obra influenciada por la vida urbana parisina en la que se aleja del tema rural, se concentra en el retrato, un momento en que conoce a otros artistas que influyen en su obra.

La exposición también muestra la búsqueda del artista de la luz y el color durante su estadía en Arles, donde pinta paisajes, campos de trigo y retratos.

“Las Rocas”(1888), “La colina de Montmartre”(1886) y “Campos arados” (1888) manifiestan su atracción por los paisajes coloridos del sur de Francia, y su nuevo estilo se caracteriza por pinceladas largas y rítmicas, y capas gruesas de pintura.

Destaca también “Bodegón con plato de cebollas” (1889), que finalizó a su regreso del hospital luego de cortarse la oreja tras una discusión con Gauguin.

En la última parte de la exposición, se puede apreciar “Irises”(1890), una de las obras más emblemáticas de Van Gogh, de la que hizo varias versiones, y que creó mientras estaba internado en el asilo de Saint-Rémy debido a sus transtornos psicológicos.

“El jardín del asilo en Saint-Rémy” (1889) y “Mujer campesina atando gavillas” (1889) muestran la fascinación del artista por los jardines y los campos de trigo que veía desde su habitación en Saint-Rémy.

“Van Gogh ha perdurado en nuestra imaginación y lo seguirá haciendo debido a su autenticidad y sinceridad, porque sus obras revelan a un artista apasionado y casi desesperado por el deseo de comunicar algo a la humanidad”, dijo Tinterow.

“No podría pedir un mejor final para mi carrera acá en Houston”, dijo a Efe Bromfold, quien se despide del museo con esta exhibición para jubilarse y regresar a su Inglaterra natal.