La portavoz de Vox en Elche denuncia a su exmarido por agredirla, pero rechaza que se trate de violencia de género
La líder de Vox Elche denunció a su exmarido el pasado 3 de mayo por violencia de género. Según ha contado Amparo Cerdá en rueda de prensa este martes, ese día acudió a la Comisaría de la Policía Nacional para cursar una denuncia contra su expareja “por agresión contra mi persona”.
Sin embargo, la portavoz del grupo municipal ha insistido durante su comparecencia que su caso no puede ser tipificado como violencia de género. “No me considero víctima de violencia de género, sino de una agresión física”, ha reiterado en numerosas ocasiones ante los medios de comunicación acompañada por el secretario provincial de la formación de extrema derecha y diputado autonómico Miguel Pascual.
En un discurso escrito para la ocasión, Cerdá ha relatado que se trataba “de una agresión física puntual” la que sufrió en un momento en el que era candidata municipal y “a pesar de mi insistencia no podemos ir en contra de las leyes y las leyes nos derivan al de maltrato y de violencia de la mujer”.
Cerdá ha tirado en todo momento del argumentario de la formación que, hasta en esta ocasión, se ha mostrado contraria al Pacto de Estado contra la Violencia de Género y en concreto a la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Una vez cursada la denuncia que según El Mundo se debió a un forcejeo en la calle y que está investigando el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Elche a la espera de la celebración del juicio contra el padre de su hija, del que todavía no hay fecha, Amparo Cerdá ha afirmado que “no hay más remedio de activar el protocolo contra la violencia de género con lo que todo esto conlleva”. “Aquí tiene que haber un juicio que diga quien es culpable, pero lo que no puede ser que cuando una mujer interpone una denuncia, ya sea una víctima”, ha añadido.
En su intervención, la máxima responsable de Vox Elche ha defendido incluso la inocencia de los hombres: “Quiero revindicar la presunción de inocencia del hombre, ya que la mujer se convierte en víctima nada más hablar, convirtiéndose sistemáticamente la mujer en víctima el hombre en agresor”.
Es más, esta letrada de profesión asegura que ha renunciado “a todo derecho que la ley me otorga” porque entiende que ella no se ha visto “afectada” por ser mujer. Preguntada por las contradicciones de sus hechos, su denuncia, y de su discurso, ha avanzado que cree que se “va a hacer una lectura errónea de la situación” porque en su partido están a favor de una ley de violencia intrafamiliar y no de la vigente.
“Creo que las mujeres víctimas de violencia de género reúnen otras condiciones”, ha proseguido, condiciones que ha enumerado ante la pregunta de los medios en que “viven en silencio en maltrato físico y psicológico y que se producen en el ámbito intrafamiliar independientemente de quien ejerza esa violencia”.