Tres meses después de que la coalición de grupos armados Seleka se hiciese con el poder en la República Centroafricana, Médicos Sin Fronteras alerta de la situación de emergencia humanitaria en la que está a punto de caer el país. La organización denuncia la “indiferencia” de la comunidad internacional comprobada gracias a su presencia en el terreno, donde MSF ha instalado distintas unidades móviles para hacer frente al desabastecimiento y destrozos sufridos en los hospitales tras el golpe de estado del pasado marzo. El informe 'República
Centroafricana: ¿abandonada a su suerte?' realiza un llamamiento ante la necesidad de una ayuda internacional que, según denuncian, es prácticamente inexistente.
Un niño con malnutrición en el hospital de Batangafo. / Fotografía: Tom Koene
Un niño con malnutrición en el hospital de Batangafo. / Fotografía: Tom Koene
Eric Konate, enfermera de Médicaos sin Fronteras trata a un niño enfermo que padece malaria en una clínica móvil situada en la aldea de Bolom, en la República Centroafricana. MSF ha puesto en marcha una respuesta de emergencia en el noroeste del país como apoyo a un hospital local y los centros de salud, después de que éstos fueron saqueados durante el golpe de estado. Muchas de las mujeres y los niños padecen malaria, la principal enfermedad sufrida por los niños en el país. / Fotografía: Tom Koene
Eric Konate, enfermera de Médicaos sin Fronteras trata a un niño enfermo que padece malaria en una clínica móvil situada en la aldea de Bolom, en la República Centroafricana. MSF ha puesto en marcha una respuesta de emergencia en el noroeste del país como apoyo a un hospital local y los centros de salud, después de que éstos fueron saqueados durante el golpe de estado. Muchas de las mujeres y los niños padecen malaria, la principal enfermedad sufrida por los niños en el país. / Fotografía: Tom Koene
Unpaciente en el hospital de Batangafo. / Fotografía: Tom Koene
Unpaciente en el hospital de Batangafo. / Fotografía: Tom Koene
Una larga fila de pacientes espera ser atendido en la unidad móvil de Médicos sin Fronteras./ Fotografía: Tom Koene
Una larga fila de pacientes espera ser atendido en la unidad móvil de Médicos sin Fronteras./ Fotografía: Tom Koene
El equipo de MSF pesa a un bebé para comprobar si padece desnutrición y registrar los casos existentes en la zona, en una clínica móvil cerca de Bossangoa, en la región noroeste de la República Centroafricana. / Fotografía: Tom Koene