El padre de Aylan Kurdi quiere subirse a salvar vidas en el barco de una ONG alemana que lleva el nombre de su hijo
El padre del niño Aylan Kurdi, el pequeño sirio fallecido en el Egeo cuya imagen desató una ola de indignación en 2015, ha asegurado que quiere unirse al barco de rescate de la ONG alemana Sea Eye que lleva el nombre de su hijo.
“En cuanto nazca mi hijo -su nueva esposa está embarazada- iré al barco para ayudar a salvar migrantes. Quiero darles la ayuda que yo no obtuve”, ha dicho Abdulá Kurdi en una entrevista con el diario italiano La Repubblica publicada este fin de semana.
Abdulá Kurdi, que en febrero participó en la ceremonia en la que el equipo de Sea Eye cambió el nombre de su embarcación de rescate en Palma de Mallorca, ha recalcado su satisfacción por que la nave lleve el nombre de su hijo. “Hoy vivo para ayudar a los hijos de los refugiados”, sostiene el hombre, que actualmente vive en la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí y puso en marcha una fundación para ayudar a los niños refugiados en campos.
En un mensaje de Twitter, el portavoz de Sea Eye, Gorden Isler, ha asegurado que la organización se mantiene en contacto con Kurdi y que la ONG estaría “feliz” de que la familia del pequeño se uniera a sus misiones. “Hemos establecido una conexión emocional fuerte con la familia Kurdi. Ellos bautizaron el Alan Kurdi. Si conseguimos reunir todas las condiciones, nos alegraría tener a Abdulá y a Tima [la tía del menor] en el barco”, ha dicho.
Como el resto de organizaciones, Sea Eye también ha sufrido en el último año las consecuencias del bloqueo a las naves humanitarias en el Mediterráneo originado por el cierre de puertos italianos y malteses. En este sentido, Kurdi ha elogiado a Carola Rackete, la capitana de otra ONG alemana, Sea Watch, arrestada en Italia el pasado junio por desembarcar sin permiso a un grupo de rescatados. “Es una mujer fuerte, una heroína”, opina en la entrevista.
En 2015, la fotografía del diminuto cuerpo sin vida de su sobrino pequeño, Aylan, en una playa turca dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de la tragedia de las personas que arriesgan su vida para alcanzar suelo europeo en busca de refugio.
En su intento de alcanzar las costas griegas desde Turquía, fallecieron, además, su hermano y su madre. “No hay un solo día en el que no piense en Aylan, Ghalib y mi esposa Rehanna. Mi único propósito ahora es proteger a los niños”, sentencia Abdulá Kurdi.