Madrid, 1 jul (EFE).- Una surrealista historia basada en uno de los atracos más famosos de Argentina llega este viernes a las salas españolas convertida en la nueva cinta del cineasta Ariel Winograd, “El robo del siglo”, quien señala que “convertir este asalto en película fue un desafío enorme”.
El 13 de enero de 2006 una banda de seis ladrones camuflados como civiles, pero armados, entró en la sucursal del Banco Río de la localidad bonaerense de Acassuso. Planeado por Fernando Araujo (Diego Peretti), el truco era disimular un robo de modalidad “express” y no tener salida cuando, en realidad, planearon su escape por un túnel que ellos mismos realizaron y que desembocaba a un desagüe.
Tras varias horas de negociación entre Mario Vitette (Guillermo Francella) y los efectivos del Grupo Halcón, los agentes asaltaron el banco y encontraron a los rehenes (que no habían sufrido ningún daño) y las armas empleadas en el robo (que no eran de verdad).
No había rastro ni de los ladrones ni de los entre 15 y 19 millones de dólares en joyas y dinero, tan solo una nota que decía: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores es sólo plata y no amores”.
Considerado uno de los grandes atracos de la historia gracias a su surrealista y genial manera de ejecución, no es de extrañar que al director de la cinta le diera “respeto” enfrentarse a un proyecto como este.
“Siempre fue una historia muy cinematográfica y para cualquier director sería un proyecto muy emocionante. Pero a su vez fue un reto, tuvimos que hacer mucho estudio y construir muchos escenarios”, señala a EFE.
Concretamente, a pesar de que el escenario principal, el del Banco, estuviera localizado en la Avenida Libertador, se tuvo que construir de cero. “El objetivo era que el espectador piense: 'Lo grabaron en un banco'; pero no, porque el Banco Río ya no existe más”, recalca.
De hecho, Winograd recuerda una anécdota graciosa que les pasó cuando estaban rodando: “Algún fin de semana, algún anciano nos decía que quería entrar al banco, cuando en realidad era un decorado, así que hicimos bien el trabajo”, cuenta riendo.
Asimismo, lo inverosímil se traslada también al proceso de escritura del guion, pues está firmado por el propio Araujo, ideólogo del atraco, el cual fue condenado a 14 años de prisión por el robo, pena que se redujo a 9 por la no utilización de armas de verdad, aunque finalmente solo cumplió un año y medio de la condena en prisión.
“Fue muy loco estar con los ladrones de verdad. Los criminales ya habían cumplido su pena y estaban en libertad. Fue extraño, pero hablar con Araujo me ayudó a interpretar su papel, me dio más convicción para hacer el personaje”, apunta Peretti.
En el plató de rodaje también estaba presente el negociador del Grupo Halcón, Miguel Sileo, aunque, según cuenta el director, tenía que ser en “días alternos al de Araujo”: “No podían estar los dos en el set juntos, fue la única condición que pusieron”, recuerda.
Por su parte, Francella, quien se mete en la piel de “el hombre del traje gris”, es decir, el patrocinador y negociador del robo, confiesa que él “no pudo ver Vitette”, ya que está extraditado en Uruguay y no puede regresar a Argentina, pero que “sí tuvieron charlas telefónicas”.
La gente que vea la película y no conozca el caso pensará en lo mucho que se asemeja con la serie de éxito “La casa de papel”, y es que la ficción cogió muchos elementos de este robo. “Cuando se estrenó La casa de papel, Fernando Araujo los quiso llevar a juicio porque aseguraba que le robaron todo -asegura Winograd-. Pero, al final se quedó en nada”.
Estrenada antes del comienzo de la pandemia del coronavirus en su Argentina natal, se convirtió en la segunda película argentina más vista en la historia en su día de estreno, por detrás de “Futbolín” de Juan José Campanella. Ahora que cruza el charco, tanto los actores como el director esperan que “tenga el mismo éxito”.
Silvia García Herráez