¿Se va a marchar de la SGAE? “No, me quedaré tiempo que haga falta”, dice José Ángel Hevia (Asturias, 1967) poco después de terminar esta entrevista. El Ministerio de Cultura acaba de informar de la solicitud a la Audiencia Nacional para la intervención de la SGAE, de la que es presidente desde el pasado mes de noviembre.
Han pasado tres meses en los que la entidad se ha enfrentado a un apercibimiento por parte de Cultura y donde la Asamblea extraordinaria de socios del pasado mes de diciembre no ratificó la modificación de estatutos, tal y como exigía el Ministerio. Hevia también se enfrenta a otros problemas como la moción de censura planteada por uno de sus vicepresidentes, Clifford Williams, y también están sobre la mesa las informaciones que señalan que el gaitero pudo amasar 1,9 millones de euros por la emisión de su música en horario nocturno. Hevia lo niega todo. Se muestra fuerte y no derrotado. Se queja de que no haya habido diálogo con el Ministerio y de la “inercia” de la SGAE por antiguas malas prácticas. Se ha puesto el traje de salvador de una entidad que puede saltar por los aires. Él se reafirma: “No creo que la SGAE vaya a desaparecer”.
Usted ya estaba en la Junta Directiva de Teddy Bautista cuando se produce la operación SAGA. Hubo detenidos. A día de hoy Teddy Bautista sigue investigado. Y usted sigue, ahora como presidente. ¿Qué pensó aquellos días de la operación SAGA?
Durante ese tiempo quienes formábamos parte de los órganos de dirección no teníamos ni la información ni la constancia para decir que aquí se estaban cometiendo irregularidades o delitos. En ningún momento. Las cosas se hicieron lo suficientemente bien para que no transcendiera esa manera de hacer a la oficialidad de los órganos de dirección. Todo se presentó siempre como decisiones tomadas por los órganos de dirección con mayoría democrática, con refrendo legal etc. A medida que transcurren los años y van a saliendo los desastres de la SGAE nos damos cuenta de que todo procede de aquellos años. Había una manera… Sí se buscaban influencias y voluntades. Sí se gobernaba así. Cuando eso revienta entramos en una inercia y en una situación de caos en la que todavía estamos. Son muchos años, pero cuando alguien quiere mover una piedra en este portaaviones…
También estuvo en la junta de José Miguel Fernández-Sastrón, cuya gestión no fue aprobada en la asamblea del pasado mes de junio que precipitan las elecciones en las que usted acaba como presidente. Fernández-Sastrón ha acabado como imputado en el caso de la Rueda y usted, sin embargo, se vuelve a presentar cuando también han salido informaciones sobre su empresa.
Bueno, a mí hace un año los compañeros me piden que me haga cargo de responsabilidades en la casa porque había una demanda presentada por editores independientes y esa demanda en primera instancia se asumió por el consejo de dirección y decidieron que salieran los editores multinacionales. Pero lo decidieron los órganos de dirección de entonces, yo no tengo responsabilidad alguna en si eso fue adecuado o no. Cuando ese puesto quedó vacante para una editorial yo entré con la mía que es una editorial personal, más que independiente. Y desde entonces estuve tomando parte de la junta directiva en los últimos meses de la legislatura anterior. Y estuve en un grupo de autores que se presentaron a las elecciones pasadas. Y ese grupo terminamos asumiendo la práctica totalidad de los puestos de Pequeño Derecho en la junta y por esa suma de votos en la junta termine como presidente. Pero no fue una presidencia buscada desde hace tiempo porque aquí las quinielas que teníamos otros eran otros. Creíamos que ganaría Teddy Bautista en función de ese voto nostálgico y nosotros lo que queríamos era estar muy presentes.
Habla de esa inercia en la SGAE, ¿por qué después del apercibimiento del Ministerio en septiembre no se llevaron a cabo sus exigencias, desde la reforma de estatutos, el famoso sistema de repartos y la implementación del voto electrónico? Si no, no se hubiera llegado a la intervención.
El cambio de estatutos no se llevó a cabo porque para cambiarlos hace falta una mayoría cualificada de 2/3, es decir, el 66% y nosotros llegamos al 58%. Existió obviamente ese voto de castigo, que no permitió aprobarlos. También es verdad que nosotros, y digo SGAE, porque yo no fui responsable de esa convocatoria de asamblea general para cambiar estatutos en junio del año pasado pero sí hubo una intentona de la sociedad de ponerse acorde con la ley. Es decir, la sociedad hizo todo lo posible para adecuarse a la ley y a la normativa europea. Lo que no podemos hacer es coger a los votantes y obligarles a votar ‘sí’, porque es una votación democrática.
Bueno, la SGAE hizo una campaña a fondo por el 'sí' a esos estatutos con los que podía haber socios que no estuvieran de acuerdo, no por la modificación, sino por esos estatutos, que además tendrían que volver a cambiarse con la reforma de la ley de propiedad intelectual cuando se apruebe este mes.
Sí, más obvio imposible. Eran un ‘sí’ para aquellos puntos que eran comunes al bien común de la casa. No por aquellas rectificaciones de reparto en las que una parte está de acuerdo y otra no. No, la SGAE hizo una campaña por el sí en función de que necesitamos cambiar unos puntos determinadísimos de los estatutos para adecuarnos a la ley. Y por esos puntos que se como ratificaciones de reparto no se hizo campaña. El reparto futuro sí se aprobó y estableció que tendremos el límite a la franja nocturna que determine la ley y la ley parece que pasado mañana [este jueves] va a determinar que es el 20% ya de manera inmediata. Y eso estará aprobado en el reglamento por la mayoría de los socios. Lo que pasa tras esa asamblea, y si mantenemos un poco la calma tanto los socios como el Ministerio es que dentro de dos días tendremos una referencia de paz a futuro. Tendremos un límite máximo por el cual nadie nos puede exigir que nos pasemos pagando más al dinero de los músicos de la noche o las editoriales de televisión. Y eso es un referente legal.
Quedan los sistemas de reparto no aprobados.
Quedarían en discusión tres repartos del pasado que están en litigio en función de sentencias judiciales que en este momento está no firmes pero ya solicitada la ejecución provisional de la sentencia. El mismo 27 de diciembre hubo una sentencia en primera instancia que dio la razón a Atresmedia y Mediaset en el sentido de que en diciembre de 2017 se había repartido con un límite del 15% procedente del laudo de la OPI y que este laudo era nulo, y además la sentencia era condenatoria por lo que obligaba a rehacer ese reparto. Nosotros decidimos recurrir esa sentencia. En esta Junta directiva, que se dice es la junta de la música de la noche y las televisiones etc, tomamos la determinación de que cualquier demanda a la que hubiera contestado la casa en el pasado decidimos recurrirla. Lo coherente hubiera sido no recurrirla e ir a una segunda instancia, ya que cuando cambia un gobierno es lícito que cambie la orientación de su política también, pero en este sentido decidimos no hacerlo.
En todo este tiempo, ¿el ministerio ha intentado desestabilizar a la SGAE?
No creo que la intención del Ministerio haya sido esa. El resultado es que ha habido mucha desestabilización debido a las presiones del Ministerio. Seguramente el diálogo hubiera ayudado mucho más. Nosotros nos estamos enterando de los requerimientos del Ministerio, bien por el envío al registro de la casa o bien por la prensa. Y muchas veces con antelación a través de la prensa. Habría ayudado sin duda la comunicación directa con el Ministerio. No la hemos tenido y no creemos que haya sido malintencionada tampoco, pero sin duda no estaríamos en una situación tan convulsa.
¿Qué espera de esta orden del Ministerio para que se intervenga la SGAE?
Los pasos serán que nos informen y no por la prensa. Esperar que nos informen y después reaccionaremos. Si tenemos una intervención que nos ordena legalmente que tenemos que abandonar el puesto de mando lo haremos si es acorde a la ley. Y si tenemos la oportunidad de alegar y presentar alegaciones también lo haremos, pero no sabemos lo que va a pasar porque no hemos tenido notificación oficial de la intervención [en el momento de la entrevista]. Hay preocupación en la casa, en la plantilla… Las noticias que corren son muy preocupantes. Y el hecho de tener que conocerlas por la prensa. Preferiríamos que la comunicación fuera directa con el Ministerio.
¿Qué ha cambiado en la relación con el Ministerio en los últimos meses?
Estuve en otras juntas y digamos que la cuerda se fue tensando y tensando hasta que el Ministerio nos presentó el apercibimiento. Tanto es así que el 13 de noviembre esta junta visita al ministro y se encuentra a un ministro con cierta hostilidad hacia la embajada de SGAE. La relación con la entidad estaba muy deteriorada. El día que nosotros tomamos posesión recibimos una relación con el Ministerio muy deteriorada.
Usted siempre ha defendido la música nocturna en las televisiones. En este tema está el caso de la Rueda en el que hay varios socios de la SGAE imputados por un presunto fraude.
Yo no puedo reconocer el término Rueda para la emisión de música nocturna en televisión. El término ‘rueda’ es un término extraoficial ya que no creo que el juzgado se refiera a él como ‘caso rueda’. Se aplica a un caso determinado de la Audiencia Nacional que afecta a hechos que van desde 2006 a 2011, y afecta a unas determinadas personas y entidades y empresas que están pendientes de una resolución judicial. Yo el término rueda lo aplico directamente a ese caso. La emisión de música nocturna en televisión es una práctica que realizan las editoriales de televisión y que es equiparable al retorno que las discográficas obtienen cuando firman un contrato editorial con un autor que va a sacar un disco o un repertorio vinculado a su discográfica. La ley, a partir de ahora, viene a regular esto de una manera tan ordenada que no existe posibilidad de plantear polémica a futuro. Ya no podemos discutir qué le corresponde a un músico de la noche en el próximo reparto. Los socios ya han decidido que se avienen a ese 20% que determina la ley. En ese sentido creo que es más conveniente para todos que exista presencia de música en televisión por la noche ordenada y legislada. Es mejor que esté eso a que esté el tarot o la teletienda.
Sí, pero hay varias cosas. Cuando ocurren estos hechos que ahora se investigan entre 2006 y 2011 usted ya estaba en la junta de Teddy Bautista. ¿No sabía cómo funcionaba? ¿No conocía que había cosas que se estaban haciendo mal?
¿Cómo voy a saber yo, o cómo va a saber un juntero las liquidaciones o los registros que hace otro juntero? Es verdad, yo estaba en la junta, pero desde 2011 a 2018 no volví a estar, y no estuve por lo tanto en aquel seguimiento que se hizo, que creo que fueron once socios en su momento y hubo una comisión que investigó el repertorio y yo no estuve participando. Ni siquiera estaba en la SGAE. Lo que no podemos saber es si ha habido abusos o no ha habido abusos. Eso lo tiene que determinar un juez. Y yo no puedo perjuzgar ni saltarme la presunción de inocencia con respecto a ninguna empresa ni a ninguna persona de las que están en ese caso en instrucción.
De usted han salido informaciones que señalan que ha ganado millones con esta fórmula de la música nocturna. ¿Es verdad? ¿Ha llevado este tema a sus abogados?
No tengo ninguna causa en proceso de abogados en este momento.
¿Pero con respecto a esas cifras…?
Esas cifras yo no las reconozco como válidas. Te diré que con música nocturna en mi carrera he ingresado una pequeña parte de mi peculio personal como autor. Mis votos electorales en SGAE son del año 2000. El montante de mis derechos el más importante no ha sido la televisión y esas cifras tampoco las reconozco. Provienen de unas filtraciones que salen de esta casa y me parece gravísimo y en este momento yo no tengo ninguna imputación ni ninguna causa abierta.
Dice que son filtraciones que salen de esta casa. El consenso en esta casa con la gestión…
No, no hay consenso. Y además es bueno que no lo haya. ¿Cómo va a haber consenso entre diferentes colegios, con intereses encontrados? La música audiovisual quiere algo más de presencia respecto a la música de Gran Derecho… Hay consenso en cuanto a mantenimiento de las formas en la Junta directiva y de buscar una solución común en esta crisis, sí. Ahora, dirección común, no. Y hay diferentes visiones.
Uno de sus vicepresidentes ha presentado una moción de censura lo que lleva a pensar que no es no haya consenso sino que hay posiciones muy encontradas con respecto a su gestión.
Bueno, si esa persona reúne a los junteros necesarios habrá que hacerle frente a esa moción de censura.
La imagen vuelve a estar tocada.
¡Pero yo en la imagen no puedo contribuir!
Pero el barco vuelve a saltar por los aires solo tres meses después de las elecciones. Las cosas no se están haciendo bien.
Pues seguramente. No somos magos. Tenemos solamente tres meses para arreglar los problemas que heredamos muy graves del pasado de relaciones nefastas de esta casa con la CISAC que se han llevado muy mal, con relaciones nefastas con el Ministerio, que se han llevado muy mal, relaciones de compras de voluntades, relaciones de cómo se ha llevado esta casa y cómo la inercia de aquellos tiempos en los que se llevaba así ha seguido todavía. Si tengo que hacer frente a una moción de censura a lo mejor me voy muy contento haciendo frente a esa moción de censura y no cediendo a presiones e intereses.
¿Como la amenaza de las multinacionales de retirar su catálogo? Lo anunciaron el pasado mes de julio y usted dijo: “Un Brexit sería malo para todos”.
Bueno, la SGAE tiene que adaptarse a unos tiempos en los que viene una libre competencia por ley además y nosotros vamos a tener que adaptarnos. Ya no vamos a ser el monopolio que éramos. SGAE tiene que competir ahí y con la posibilidad de que autores y editores decidan estar en otra sociedad.
Pero este 'Brexit' se puede producir.
Intentaremos que no se produzca y lucharemos para que todos los sectores que ahora tienen enfrentamientos dentro de esta casa se sientan a gusto.
¿Cómo?
En principio apelaría a la aprobación de esa ley como referente a futuro y a la espera de las decisiones judiciales como referente al pasado.
¿La SGAE puede desaparecer?
No creo. Tanto en el Ministerio como en la SGAE daremos los pasos necesarios para salvaguardar la gestión colectiva. En una situación casi extrema como la que estamos a la hora de tomar decisiones prima ante todo el mantener una entidad de gestión centenaria con una función social en este país. Esta casa hace cosas muy buenas todavía a pesar de ser el foco mediático que es. Está muy bien gestionada y tiene transparencia. Todavía queda mucha SGAE buena que salvar. Y vamos a anteponerlo a los intereses personales de la propia junta directiva. No me cabe duda que hasta del ministerio. Vamos a anteponer la SGAE a todo esto.
¿Cómo calificaría este tiempo como presidente?
Estos tres meses han sido muy convulsos, muy intensos en cuanto a salvar una gestión de crisis. No sé si frustrante es la palabra porque frustrante implica un poco de derrota y no me siento derrotado sino con ansias de poder mejorar la vida de los autores y editores, pero las circunstancias te lo ponen muy difícil.