A Igor Lebedev, diputado ruso del partido LDPR de ultraderecha y ejecutivo de la Federación Rusa de Fútbol, no se le ha ocurrido mejor idea que declarar las peleas entre ultras deben ser consideradas como un deporte.
Lebedev, que es vicepresidente de la cámara baja rusa, ha sugerido a través de su página de Internet una reglamentación para estos hinchas que, según él, “no son ultras, son aficionados que apoyan cordialmente a sus equipos”. El político ruso plantea, antes o después de los partidos, enfrentamientos entre grupos de 20 personas, desarmados y obligados a cumplir ciertas normas que ha denominado ‘draka’ (pelea, en ruso).
A poco más de un año del inicio del Mundial de fútbol Rusia 2018, su propuesta ha llegado en medio del temor por el aumento de la violencia entre hinchas, algo que se pudo comprobar la Eurocopa de Francia del pasado año cuando los ultras rusos, principalmente, protagonizaron escenas violentas.