Mérida, 10 ago (EFE).- El actor Alejo Sauras eleva la cultura a la categoría de medicina ante una sociedad deshumanizada, en la que aquellos que “tienen un problema con el mundo” atentan contra las libertades más personales y a quienes el artista, que da vida a Edipo en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, invita a “marcharse para no volver”.
En una entrevista con Efe, un entusiasmado Sauras ha asegurado que su personaje se enfrentará en esta revisión de “Edipo Rey”, llevada a cabo por Paco Bezerra y dirigida por Luis Luque, a una situación donde el fuego empuja a la humanidad al borde de un momento de “rabiosa actualidad” en el que la escasez de valores como el sacrificio o la empatía “envuelve al mundo en llamas”.
“La sociedad está empujando al mundo a su destrucción y todos tenemos que ser Edipo, los mitos nacieron para dar respuestas, pero en esta ocasión no sólo depende de un ser humano, tenemos que ser todos” agrega.
Asimismo, invita a dejar espacio a la autocrítica y retomar la capacidad de sacrificio que caracteriza a su personaje. “Si fuéramos como Edipo el mundo no iría como va”, añade Sauras, para quien la experiencia de representar a este mito griego le ha hecho “replantearse” muchos aspectos de su vida personal.
Para el actor, el fuego puede ser representado de muchas formas y puede significar muchas otras, “no solamente algo que destruye y termina, sino también aquello que puede peligrar y puede salvarse”.
Ese fuego, a su juicio, también cerca actualmente a las libertades más personales y más concretamente a los derechos LGTBI. Sauras encarnó hace más de 21 años el papel de Santi en la serie “Al salir de clase”, un adolescente gay que vivía en una sociedad “que aún dejaba mucho que desear”.
El actor afirma que aquel personaje adolescente gay, uno de los primeros en aparecer en pantalla, se sentiría como “todas las personas con corazón que han reaccionado con humanidad ante hechos como el asesinato de Samuel Luiz el pasado mes de julio.
A esos que no quieren conceder a otros el derecho de decidir sobre su vida personal, el actor mallorquín les invita a irse del mundo, pues “los gais no son ningún problema; el problema es la gente que odia el mundo y todo lo que en él habita”.
Tras 25 años de carrera, afirma que el camino de un actor es desconocido y tortuoso desde el momento en el que uno decide emprenderlo, y aun cuando se toma el valor para hacerlo, “te enfrentas a toda clase de miedos”, más aún si cabe en un país que “no se caracteriza por invertir demasiado en cultura”.
“España no es un país que se lo haya puesto fácil a la cultura y esto es algo a lo que la cultura está sobreviviendo”, explica.
Según el actor, la cultura en España ha aprendido a rehacerse y reinventarse una y otra vez gracias al apoyo de “personas dispuestas a sacrificar lo que fuese necesario -como hace Edipo- para que la cultura lograse sobrevivir todo este tiempo”.
Considera que nunca se hace lo suficiente para ayudar a la cultura porque desgraciadamente hay quienes no la consideran lo suficientemente importante, y todo ello pese a que ésta es “la firma de una civilización” que sobrevive al tiempo hasta llegar a nuestros días.
“La cultura es lo que hace que una civilización sobreviva o caiga en el olvido”, añade.
En su segunda presencia en el festival como actor, Sauras se muestra con la ilusión que caracteriza a las primeras veces, pero en esta ocasión con una tragedia que lanza un ultimátum a la humanidad.
“Con que una sola persona salga del teatro este miércoles -día del estreno- pensando y convencida de que tiene que cambiar su forma de ver la vida y de afrontarla, todo habrá merecido la pena”, añade.
Mario Ramos