El pueblo natal de Blas Cantó vibra con su “sublime” actuación en Eurovisión

Murcia, 22 may (EFE).- Ricote, el pequeño pueblo murciano donde nació Blas Cantó en 1991, ha vibrado este sábado con la actuación de su paisano en el concurso de Eurovisión, que ha congregado a unas 200 personas, entre ellas su madre, María Jesús, en la plaza del Huerto de Ceferino, donde el ayuntamiento ha colocado una pantalla gigante para seguir el desarrollo del festival.

Bajo la amenaza de lluvia, los vecinos de esta localidad han vitoreado la “sublime” interpretación de “Voy a quedarme”, según ha resumido para EFE la madre del ex integrante de Auryn, quien se ha mostrado “muy orgullosa” por cómo ha afrontado su hijo una composición “que parece fácil, pero que es muy complicada” y que está dedicada a la abuela de Blas, fallecida a finales del año pasado a causa del covid.

“Mi madre le inculcó ver Eurovisión desde que Blas dejó de llevar pañales y ahora está ahí, a su lado”, ha declarado María Jesús antes de alabar el “pedazo de detalle” que ha tenido su hijo al realizar una videoconferencia pocos minutos después de haber subido al escenario de Rotterdam para, “aunque no se oía nada”, poder ver y saludar a sus familiares.

Tras aclarar que no le importa en qué lugar quede su hijo en la final -“ya sabemos en qué consiste Eurovisión en los últimos años, en los que se dice que los países que se votan entre ellos”, la progenitora de Cantó ha considerado “agridulce” el momento vivido por su familia esta noche.

Un año después de haber perdido a su padre, Cantó, conocido como “Chiqui” en un municipio de poco más de 1.300 personas que en 2019 le nombró Ricoteño de Honor, ha vivido, según su madre, un momento “agridulce”.

“Agrio” porque su abuela no ha podido vivir este instante, por la “carga emocional” que representaba y por el riesgo de que se le podía “quebrar la voz en cualquier momento” por la emoción.

Y “dulce y feliz” porque ha demostrado en la ciudad holandesa “tantos años de trabajo” y de capacidad técnica y vocal por su parte, apoyado por sus familiares, sus amigos y sus profesores de canto, ha concluido María Jesús.