Turquía mantiene detenido al presidente de AI en el país después de que la Justicia ordenase su liberación

EFE

Las autoridades turcas han decidido este jueves mantener en prisión al presidente de la rama turca de Amnistía Internacional (AI), Taner Kiliç, horas después de que un tribunal lo dejara en libertad con cargos, ha informado el rotativo Evrensel.

“Taner, presidente de Amnistía Turquía, sigue sin ser liberado a estas horas de la noche”, publicó este miércoles en su cuenta de Twitter Esteban Beltrán, director de la rama española de Amnistía Internacional, que acudió a la vista de ayer en Estambul.

“Hemos visto como era llevado de la prisión a una gendarmería en Esmirna y, mañana, en un castigo a él y su familia, lo llevan a otro tribunal”, dijo Beltrán.

Kiliç fue encarcelado en junio de 2017 por presuntos vínculos con la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que Ankara responsabiliza del fallido golpe de Estado de 2016. Un tribunal de Estambul decretó este miércoles su libertad con cargos y lo sometió a control judicial sin poder abandonar el país.

Según informaron sus abogados a medios turcos, el fiscal Caner Babaloglu volvió a pedir que se mantuviera en prisión preventiva a Kiliç, y al no obtener respuesta, acudió a otro tribunal, que ordenó su arresto.

“La gendarmería dice que Taner será llevado al tribunal de Aliaga (aquí en Esmirna) por la mañana”, señala en su cuenta de Twitter Andrew Gardner, investigador de AI en Turquía.

La principal prueba inculpatoria contra Kiliç, según la acusación, era la sospecha de que su teléfono móvil tenía instalado Bylock, un programa de mensajería cifrada que supuestamente fue desarrollado para las comunicaciones de la cofradía.

Sin embargo, la Fiscalía turca reconoció en diciembre pasado que, debido al uso de otras aplicaciones, al menos 11.000 personas se conectaban a Bylock sin saberlo, por lo que ordenó poner en libertad a unos mil sospechosos, pero no a Kiliç.

Era el último acusado de la causa que seguía entre rejas tras la puesta en libertad condicional, el pasado octubre, de un grupo de defensores de derechos humanos encarcelados, entre ellos la directora de Amnistía en Turquía, Idil Eser.