“Lo de muchos nunca tiene que ser para pocos”. A esa filosofía de vida se remite Xoel López para justificar que no juega a la lotería cuando nos ofrecen comprar papeletas mientras nos tomamos un café en una terraza de la Plaza de la Luna (le hace saltar, eso sí, que lleven impreso el escudo del Dépor). El cantante gallego se encuentra inmerso en una minipromoción por los últimos coletazos de la gira de Paramales, una suerte de “traca final” con la que pone punto y final a un año y medio “importante e intenso”. El sábado 29 estará en la Sala Apolo de Barcelona
“Ha sido para mí una confirmación de esta etapa (después de sus años bajo el nombre de Deluxe), pero su relativo éxito generó quizá más curro del esperado. Necesito marcar este punto, para que venga luego otra cosa”. Esa “otra cosa” será un próximo disco, previsiblemente para finales de verano, y un libro de poemas. Pero, ¿será realmente capaz de descansar? “Va a ser más bien, en términos musicales, un fade out. Luego haré varios acústicos, y en enero un último concierto en Madrid. En marzo y abril, paro. Seguro no hay nada, claro, pero ojalá no toque, ojalá no me salga nada que no pueda rechazar”.
Supongo que algo que se notará en el próximo disco es que hay menos presencia de América Latina. Tras una larga temporada allí, ya lleva en España casi dos años.
Desaparecerá un poco, eso sí se podría adelantar. A pesar de que hay muchas influencias de las que no me puedo desprender, que ya están interiorizadas y que las tengo casi en el ADN; ni puedo ni quiero. Pero es verdad que viene un disco más europeo, más de aquí.
¿Más madrileño o más gallego?
Es imposible que no esté Galicia. Galicia aparece aunque sea en las metáforas marinas, no puedo evitarlo. Aunque no vea el mar en toda la semana, me lo imagino.
¿Es más cantautor, poeta o músico de banda?
No es por responderte a la gallega, pero creo que soy un poco de todas las cosas. Si elijo una cosa, te miento. Me siento más músico que poeta, eso sí, creo que soy básicamente un cancionista. Lo que no quita que a veces haga versos que se identifiquen más con la idea de poeta, pero me siento a años luz por respeto a los artistas que se dedican a ello. Me permito traspasar fronteras con mucho respeto y cierta ignorancia. Soy muy músico; hay gente que hace una canción pero luego no toca ningún instrumento. Yo voy a clases de batería desde hace dos meses. Creo que podría tener un grupo instrumental y sería feliz, aunque me faltaría lo otro.
¿Le volverá a apetecer algún día desaparecer y empezar de cero, como hizo en 2009 tras romper como Deluxe?
Espero que no. Espero poder controlarlo lo suficiente como para tener los márgenes suficientes de libertad y de descanso que permitan que no tenga que tomar una decisión tan drástica. Sí que es verdad que esa decisión la tomé en un momento de mi vida, a una edad diferente, en un momento en el que nada me ataba, digamos, para poder viajar. También había detrás algo de 'ahora o nunca'.
Yo no sé si me veo ahora viajando por el mundo. Tengo un hijo de casi dos años y no sé si sería lo suyo. No digo que no porque nunca se sabe, pero veo más difícil que suceda. Y ahora controlo más todo, aunque es verdad que lo urgente impide a veces lo importante. Por eso también voy a parar, para poder cultivarme y enriquecerme musicalmente, que al fin y al cabo uno también se expresa artísticamente solo si tiene algo que decir.
Dice que le preocupa el machismo de la sociedad, ¿son feministas sus letras?
Yo soy todo lo feminista que puedo, trato de ejercerlo, buscar esa igualdad de oportunidades que creo que no existe. Hasta donde uno puede, porque tienes toda una sociedad ahí que no es feminista realmente, y tenemos que hacer autocrítica también. Pero el pensamiento que uno tiene se cuela en las letras. Acabas hablando de una relación de amor desde un punto de vista de igualdad. Ojalá mis letras sean feministas.
Hay algo en sus letras que no sé si es consciente o inconsciente…
Probablemente inconsciente, antes de que me preguntes (ríe).
No transmite ideas tóxicas que se encuentran frecuentemente en otras canciones de amor.
Eso sí que puede que sea consciente. Yo entendí que el amor no era lo que uno pensaba, en 2006 o 2007. Entonces, a los 28-29, me tocó pensar qué quería, qué tenía, qué buscaba, hablaba mucho del tema. Escribí El amor valiente, El amor no es lo que piensas... había un posicionamiento, una actitud de búsqueda. Como si hubiera encontrado alguna clave. Yo creo que todo lo que uno evoluciona, descubre, crece como individuo emocional, lo acaba transmitiendo en sus letras, y es hermoso cuando alguien lo recibe y lo valora. Obviamente, otra gente lo escuchará y pensará otra cosa, pero lo que me dices me parece muy bonito.
Volvió a España en junio de 2015, ¿cómo ha vivido este ciclo político?
Como todo el mundo. Un poco desconcertado, algo confuso. Casi te diría que me pierdo un poco; estuve un poco más conectado hasta las primeras elecciones, luego perdí cierto interés. Supongo que es un momento de expectación, de convulsión social. Creo que pueden salir cosas interesantes con el tiempo. Quizá ahora mismo todavía no se aprecie el cambio, el gobierno va a seguir siendo el mismo. Pero a la larga quizá, con un cambio generacional, de pensamiento… Creo que lo va a definir la juventud, entre la que ya no sé si incluirme.
¿Se impregnará de carga política el próximo disco?
Siempre la va a haber, uno tiene pensamiento político. Desde cómo trabajas con la gente de tu entorno laboral a cómo te relacionas con tus seres queridos, si respetas o no las normas de tráfico… En todo hay posicionamiento. Cuando alguien dice que es apolítico es mentira, todos somos seres políticos desde el momento en el que pisamos la calle o nos relacionamos. Así que claro que lo va a haber.
Si hablas de la naturaleza y te posicionas en el respeto, la solidaridad, la empatía... eso son sentimientos que se traducen en que no vas a querer una sociedad desigual. Si eres un egoísta que sólo quiere estar bien él y el resto le da más igual, probablemente vas a votar a quien te beneficie a ti, no pensando en términos globales o sociales. Tengo un pensamiento que creo que abarca más de mi medio metro cuadrado de existencia.
Este verano, Nacho Vegas escribió una carta en la que lamentaba que pocos grupos en España se posicionasen políticamente. ¿Qué opinión le merece y por qué cree que pasa?una carta
No la he leído, no sabría responderte. Yo creo que hay grupos que sí que se mojan, otros que se mojan menos. Él está claro que se moja, y yo lo respeto un montón. A mí me gusta lo que él hace, sobre todo sus canciones; como ciudadano me parece muy bien también que se exprese, uno tiene que poder ejercer esa libertad.
Probablemente muchos no se atreven, algunos porque tienen miedo a la tergiversación y a que tu mensaje llegue distorsionado, que con todos mis respetos al periodismo, es el pan de cada día. Está bien que haya escrito una carta, seguro que se quedó más a gusto expresándolo que en una entrevista. Mi respeto total a Nacho, y mi admiración.
¿Escribiría una canción para un partido político?
Es que no sabría para cuál (risas). Creo que no, no me interesa a día de hoy a ese nivel hacer una canción. Me gusta hacerlas desde lo que me sale. Casi te diría que nunca hago canciones “para”, las hago “por”, así que me costaría. Sería muy difícil.
¿Y qué le parecería que la usasen?
Tendría que ver en qué caso y cómo, pero en principio hoy diría no, a cualquier partido. Aunque obviamente yo tengo mis preferencias que no te voy a decir. Ya las sabes, tú y todo el que lea esta entrevista (risas).
¿Dejarás de tocar Tierra algún día en los conciertos?Tierra
¡Hostia, una vez no la toqué! Pero fue porque se me pasó. Fue un acústico, cuando salí me dijeron “no tocaste Tierra”. Se me fue la olla y ya no puedo decir que siempre la he tocado. Pero es una canción que toco muy a gusto. A lo mejor cuando pasen 20 años puedo no tocarla porque me canse, pero es una de las favoritas del público y también mías, ahí hay armonía entre público y artista. De momento sin problema; digamos que tengo los pies en la tierra. Y en el mar.