La periodista marroquí Hanane Bakour encara un juicio que le puede costar entre uno y tres años de prisión y una multa de hasta 20.000 dírhams (alrededor de 1.800 euros) por el mero hecho de criticar en las redes sociales a la Agrupación Nacional de Independientes (RNI), el partido político del primer ministro Aziz Akhannouch.
La exredactora jefa del digital alyaoum24.com ejerce el periodismo desde hace diecisiete años. En estas dos décadas ha colaborado con varios medios de comunicación marroquíes, como Akhbat Al Youm, Al Massae y Al Jarida Al Oukhra.
El RNI la acusa de “publicar noticias falsas utilizando medios electrónicos que atentan contra la vida privada” por un post en su perfil de Facebook. Desde el 27 de julio de 2022, la periodista ha tenido que acudir regularmente ante la Justicia y este lunes, 22 de mayo, declarará ante el Tribunal de Primera Instancia de Salé. Ya se han producido varios aplazamientos de la declaración, debido a la ausencia de los representantes de la parte denunciante.
La persecución contra la periodista se remonta a septiembre de 2021. Tras ganar las elecciones locales el RNI en una región del sur, Hanane criticó en su muro de Facebook cómo este partido eligió a su candidata para remplazar al anterior mandatario del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), a pesar de que éste se debatía entre la vida y la muerte, gravemente herido de un disparo.
A partir de este comentario, el abogado del RNI denunció a la periodista por publicar la fotografía de los políticos sin consentimiento, y por difundir “falsedades” con el fin de difamar.
No obstante, Bakour recalca que detrás del “intento de silenciar una voz critica” está el propio primer ministro, Aziz Akhannouch. Según un documento que difundió en las redes sociales tras su última comparecencia, el 10 de abril, la periodista mantiene que “se confirmó con pruebas tangibles y contundentes que el jefe del Gobierno está detrás de la denuncia en mi contra porque su defensa presentó un documento defectuoso con la firma de Aziz Akhannouch, mediante el cual autoriza a otra persona a asistir a mis juicios”.
En todo caso, Bakour continúa activa en las redes sociales y continúa haciendo frente al multimillonario primer ministro, muy cercano al rey Mohamed VI. Así, después del último aplazamiento, envió desde su cuenta de Facebook un mensaje al primer ministro y secretario general del RNI: “Tienes un partido, poder y dinero que puedes usar para lo que quieras, excepto con la voz de una amante de la libertad. Una voz que está dispuesta a enfrentarse sola porque creo en mi derecho a la libertad, el derecho de mi país a la vida, y esta fe es más fuerte que cualquier arma”.
Además, la periodista incide en el descontento general por la inflación y los problemas a los que se enfrenta el Ejecutivo. “El jefe de Gobierno, que perdió la razón hace meses mientras se levantan las voces del pueblo en protesta contra los altos precios del combustible que vende una de sus empresas, seguido por el aumento de precios de la verdura y los alimentos que amenaza con hambre a los marroquíes, es el mismo jefe de Gobierno que tuvo tiempo para firmar una autorización para perseguir al periodismo por ejercer su derecho de expresión”.
Akhannouch es el propietario de la mayor cadena de gasolineras Afriquia en el país vecino, que ya sufrió un boicot de los ciudadanos en 2018, cuando era ministro de Agricultura y Pesca.
Amnistía condena el juicio
Amnistía Internacional (AI) ha condenado el juicio a Hanane Balour y ha pedido que “se desestimen inmediatamente los cargos falsos” contra ella y que se abandone la causa. Según esta organización algunos Estados, entre ellos Marruecos, utilizan las leyes sobre “fake news” para limitar la libertad de expresión y acosar a los periodistas.
“Es escandaloso, excesivo y absurdo que una periodista se enfrente a cargos penales por una publicación de Facebook en la que se criticaba al principal partido político de Marruecos. Hanane Bakour tiene derecho a expresar sus opiniones, aunque los políticos se opongan a ellas”, declaró la directora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Heba Morayef.
Asimismo, señaló que “Marruecos está mostrando cada vez más su intolerancia hacia las críticas al sistema político. Estos cargos falsos contra Hanane deben desestimarse de inmediato, y la causa contra ella debe retirarse”.
Por su parte, la Coalición de Mujeres Periodistas (CFWIJ) condenó las imputaciones presentadas contra Bakour y exigió que sea absuelta. “Pedimos al primer ministro Akhannouch y a su partido que retiren inmediatamente los cargos. El acoso judicial a la periodista debe terminar inmediatamente. Los periodistas deben ser libres de expresarse e informar sin temor a ser encarcelados”.
Deterioro de la libertad de expresión
El fotógrafo Jalal Hanafi, uno de los compañeros marroquíes que ha mostrado su solidaridad con Hanane en las redes, explica a elDiario.es que está “en contra de cualquier restricción impuesta a los periodistas y de cualquier restricción a su libertad profesional”. De igual manera, considera que hay periodistas marroquíes que “fueron detenidos injustamente”.
Actualmente, hay tres periodistas en las cárceles marroquíes, Toufik Bouachrine, Omar Radi y Souleiman Raissouni, acusados de delitos sexuales, a quienes se les niega derechos fundamentales.
El pasado 3 de mayo, día Internacional de la Libertad de Prensa, Amnistía Internacional denunció que las autoridades penitenciarias marroquíes están negando a cuatro periodistas y a dos académicos presos el derecho a leer y escribir en la cárcel. Los padres del periodista Omar Radi, víctima de espionaje con Pegasus, perseguido y encarcelado desde julio 2020, protestaron meses atrás porque el funcionario de prisiones no les permitió entregarle unos libros a su hijo.
“Hace tiempo que las autoridades marroquíes recluyen a los escritores y periodistas disidentes (…) Privar de bolígrafo y papel a los periodistas encarcelados es un castigo, además de un ataque innecesario y deliberado contra su libertad de expresión”, afirmó Rawya Rageh, directora adjunta interina de AI para Oriente Medio y el Norte de África.
Marruecos ha descendido nueve puestos en el listado de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras ocupa el 144 de 180 países. En Rabat, este informe se interpretó como una conspiración más. El portavoz del Gobierno, Mustapha Baitas, afirmó que “RSF es conocida por su hostilidad sistemática contra Marruecos. Se ha puesto al servicio de varias agendas”.
Desde el exterior, el Parlamento Europeo expresó su preocupación por el deterioro de la libertad de expresión en Marruecos en una resolución del mes de febrero.