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Las canteras seriéfilas de moda

Los remakes llevan varias temporadas ganándole terreno a las ideas originales en la ficción estadounidense. Son nuevas versiones de grandes éxitos del pasado, adaptaciones de películas o mudanzas geográficas de series nacidas en otras latitudes. Las primeras cuentan con más fracasos que aciertos (V, Ironside, Los Ángeles de Charlie…), las segundas están dando como resultado reinterpretaciones sorprendentemente originales (Hannibal, Fargo…) y las terceras han propiciado que muchos aficionados amplíen sus fronteras televisivas.

Por razones obvias, Reino Unido sigue siendo la cantera preferida a pesar de que canales como BBC America o PBS emiten las series originales en un margen temporal cada vez más corto. Hay fracasos sonoros, también éxitos como The Office o Shameless y dentro de unos meses Fox intentará rizar el rizo con Gracepoint, una miniserie que adapta la primera temporada de Broadchurch conservando al mismo actor protagonista (David Tennant). Hay otras versiones que ya han empezado a dar sus primeros pasos como la que quiere hacer HBO de Last tango in Halifax, con Diane Keaton como productora, o de Utopia bajo la dirección de David Fincher, quien ya dirigió los dos primeros episodios de la versión que ha hecho Netflix de House of Cards.

Las que tampoco bajan el ritmo son los remakes de series nórdicas. Saltaron primero a Reino Unido (Wallander, disponible en Movistar TV) y ahora están de moda en EE UU, donde las cadenas miran con lupa todo lo que se estrena en Suecia y Dinamarca. En agosto arranca en Netflix la última temporada de The Killing, una serie que ya está lejos de la original pero ha sido capaz de sobrevivir a dos cancelaciones. A Bron/Broen le salieron dos remakes casi al mismo tiempo, una coproducción de la BBC/ Canal Plus Francia y The Bridge, cuya segunda temporada se podrá ver este verano en Estados Unidos y en Fox España y hasta HBO tiene en su agenda hacer una versión del drama político Borgen. Se han normalizado tanto ya han registrado su primer fracaso con Those who kill, remake de una serie danesa del mismo título que fue cancelada tras solo una temporada.

Las series españolas estaban acostumbradas a tener adaptaciones y triunfar en países como Portugal, Italia, Francia o Rusia. Le ha costado años entrar en el mercado estadounidense pero la temporada que viene será histórica con los remakes de Los Misterios de Laura (NBC) y de Pulseras Rojas (Fox). Dentro de poco se les podría unir una tercera ya que la NBC parece que ha cogido carrerilla y está estudiando hacer su propia versión de Física o Quimica.

Otros países que están muy acostumbrados a tener remakes son Israel (En terapia, Homeland…) y por supuesto Australia, la que más se acerca a Reino Unido gracias a lo exportables que son sus comedias (Wilfred). Hace poco se les ha unido Francia, que dentro unos meses podrá juzgar la adaptación de Les Revenants que va a hacer Carlton Cuse (Perdidos).

Sí, la ficción estadounidense hace versiones pero a veces también se las hacen a ella. El 8 de junio se estrena Metástasis, la versión colombiana de Breaking Bad. Walter White se transformará en Walter Blanco y Jesse Pinkman en José Miguel Rosas.

Los remakes llevan varias temporadas ganándole terreno a las ideas originales en la ficción estadounidense. Son nuevas versiones de grandes éxitos del pasado, adaptaciones de películas o mudanzas geográficas de series nacidas en otras latitudes. Las primeras cuentan con más fracasos que aciertos (V, Ironside, Los Ángeles de Charlie…), las segundas están dando como resultado reinterpretaciones sorprendentemente originales (Hannibal, Fargo…) y las terceras han propiciado que muchos aficionados amplíen sus fronteras televisivas.

Por razones obvias, Reino Unido sigue siendo la cantera preferida a pesar de que canales como BBC America o PBS emiten las series originales en un margen temporal cada vez más corto. Hay fracasos sonoros, también éxitos como The Office o Shameless y dentro de unos meses Fox intentará rizar el rizo con Gracepoint, una miniserie que adapta la primera temporada de Broadchurch conservando al mismo actor protagonista (David Tennant). Hay otras versiones que ya han empezado a dar sus primeros pasos como la que quiere hacer HBO de Last tango in Halifax, con Diane Keaton como productora, o de Utopia bajo la dirección de David Fincher, quien ya dirigió los dos primeros episodios de la versión que ha hecho Netflix de House of Cards.