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Cuando los directores son también autores: cómo funciona el sistema de remuneración doble del INAEM

Al igual que con Lluís Homar para la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), el Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAEM) también ha firmado contratos por adquisiciones onerosas de derechos de autor de otros dos directores actuales de unidades artísticas: Alfredo Sanzol, director del Centro Dramático Nacional (CDN), y Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España. Ambos cargos fueron renovados por Paz Santa Cecilia el pasado mes de abril. 

Desde que Alfredo Sanzol ocupa el cargo de director del CDN, desde el 1 de enero de 2020, ha recibido pagos por un total de 158.700 euros en concepto de adquisición onerosa de derechos de autor por parte del mismo empleador que le contrata como director, el INAEM, dependiente del Ministerio de Cultura. Esa cantidad se suma a los 82.000 euros que recibe anualmente por su cargo.

Sanzol ha recibido pagos entre 2020 y 2023 tanto como autor de textos que representa la compañía que dirige, como por la dirección escénica, con cantidades que van de los 3.000 a los 25.000 euros, por obras como El bar que se tragó a todos los españoles o El golem.

Qué son estos derechos

Cuando un creador cede sus derechos a título oneroso (debido a que el uso de su creación está generando unos beneficios), tiene derecho a una compensación. La dirección de escena es un acto de creación que genera un derecho conexo. Es decir, por sí sola no tiene tanta entidad como un texto, pero unida a otras creaciones, como es el caso de un montaje teatral, sí se le reconoce la autoría y, por tanto, su compensación económica. 

La Ley de Propiedad Intelectual permite que esta compensación se pueda hacer de manera proporcional (a taquilla) o a mano alzada, pactando una cantidad entre el autor y la entidad a la que cede sus derechos. El INAEM firma con Sanzol, Olmo u Homar un contrato para poner un límite a lo que pueden facturar al año y contemplar una cantidad a mano alzada para compensarles por el uso de su creación durante un número limitado de años.

Estas cantidades son muy variables y pueden ir de los 4.000 euros que percibió Sanzol por la dirección de Mikel y la conmoción a los a los 30.000 de Lluís Homar por la dirección de Lo fingido verdadero. Hay cantidades intermedias, como los 15.000 euros que recibió Lluís Homar por la dirección de El templo vacío o los 16.000 que se destinó a Helena Pimenta por la puesta en escena de La vida es sueño cuando ella era directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, antes de Homar.

Artistas en lugar de gestores

Cuando el INAEM elige a un artista en lugar de a un gestor para dirigir una unidad de producción, se espera que además de dirigir, realice sus propios montajes. Por eso, Lluís Homar ha dirigido o actuado en obras de la Compañía Nacional de Teatro Clásico durante su dirección, y Alfredo Sanzol dirige sus propias obras como parte de la programación que él mismo diseña para el Centro Dramático Nacional.

Por ello, como creadores que son, el INAEM les compensa con estos otros pagos. Y tienen derecho a ello, pero en el caso de Lluís Homar le han llevado a abandonar la CNTC ya que admitió que algunos de ellos no remuneraban la dirección sino la actuación, algo que, según su contrato, no podía cobrar.

Según informó el INAEM cuando contrató a Alfredo Sanzol, este podría cobrar hasta un máximo de 50.000 euros por los derechos de dirección de las obras teatrales de las que se haga cargo, que según él aseguró no serían más de una al año. Es decir, el mismo sistema que con Lluís Homar. Pero Sanzol no llevó esta opción hasta su límite.

Año a año

En su primer año al frente del CDN, Alfredo Sanzol sumó a su remuneración 71.700 euros, debido a este tipo de contratos de compensación de derechos. Uno de ellos fue por la adquisición de los derechos de autor del texto La conmoción (3.200 euros). El segundo, relativo a la misma obra pero por los derechos de la dirección de escena (4.000 euros). El tercero, por los derechos sobre su montaje del Macbeth de Shakespeare (25.000 euros). El cuarto, por los derechos de autor de la exitosa El bar que se tragó a todos los españoles (14.500 euros). Y el quinto y último, relativo a la misma obra pero por los derechos de la dirección de escena (25.000 euros). 

Pero estos pagos combinan derechos de autor por los textos y derechos conexos por la dirección de escena. Su contrato marca un tope de 50.000 euros por los derechos de escena. Sumados únicamente estos, en su primer año se pasó por 4.000, debido a la remuneración por La conmoción. No obstante, al año siguiente se quedó muy lejos del tope.

Al año siguiente, 2021, Alfredo Sanzol recibió un único pago: 25.000 euros por la adquisición onerosa de derechos de propiedad intelectual sobre la dirección de escena del montaje teatral El golem, una obra de Juan Mayorga.

En 2022, fueron dos contratos: los derechos de autor del texto Fundamentalmente fantasías para la resistencia (12.000 euros) y los derechos de la puesta en escena de esa misma obra (25.000 euros). Un total anual de 37.000 euros, también lejos del tope de su contrato que contando solo el contrato sobre los derechos de la dirección, consume únicamente la mitad de lo que le permite el INAEM.

En 2023, solo consta un pago más: los derechos de la dirección de escena de La casa de Bernarda Alba (25.000 euros). Ninguno en 2024. En total, algo menos de 160.000 euros durante estos cinco años.

El antecesor a Sanzol en su cargo, Ernesto Caballero, también recibió este tipo de compensaciones de propiedad intelectual mientras estaba en su cargo, al menos por la dirección de escena de dos obras: El jardín de los cerezos (18.000 euros en 2018) y Madre coraje y sus hijos (18.000 euros en 2019). 

Muy lejos del tope en el Ballet Nacional

Por su parte, Rubén Olmo accedió a la dirección del Ballet Nacional de España en septiembre de 2019 y ha sido renovado este año. Fuentes del INAEM confirman que también firmó un contrato para poder enmarcar en él los derechos de autor por sus coreografías.

Al año siguiente, recibió dos compensaciones. Una por los derechos de autor de Invocación bolera (10.074,43 euros) y otra por los derechos de autor de Jauleña (12.844,55 euros). Mientras las cantidades del Centro Dramático Nacional o de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, pactadas a mano alzada, están redondeadas, las del Ballet Nacional se consignan en cantidades sin redondear. Olmo solo ha recibido un pago más, según la información que recoge el portal de Contratación del Estado, que es por la adquisición onerosa de los derechos de autor para la coreografía de la obra Estampas flamencas (25.956,82 euros), en 2022. En total, poco más de 48.800 euros que se suman a su remuneración como director. El tope que Homar consumió en un año es lo que Olmo ha facturado en este quinquenio.

Derechos por escenografías

Durante su etapa en la dirección del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco recibió pagos en concepto de derechos de autor por sus escenografías, como ya informó elDiario.es. Con un sueldo cercano a los 75.00 euros anuales, que estuvo percibiendo entre 2015 y 2023, Bianco sumó al menos cerca de 90.000 euros por contratos por adquisición de derechos de autor de sus escenografías entre 2017 y 2023.

El INAEM pagó al escenógrafo 7.000 euros por Katiuska en 2018 o 18.000 euros en 2023 por El caballero de Olmedo, entre otras obras, según aporta el portal de Contratación del Estado.