Por primera vez en muchos meses, el número de refugiados atrapados en las islas griegas que sirven de puerta de entrada hacia Europa, ha superado los 10.000, lo que sobrepasa con creces las capacidades disponibles.
Atendiendo a estas cifras, las autoridades locales han solicitado ayuda inmediata al Gobierno griego. Según los datos publicados este miércoles por el Gobierno, en las siete islas -que acogen refugiados originarios principalmente de Siria, Irak y Afganistán, y procedentes de Turquía- había este miércoles 10.042 personas, en unos centros de acogida oficiales con capacidad máxima para 7.450.
Aunque las llegadas diarias son muy inferiores a las que se producían antes del acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía, desde el golpe fallido el pasado 15 de julio, han vuelto a aumentar y a diario arriban una media de 100 personas.
Con respecto al año pasado, las cifras de llegadas a las islas griegas han descendido de forma notable. En julio de 2015, 54.899 personas alcanzaron el país heleno a través del mar. En 2016, lo hicieron 1.855 migrantes.
El ministro de Migración griego, Yanis Muzalas, destacó en una entrevista a la emisora de radio Skai que el ritmo de las llegadas no puede ser considerado como incumplimiento del acuerdo por Turquía aunque admitió que el Gobierno está preocupado por la situación en el país vecino.
La presidenta de la región de Egeo del Norte, Cristiana Kaloyiru, en una entrevista también a Skai, atribuyó la superpoblación de los centros de detención en las islas al ritmo lento de tramitación de las demandas de asilo.
“Cada día se tramitan entre 60 y 70 demandas de asilo, mientras ya hubo más de 8.000 peticiones de protección internacional, con todas las consecuencias que eso puede tener”, aseveró Kaloyiru.
El ministro adjunto de Defensa y encargado de la coordinación gubernamental del tema de refugiados, Dimitris Vitsas, reconoció en una entrevista a la emisora de radio Sto Kokkino la necesidad de facilitar que aquellas personas, cuyas solicitudes hayan sido examinadas ya, puedan trasladarse a la parte continental del país y esperar allí el dictamen final.
Vitsas añadió que el Gobierno examina además, junto con la UE, las posibilidades de apoyar de las economías locales para contrarrestar el impacto de la caída del turismo.