Director de Frontex: “La mayoría de muertes de migrantes ocurrieron en aguas libias y eso está lejos de Europa”
A pesar del cierre de la ruta de los Balcanes, en 2016 el número de personas fallecidas en su intento de cruzar las fronteras europeas ha alcanzado un nuevo récord. Más de 4.700 personas han muerto tratando de sortearlas. El director de la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) no lo considera un fracaso de la UE porque, defiende, estas tuvieron lugar lejos de sus costas: “La mayoría de las muertes de migrantes ocurrieron en aguas libias y eso está muy, muy lejos de Europa”, ha argumentado Fabrice Leggeri.
“Nuestro papel es ayudar a las autoridades libias para mejorar sus capacidades de rescate, pero no tenemos una operación en Libia. Solo podemos avisarles cuando esté ocurriendo algo en sus aguas”, ha afirmado el director ejecutivo en su viaje a España organizado con el objetivo de reunirse con el nuevo ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
Según ha apuntado, se ha producido el mayor número de fallecimientos de la historia en el momento de “mayor despliegue de barcos” de Frontex en el Mediterráneo Central, sumado a las embarcaciones de rescate enviadas por las ONG. “Hemos salvado aproximadamente a 50.000 personas en el Mediterráneo Central, 40.000 entre Turquía y Grecia -antes de la aplicación del acuerdo con el país euroasiático-”, apunta.
“Hemos visto que en verano de 2016 había un 50% más de barcos que colaboraban en operaciones de rescate. Muchas ONG se dedican al rescate de inmigrantes muy cerca de Libia y a veces en aguas libias”, describe. En este sentido, Leggeri concluye que es una “triste paradoja” que aumente el número de muertes y de llegadas a Italia cuando “más activos de rescate hay desplegados”.
Aumenta un 47% las llegadas por la costa española
Las políticas migratorias del Gobierno español tampoco logran el objetivo de disminuir el número de llegadas irregulares a España, según los datos de Frontex. La aparente disminución de las entradas de migrantes a través de las vallas de Ceuta y Melilla, derivadas de la política de devoluciones en caliente del Gobierno y un mayor control marroquí de su frontera, no ha bajado las cifras.
Mientras las entradas por la vía terrestre disminuyeron un 43%, aquellas producidas a través de las costas de la Península han aumentado este año un 47% hasta el mes de octubre con respecto al mismo periodo de 2015, según los últimos datos de Frontex.
Atendiendo al recuento de la agencia europea, las cifras de llegadas irregulares a España se mantienen en los mismos índices del año pasado a pesar del gran descenso del número de saltos de la valla -a excepción de los últimos producidos en Ceuta-: un total de 7.914 personas han llegado a territorio español de forma clandestina, frente a los 6.149 migrantes que lograron hacerlo en el mismo periodo del año pasado.
En todo caso, los niveles siguen siendo muy inferiores con respecto a las llegadas a Grecia y a Italia, conformando solo un 3% de las entradas irregulares a territorio comunitario.
Este lunes, el director ejecutivo de Frontex se reunió con el ministro del Interior español con el objetivo de “reforzar” el sistema de las repatriaciones desde España, mejorando la coordinación en la identificación de los documentos y, según ha indicado, ver la forma de aumentar la colaboración con los países de origen y de tránsito. También para solicitar a las autoridades españolas el aumento del número de efectivos enviados a las operaciones conjuntas de Frontex.
En relación a las devoluciones en caliente amparadas por el Gobierno español en las fronteras de Ceuta y Melilla, el responsable de Frontex ha evitado pronunciarse de forma directa pero ha recordado el procedimiento que deben cumplir las autoridades de los países miembros cuando se producen entradas irregulares. Este pasa por la identificación de la persona interceptada, la posibilidad de pedir asilo y, en el caso de no solicitarlo, proceder a su expulsión.
A través del 'rechazo en frontera', el Ejecutivo español no cumple estos pasos con aquellas personas que acceden a Ceuta y Melilla a través de sus vallas fronterizas. Esta figura, regulada por el Gobierno de Rajoy en marzo de 2015, consiste en la expulsión inmediata y sin identificación previa de estas personas, lo que imposibilita el acceso al asilo.
Por otro lado, el responsable de Frontex ha recordado que una de las prioridades de la Agencia es el refuerzo de las repatriaciones de migrantes irregulares. Según sus datos, en 2016 han triplicado los vuelos de deportación coordinados por Frontex: 10.000 migrantes han sido repatriados este año a través de estas vía frente a los cerca de 3.000 deportados en 2015, señala Leggeri.