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THE GUARDIAN

Crisis en la frontera entre Polonia y Bielorrusia: ¿qué está pasando y quién tiene la culpa?

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, visita a los soldados desplegados en la frontera con Bielorrusia.

Andrew Roth

Moscú —
10 de noviembre de 2021 23:03 h

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¿Qué está pasando en la frontera de Polonia?

Más de 1.000 personas, muchas de ellas huyendo del peligro en países de Oriente Medio, han llegado esta semana de golpe a la frontera entre Bielorrusia y Polonia, provocando una escalada en la crisis migratoria en esta frontera de la UE. Las autoridades bielorrusas fueron las que escoltaron a los migrantes hasta la frontera.

Ha habido enfrentamientos con la Policía polaca, equipada con material antidisturbios. Algunos de los migrantes intentaron entrar en Polonia cortando la valla fronteriza o golpeándola con troncos. La Policía lanzó gases lacrimógenos este martes al grupo para que retrocediera.

Los grupos de migrantes han instalado tiendas de campaña a pocos metros de la frontera polaca y han encendido hogueras. Entre ellos hay muchas mujeres y niños pequeños y las condiciones son extremadamente peligrosas, con temperaturas bajo cero durante la noche.

Por toda la región fronteriza ya había miles de personas dispersas en grupos mucho más reducidos intentando escapar de los guardias fronterizos de Polonia. En los últimos dos meses, al menos ocho personas han muerto en la zona.

Las autoridades polacas han asegurado que no permitirán a nadie cruzar la frontera. Muchos de los que intentan hacerlo quieren llegar hasta Alemania.

¿Por qué está ocurriendo y cuál ha sido la reacción de Polonia?

Polonia, la UE, la OTAN y otros países responsabilizan a Bielorrusia de haber desencadenado la crisis a propósito permitiendo el viaje a Minsk de las personas que quieren llegar a la UE desde Oriente Medio y África y trasladándolas hasta la frontera polaca.

Los líderes europeos dicen que el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, está vengándose por las sanciones y las críticas a la brutal represión que ejerce contra la oposición bielorrusa. Otros observadores argumentan que está buscando obtener concesiones de la UE y de otros países. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también ha culpado a Rusia de lo ocurrido: “Este ataque de Lukashenko tiene su cerebro en Moscú y el autor intelectual es Putin”.

Las autoridades polacas han respondido con dureza a la llegada de los migrantes, imponiendo el estado de emergencia para impedir que la ayuda humanitaria llegue a las personas atrapadas en la zona fronteriza. Una legislación recién aprobada permite que la Policía ignore las solicitudes de asilo y expulse rápidamente a los migrantes de vuelta a Bielorrusia. El Gobierno también ha aprobado la construcción de un nuevo muro en la frontera. Según el ejecutivo polaco, este año se han registrado casi 30.000 intentos de cruzar la frontera, 17.000 de ellos en octubre.

¿De dónde son los refugiados?

Muchos de los que durmieron en el campamento instalado en la frontera son kurdos iraquíes que el domingo por la noche salieron de Minsk para intentar cruzar a Polonia. Los vuelos desde el Kurdistán iraquí se han convertido en una de las vías principales para los traficantes de personas que trasladan a Bielorrusia a migrantes de varios países de Oriente Medio. Ciudadanos de Siria y Afganistán, así como de países africanos como Camerún y la República Democrática del Congo, también han elegido la “ruta bielorrusa” hacia Europa en lugar de las peligrosas travesías por mar desde Turquía y desde el norte de África.

¿Qué está haciendo la comunidad internacional?

Las ONG internacionales y polacas han pedido al Gobierno en Varsovia que les permita acceder a la región fronteriza para ayudar con suministros y asistencia médica y evitar así una crisis humanitaria. El estado de emergencia impuesto por el Gobierno impide que las organizaciones de ayuda y los periodistas accedan a algunas zonas.

Los países occidentales han aumentado la presión sobre Minsk. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha prometido aumentar la asistencia a Polonia, Lituania y Letonia para vigilar las fronteras. También dijo que la UE estudiaría “cómo sancionar, incluso con una lista negra, a compañías aéreas de terceros países que están participando en el tráfico de personas”.

¿Qué puede pasar ahora?

Polonia ha adoptado una respuesta de línea dura. Aunque la mayoría de los solicitantes de asilo procedentes de Oriente Medio tienen la intención de viajar a Alemania, es poco probable que los dirigentes polacos admitan su entrada al país. Y la UE parece estar haciendo equilibrios entre sus valores humanitarios y sus consideraciones políticas, incluida su difícil relación con Polonia.

Mientras tanto, las temperaturas en la boscosa tierra de nadie que hay entre Bielorrusia y Polonia siguen cayendo y volviéndose más peligrosas un día tras otro, con cientos de personas desesperadas llegando a Minsk cada semana. No parece que esta crisis vaya a terminar pronto.

Traducido por Francisco de Zárate

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