Laila Ripoll, nueva directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico en sustitución de Lluís Homar
El Ministerio de Cultura ha anunciado este lunes a Laila Ripoll, como nueva directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Ripoll sustituye a Lluís Homar, quien abandonó su cargo envuelto en una controversia por sus contratos. Asumirá su puesto a partir del 1 de enero.
La dramaturga ha sido designada por un período de cinco años, prorrogable por un máximo de otros tres. La responsable limitará sus posibles direcciones de escena a un máximo de una producción por temporada, empezando en 2026. Esta es una limitación que también tiene Alfredo Sanzol al frente del Centro Dramático Nacional, por un máximo de 50.000 euros por los derechos de creación de obras teatrales, que se suma al cotnrato que firmará como directora de la Compañía. El INAEM no ha comunicado si esta sería la misma cantidad para Laila Ripoll.
La autora y directora habla con este periódico nada más colgar la llamada de designación que le ha realizado Paz Santa Cecilia, directora del INAEM. “Acabo de saberlo, cómo estoy, ni lo sé, acojonada por un lado, por otro lado feliz”, afirma. Al resumir el proyecto por el que ha gandado el concurso, Ripol lo tiene claro, “contemporaneidad, paridad y descentralización”.
Al pedirle que explique más estos puntos Ripoll detalla que es imprescindible “una lectura contemporánea de los clásicos”: “si no haremos un teatro que no le interese a nadie”. “En cuanto a la paridad, es fundamental. Tanto en autores como trabajadores, una estricta paridad que conduzca a una igualdad efectiva tanto en creadores y creadoras”, afirma.
Objetivo: llevar el teatro a toda España
Al respecto de la descentralización, la dramaturga y directora escénica estima que “tiene que tener una presencia continuada en todo el territorio, hay que buscar la manera de que los espectáculos se puedan ver en el mayor número de sitios posible”. “Tengo distintas ideas, veremos lo que somos capaces de poder hacer. Una manera clave son coproducciones con otros centros, con otros teatros públicos de toda España. Otra, fortalecer vínculos con [el Festival de Teatro de] Almagro. Y, por último, intentar hacer espectáculos que tengan una factura que sea factible para girar, evitar los grandes aparatos de maquinaria”. “Yo vengo de la carretera, hay que recuperar un poco el espíritu de la carretera”, señala.
Teniendo en cuenta la salida de Lluís Homar como director y la polémica por los cobros de direcciones y actuaciones dentro de la compañía, Ripoll ha afirmado a elDiario.es que otro de los puntos fundamentales de su proyecto es la trasparencia: “Todavía no he firmado ni el contrato y no puedo explicar cómo serán las cosas pero seré totalmente transparente. Lo primero es que no voy a dirigir nunca más de una obra al año y que no lo haré hasta 2026, hay que aterrizar primero y trabajar”, concluye.
Según la nota remitida por el Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAEM), además de estos ejes, vertebrarán también su popuesta “la inclusión, para asegurar la accesibilidad tanto de público como de creadores con diversidad funcional” y “la internacionalización” para llevar el teatro del Siglo de Oro por los principales festivales del mundo.
Las producciones propias que impulsará Ripoll serán entre dos y tres por temporada, y una de ellas estará vinculada a la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, que también dependerá de ella y para la que se abrirá una nueva promoción el año que viene. Ripoll conoce la Joven CNTC, ya que fue miembro del tribunal de selección de la cuarta y de la quinta promoción. Y la casa no le es ajena, pues, además de dirigir y versionar varias obras, formó parte del Consejo Artístico del Teatro del INAEM que participó en la redacción del estatuto de la Compañía, entre 2010 y 2012.
Además, Laila Ripoll se compromete a incluir al menos un título inédito en el repertorio de la Compañía por temporada.
La nueva dirección buscará incluir otros lenguajes escénicos, como la danza o el teatro musical, en relación con el Siglo de Oro. También impulsará la presencia continuada de teatro para la infancia. Y, en lo laboral, creará una bolsa de actores especializada, formada por intérpretes que hayan pasado por la CNTC, y apuesta por la realización periódica de audiciones.
La salida de Homar
El Ministerio, tras pactar con Homar su salida de la compañía, abrió un proceso de selección con candidaturas abiertas. El requisito más importante a valorar es la formación y experiencia en el teatro clásico, especialmente en las obras del Siglo de Oro, algo de lo que precisamente Homar no sabía, como él mismo admitió en su primera rueda de prensa.
Otro de los criterios en los que el INAEM hizo especial hincapié es en la experiencia en la administración de una organización, especialmente en áreas como la gestión de presupuestos y la contratación y supervisión de personal.
Los candidatos tuvieron que presentar un proyecto, de no más de 6.000 palabras, tanto para dirigir como para gestionar la CNTC. Se presentaron 19 propuestas.
Según el INAEM, Ripoll apuesta por “convertir al Clásico en una institución de referencia no solo en lo artístico, sino también en la gestión”. Lo hará “facilitando el diálogo interno y los espacios de escucha, y con el rigor y la transparencia como principios rectores”.
Creadora con experiencia en la gestión
Laila Ripoll (Madrid, 1964) es una directora de escena, dramaturga, gestora cultural y docente con experiencia en producción. Formada en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y cursó estudios en la Escuela de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Posee una titulación en Pedagogía Teatral y se especializó en la Escuela de Artes en interiorismo y escenografía.
Como directora, Ripoll ha liderado mas de 30 montajes y ha escrito más de 40 textos teatrales. Para la CNTC ha dirigido Del rey abajo, ninguno, de Rojas Zorrilla (2007) y La judía de Toledo, de Lope de Vega (2017), autor al que también versionó en La cortesía de España con dirección de Josep María Mestres (2014). Además, ha sido miembro del tribunal de selección de la cuarta y de la quinta promoción de la Joven CNTC y formó parte del Consejo Artístico del Teatro del INAEM que participó en la redacción del estatuto de la Compañía (2010/2012).
La experiencia que la valida como gestora, según las bases de la convocatoria, es haber sido directora del Teatro Fernán Gómez – Centro Cultural de la Villa entre 2019 y 2023. Además, es directora y socia fundadora de Teatro Micomicón, compañía que cuenta con más de treinta años de trayectoria y que nace especializada en teatro clásico español, auque posteriormente se abre a la creación de textos propios, teniendo mucho impacto aquellos dedicados a explorar la memoria histórica, como Vidas enterradas (2019), sobre las fosas comunes, La memoria de una hebilla (2019) sobre los objetos encontrados en las exhumaciones, Rif (De piojos y gas mostaza) (2021) sobre el ejército español en el Rif tras el Desastre de Annual o Nuestros muertos (2024), donde dialoga una víctima de ETA y una del franquismo.
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