El diseñador Paco Delgado, por el vestuario de “La chica danesa”, es la gran apuesta de España en los Óscar, pero al rastrear los créditos de los filmes nominados aparecen otros españoles que seguirán la gala con mucha atención, como el compositor Nico Casal o la animadora digital Ana Pérez López
Músico gallego ahora afincado en Londres, Nico Casal es el responsable de la banda sonora de “Stutterer”, dirigido por Benjamin Cleary y que luchará este domingo por hacerse con la estatuilla al mejor cortometraje.
“No he tenido tiempo de parar un par de horas para asimilar todo lo que ha pasado”, explicó Casal en una entrevista con Efe a los pocos días de aterrizar en Los Ángeles.
“No esperábamos (la nominación). Es un corto que hicimos entre cuatro amigos, sin expectativas, y eso también es lo bonito”, añadió.
Casal comenzó a interesarse por la música cuando era un niño y corría “desde el salón a la habitación para intentar sacar (al piano) las melodías que escuchaba en la televisión”.
Estudió la carrera de piano en el conservatorio, pero con dieciocho años puso por primera vez la banda sonora a un cortometraje y empezó a pensar que tal vez ése era su camino.
De ahí que en 2011 se decidiera a hacer las maletas para mudarse a Londres, donde cursó un máster de composición mientras trabajaba en pubs hasta que pudo dedicarse por completo a su pasión.
“Me gusta componer en largometrajes de hora y media, que me lleven cinco o seis meses, pero también me gusta mucho el trabajo de la publicidad, de 'quiero treinta segundos de música para mañana'”, detalló Casal, quien ha creado piezas para anuncios de HSBC o Gas Natural además de para películas como “El árbol magnético”, de Isabel Ayguavives.
“Abrumado” por la nominación al Óscar, que espera sirva de “punto de inflexión” en su carrera, Casal señaló que “hay veces que llegan trabajos que te apetece muchísimo hacer”.
“Y en este caso vi el guion, vi la historia, y dije: 'es perfecta'”, aseguró.
“Stutterer” relata la historia de un joven tartamudo que, tras varios meses hablando con una chica a través de internet, se enfrenta al dilema de conocerla en persona.
“Era un reto muy bonito, un caramelo”, indicó el compositor al describir un corto de narrativa sutil y delicada en el que mezcló los sonidos electrónicos del teléfono o Facebook con melodías de piano y cuerdas.
Por su parte, la animadora digital madrileña Ana Pérez López formó parte del equipo de “Last Day of Freedom”, dirigido por Dee Hibbert-Jones y Nomi Talisman y que optará al Óscar a mejor cortometraje documental.
La animadora digital, que estudió Periodismo y Comunicación Audiovisual, contó en una entrevista con Efe que comenzó a interesarse por la animación documental durante un intercambio académico en 2011 en la Universidad de California en Santa Cruz.
“Empecé a hacer animación porque me gustó mucho pensar que se podía mezclar algo periodístico y documental con algo creativo como dibujar”, detalló Pérez López, quien ahora cursa un máster de animación digital en el prestigioso Instituto de Artes de California (CalArts).
A través de unas prácticas, Pérez López entró en contacto con los directores de “Last Day of Freedom”, documental animado que relata la historia de un veterano de la guerra de Vietnam que fue condenado a pena de muerte por un asesinato cometido en Estados Unidos.
Pérez López subrayó que el documental, narrado desde la perspectiva de la familia, “critica tanto la pena de muerte como el hecho de que el Estado no diera ninguna ayuda psicológica” a los exsoldados.
“Llegas a Vietnam, te dan un arma, te enseñan a matar y luego esperan que cuando vuelvas estés bien y todo vaya perfecto”, argumentó.
Asimismo, Pérez López explicó que el proceso creativo surgía de un primer fotograma que facilitaban los directores al equipo de animadores, quienes a partir de esa guía dibujaban las imágenes siguiendo un mismo estilo.
También defendió que usar animación le da “otra dimensión” al documental, dado que “cuando dibujas a una persona, y la simplificas (con trazos), puede ser cualquiera”, y eso consigue que el espectador “pueda sentir más empatía con los personajes”.
“Por eso creo que funciona este documental con animación y no funcionaría de la misma forma si fuera un documental normal y corriente”, concluyó.