El barco de la Marina estadounidense Trenton se ha alejado del área donde salvó el pasado martes a 41 personas y localizó 12 cadáveres de un naufragio frente a las costas de Libia. Desde entonces, esperaba, sin moverse, indicaciones de las autoridades italianas. Ahora se encuentra frente a Augusta, un municipio italiano situado al este de Sicilia, según ha dicho el portavoz del área del Mediterráneo de la Organización Internacional para las Migraciones, Flavio Di Giacomo, en un mensaje en Twitter.
Sin embargo, el buque militar solo lleva a bordo a los 41 supervivientes. El diario italiano La Reppublica ha informado este jueves de que el barco estadounidense “abandonó los doce cuerpos en el mar al no tener cámaras frigoríficas y ante la larga espera”. El buque había tratado de evitarlo pidiendo la intervención de la ONG alemana Sea Watch, pero las autoridades italianas no dieron respuesta. “Han esperado demasiado tiempo para una autorización y se han visto obligados a dejar 12 cadáveres en el mar”, ha apuntado Di Giacomo.
Di Giacomo ha urgido a Italia a que les dejen entrar en el puerto: “Los supervivientes necesitan asistencia inmediata”.
La nave de guerra estadounidense se alejó de la zona sin dar ninguna explicación de su rumbo o del destino de los rescatados, según ha confirmado a EFE Federica Mameli, portavoz de Sea Watch que había acercado su barco al lugar después de que el buque de EEUU solicitara su ayuda para el traslado de los rescatados.
La portavoz de Sea Watch señala que nunca tuvieron constancia de que la nave estadounidense hubiera recuperado los cuerpos, ya que solo avisaron del rescate de las 41 personas y de que había 12 cadáveres al haber volcado el bote neumático en el que viajaban. El periodista Tom Kington ha asegurado en Twitter que el Trentón niega haber recuperado los cuerpos sin vida. “Acabo de recibir una declaración que dice que creyeron haber visto 12 cadáveres, pero no los recogieron 'en una búsqueda posterior', añadiendo: 'No se trajo ningún fallecido a bordo de Trenton”, han dicho.
Contactadas por Efe, las Fuerzas Navales de EEUU han explicado que “llevaban a bordo a 40 náufragos y que la tripulación se estaba ocupando de darles de comer, agua y ofrecerles cuidados médicos”. No hubo respuesta sobre cuál será su destino. Previamente, la oficina de relaciones de la Marina de EEUU había señalado a La Reppublica que “no hay cadáveres a bordo del Trenton”. “Estamos coordinando con nuestros socios internacionales para decidir el destino de las personas a bordo”, sostuvo. “Los cuerpos de las 12 víctimas están ahora en el fondo del mar”, dice el diario italiano.
Mameli ha explicado que en la noche de este miércoles, sin dar alguna explicación, el barco estadounidense de las Fuerzas Navales de Estados Unidos para Europa y África con base en Nápoles se alejó del lugar donde llevaba detenido las últimas 48 horas. La ONG alemana Sea Watch se encontraba cerca del barco estadounidense después de que esta nave entrara en contacto con ella por radio para que ayudase tras el naufragio que se produjo a pocas millas de Libia el pasado martes.
Mameli señala que, entonces, contactaron al centro de coordinación de Rescates de Roma y les ofrecieron la disponibilidad de trasladar a los migrantes para llevarles a un puerto seguro, pero que nunca recibieron respuesta.
La organización ha denunciado estos días que el Sea Watch 3, nombre del barco holandés que llevó a cabo el rescate, se encontraba en la misma situación que el Aquarius, que está de camino al puerto de Valencia tras 48 horas de espera después de ser rechazado por Italia y Malta cuando llevaba más de 600 personas a bordo.
Este lunes, mientras el Aquarius aún esperaba instrucciones, esta organización alemana se encontraba navegando en aguas del Mediterráneo cuando también se convirtió en blanco de los ataques del ministro ultraderechista Matteo Salvini, que amenazó en las redes sociales a la ONG con que se negaría a acoger a los migrantes que rescatase. “Asociación alemana, barco holandés, Malta que no se mueve y Francia les rechaza. Y a Europa que no le importa nada. Italia ha dejado de inclinarse y obedecer. Esta vez dice 'no”, dijo el ministro.