Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“Hay partidos que defienden su inspiración cristiana pero en inmigración van contra el Evangelio”

Un migrante rescatado por Salvamento Marítimo en el Estrecho de Gibraltar, momentos antes de dormir en la Parroquia de San Carlos Borromeo

Icíar Gutiérrez

Es habitual verlos entre quienes acuden a las protestas contra las políticas migratorias. Alzan la voz constantemente contra las trabas que enfrentan las personas en situación irregular en España. Presentan quejas ante las instituciones, abren las puertas de su centro, también de sus casas, cuando alguna se queda en la calle sin un lugar donde dormir. A los voluntarios del centro pastoral vallecano San Carlos Borromeo, en Madrid, las últimas críticas del Papa Francisco a la gestión migratoria en Europa les pillan en pleno final de la campaña de frío del Ayuntamiento, atentos por si tienen que recibir a migrantes que, tras llegar en patera y acabar en la capital, se encuentren con “el cielo por techo”.

“Estamos expectantes. A ver qué pasa con las personas que se quedan en la calle”, responde al teléfono Javier Baeza, párroco de San Carlos Borromeo. “Lo que intentamos como comunidad y asamblea es que nuestro leitmotiv sea el Evangelio: leerlo, escucharlo e interpretarlo a la luz de la realidad”, prosigue.

Por eso, para el activista, este fue precisamente uno de los dos “aldabonazos” que dejó el pontífice durante su entrevista en Salvados este domingo. “¿Qué le diría a los católicos españoles que rechazan la inmigración?”, le preguntó Jordi Évole. “Son católicos, que lean el Evangelio. Y que sean coherentes”, contestó el Papa.

“No tenemos más referencia que el Evangelio. Si los creyentes acudiéramos más a él, el mundo iría un poco mejor”, sostiene Baeza. “Como personaje público y líder mundial, tiene un discurso sobre inmigración absolutamente revolucionario. No porque sea novedoso, sino porque va a contracorriente respecto a nuestros líderes políticos. Es positivo por el momento de rechazo que vivimos”.

El otro aldabonazo, a su juicio, fueron las críticas a quienes siembran el miedo ante la llegada de migrantes a sus países. “Es una verdad importante que el miedo que cultivan desde Trump hasta Le Pen, desde Ciudadanos hasta el ministro del Interior es la antesala de las dictaduras”, subraya el sacerdote, quien destaca la reacción “de dolor” del Papa cuando Évole le mostró una de las concertinas instaladas en las vallas con Marruecos o su condena de las devoluciones en caliente durante su visita a Rabat este fin de semana.

El responsable de la parroquia que lleva defendiendo los derechos de los migrantes desde los ochenta también denuncia los mensajes lanzados y las medidas defendidas por algunas formaciones políticas españolas. “Son partidos que defienden su inspiración cristiana, pero también la articulación de políticas contra los valores del Evangelio que dejan a los migrantes arrinconados y abandonados”, recalca.

En sus estatutos, el PP establece que su ideología “se inspira en los valores del humanismo cristiano de tradición occidental”. Recientemente, Jaime Mayor Oreja, ministro de Interior con José María Aznar, ha alertado de lo que considera una “nueva moda dominante que trata de destruir todos los valores cristianos, base de nuestra civilización”.

“Tenemos que pedir a cualquier partido que defienda los derechos fundamentales, y a los que se dicen católicos, que sus políticas estén iluminadas por los valores del Evangelio, como dijo el Papa. No es delegable ni reemplazable”, añade Baeza.

“Es una llamada de atención”

No es la primera vez que el pontífice hace énfasis en la acogida y la protección de los migrantes y refugiados que llegan a Europa. “Está muy en la línea de lo que viene diciendo y repitiendo desde 2015, cuando la realidad del refugio se pone en el centro de todas las mesas”, apunta María del Carmen de la Fuente, directora de la Fundació Migra Studium y coordinadora del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), red impulsada por la Compañía de Jesús para defender los derechos de este colectivo.

De la Fuente se toma las palabras del Papa como una “llamada de atención” a todas las personas que se consideren creyentes, participen en política o no. “Es un mensaje directo a lo personal, a lo individual, a quien se identifique como católico, lo dijo muy claro y muy conciso, lee el Evangelio, porque el criterio que marca es que acojas y acompañes”, esgrime. “Les diría individualmente a los políticos que se consideren cristianos que miraran sus valores y los que no lo son, los que tengan. Que hagan sus políticas desde ahí, no desde los intereses, sino desde valores como la hospitalidad, que está presente en todas las religiones con mucha fuerza”.

La coordinadora de la red jesuita subraya una de las palabras más repetidas por el Papa en sus reflexiones sobre inmigración, la “injusticia”, la misma que, dice, les impulsa a trabajar en este campo. “No entiendo la insensibilidad. O no entiendo la injusticia de guerra, la injusticia de hambre, la injusticia de explotación, que hace que una persona migre buscando cosas mejores. Y la injusticia de quien le cierra la puerta”, dijo el pontífice.

“La injusticia acompaña a estas personas a lo largo de su trayecto. A veces tenemos la tentación de poner solo el foco en la valla o la frontera, pero todo no acaba ahí. Cuando consiguen llegar a país seguro y no se les da acogida también es una injusticia, es un foco de luz importante”, coincide De la Fuente. Con presencia en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y Melilla, la red trabaja en varias líneas como el apoyo jurídico y a la participación de personas migrantes, acogida, sensibilización o acompañamiento en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), cuyas condiciones denuncian en informes anuales.

El SJM no es la única entidad de inspiración cristiana que trabaja en apoyo a las personas migrantes en España. Lo hacen también otras organizaciones como Cáritas o la comunidad de Sant Egidio. Especialmente críticos con las políticas fronterizas o el trato que reciben las personas migrantes han sido algunos representantes católicos como el Arzobispo de Tánger, el español Santiago Agrelo.

“En el cristianismo a veces nos hemos olvidado de que todos somos migrantes y de que nuestra historia tiene que ver con el éxodo de un pueblo. Pero el cristianismo más de base, el que está mas en contacto con la realidad, la mira e intenta acompañarla, y cuando lo haces te encuentras con el rostro de los migrantes y es imposible olvidarlos. Las parroquias y comunidades que lo hacen, están en contacto, porque muchos rostros sufrientes son de personas migrantes. Desde la base es mas fácil no olvidarse de eso”, apunta la coordinadora del SJM.

“Jesús pone la centralidad de todo en el ser humano, en el hombre y la mujer, en la igualdad de género y la igualdad de clase. Pone a la persona en el centro de la existencia y lo hace desde el lugar de los últimos, los empobrecidos. Por eso hay que luchar y hacer lo imposible para que no haya crucificados en nuestro mundo”, sentencia Baeza antes de continuar con su tarea de acompañamiento, una vez más, de “muchas familias” acogidas en distintos rincones de Madrid por la parroquia madrileña.

Etiquetas
stats