Oumo ya está con su hijo. Las autoridades melillenses impidieron a la mujer reunirse con el pequeño durante los últimos siete meses, sin que pudiese verle ni hablar con él por teléfono, tras llegar en pateras diferentes a las costas españolas. Después de que un segundo examen de ADN haya resultado positivo, la costamarfileña ha podido, por fin, abrazar a su hijo en Melilla para volver a casa juntos.
La mujer llegó en patera a las costas andaluzas cuando su hijo de cuatro años había alcanzado Melilla junto a su tía un mes antes. Desde el centro de acogida donde vive en Jerez, la mujer costamarfileña intentaba hablar con el niño por teléfono pero las autoridades melillenses, responsables de su tutela, se lo impidían una y otra vez. Tras el apoyo legal y de difusión de las ONG Women's Link y la Merced Migraciones, las demandas de Oumo las autoridades españolas han procedido a realizar la reunificación de madre e hijo.
Desde la organización, que llevó el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, solicitó como medidas cautelares la unión de Oumo y su pequeño, asegura que seguirán adelante con la demanda por “la vulneración de los derechos fundamentales causados a la familia durante estos siete meses”.
Los documentos de la mujer demostraba la relación materno-filial, defendían las organizaciones, pero no fue suficiente. Después del rechazo de una prueba de identificación de ADN [que resultaba positiva] realizada por Oumo con la mediación de las ONG, la mujer se sometió a otro examen que, de nuevo, han demostrado la relación filial de ambos. “La Consejería de Bienestar Social de Melilla se puso en contacto con nosotros para anunciarnos los resultados y efectuar los trámites de la reuniuficiación. Se decidió que Oumo tenía que ir a buscar al menor a la ciudad autónoma”, explican desde Women`s Lik.
“Cuando llegué a España, hice todo lo que pude para hablar con mi hijo pero la gente de Melilla se negó a que hablase con él. Me he hecho las pruebas de ADN, he hecho todo lo posible, pero no entiendo nada”, explicaba Oumo en un testimonio recogido por Women's Link. “No es fácil que a una madre le quiten a su hijo. Llevo seis meses sin poder hablar con mi hijo. Esto me tiene muy mal”, afirmó cuando hizo pública su situación.
Ahora, regresarán juntos a Jerez, donde Oumo reside en un centro de acogida. “Ya está con él. Están muy emocionados, muy contentos”, celebran desde Women's Link. La mujer logró a finales de octubre mantener videoconferencias con su hijo. “Le permitieron las llamadas dos días antes de que el Gobierno de España tuviese que responder al Tribunal de Estrasburgo sobre el caso”, recuerda una portavoz de la ONG.