El verano suele ser sinónimo de un aumento de las llegadas de migrantes que arriesgan su vida en el Estrecho. Salvamento Marítimo afronta la época de mayor flujo de pateras con recortes salariales de sus equipos aéreos –subcontratados por una empresa británica–, huelgas convocadas por sus trabajadores, las denuncias de tripulaciones insuficientes en las embarcaciones de rescate y la larga avería de los radares que facilitan la búsqueda de personas en peligro en el mar.
La empresa para la que trabaja el personal que opera los aviones y helicópteros de Salvamento Marítimo quiere recortar los sueldos a sus empleados, que anuncian protestas para las próximas semanas. La multinacional británica Babcock Mission Critical Servicies España SAU, la mayor concesionaria de servicios de emergencia aérea en España, pretende reducir el salario de sus trabajadores un 13%, según ha comunicado la empresa en una circular interna remitida a todos los empleados el pasado 2 de abril, a la que ha tenido acceso eldiario.es.
La compañía alega para esta bajada “la existencia de causas económicas, productivas y organizativas”, sin dar más detalles. Este medio ha intentado ponerse en contacto por diversas vías con la empresa británica para conocer su versión, sin éxito. En respuesta a eldiario.es, Salvamento Marítimo asegura que “mantiene el contacto” con Babcock para dar seguimiento a las negociaciones y defiende que los operativos de emergencias se desarrollarán en su totalidad al considerarse servicios mínimos.
La rebaja salarial ha sido la gota que ha colmado el vaso para quienes rastrean el mar ante un naufragio, una embarcación a la deriva o la amenaza de la contaminación, según apuntan los representantes de los trabajadores a eldiario.es. Cansados de las condiciones de trabajo, todos los sindicatos representados en la empresa han convocado huelga, un escenario único en la historia de la compañía británica, a la que Salvamento Marítimo contrata sus servicios aéreos.
Las protestas convocadas coinciden con la época del año en el que, debido al buen tiempo, suele incrementarse el número de personas que tratan de llegar a las costas españolas. Mientras el mar está en calma la probabilidad de que suene el aviso de una patera en peligro, recuerdan, es más alta.
Piden una mejora de las condiciones laborales
La reducción salarial podría llegar en algunos casos “hasta el 30%”, indica Esteban Sánchez del Campo, Secretario General del Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA). “Es una cifra del todo desmedida y no ajustada a la realidad, ya que se estima que los gerentes de la empresa se han podido subir el salario un 27%, mientras anuncian recortes de salarios a los trabajadores de un 30%”.
En total, han sido convocados tres paros: uno en el área de mantenimiento, Babcock Fleet, y dos en el área operativa de vuelo, Babcook MCS. Según las organizaciones, entre las dos “se ven involucrados la totalidad de los empleados y empleadas, es decir, cerca de 2.000 puestos de trabajo en todas las bases y centros del territorio español, siendo la principales en Alicante, Madrid y Sevilla”.
Los paros comenzarán de forma parcial a partir del día 17 de mayo de 2019, en el caso de los encargados de mantenimiento, y del 20 para pilotos, rescatadores e informáticos. A partir de la próxima semana, cada lunes, miércoles y viernes habrá un paro de dos horas, de 10 a 12 de la mañana. Si en junio no hay solución, se mantendrá la huelga los mismos días, pero los paros aumentarán a cuatro horas. “Continuarán endureciéndose durante todo el verano y hasta que se resuelva el conflicto”, explican desde SLTA. Además de la bajada salarial, la compañía abre la puerta a otros cambios que “podrían afectar también a la jornada y distribución del tiempo de trabajo, turnos, guardias, suplencias y cobertura de incidencias”.
Las organizaciones se han reunido con Babcock MCS mediante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), que obliga a la empresa a sentarse con estos colectivos. Entre ellos están el Sindicato Libre de Trabajadores Áreos (SLTA), FSC Sector Aéreo Estatal-Comisiones Obreras (CCOO), la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo- Unión General de Trabajadores ( FeSMC-UGT Sindicato Sectorial Aéreo) y la Federación de Transportes, Comunicación y Mar de la Confederación General de Trabajadores (FeTyC CGT).
Los trabajadores explican que el resultado de las reuniones ha sido un “desacuerdo constante” con la empresa. Entre la petición principal de los sindicatos está evitar esa rebaja de sueldo, pero también “la mejora de condiciones laborales que ponen en riesgo en muchas ocasiones la vida de los propios trabajadores”, señala Sánchez del Campo. De esta forma, según apuntan los representantes de los empleados, la falta de un acuerdo hasta el momento “pone en peligro la campaña de verano de prevención y lucha contra incendios forestales y la prestación de servicios esenciales para la comunidad como son los servicios de emergencias y protección civil”.
Las consecuencias también se dejarán notar en las labores de Salvamento Marítimo, aunque no de forma directa. Según indica el secretario general de LSTA y confirman fuentes de la institución dependiente de Fomento, los empleados de este sector tendrán que cumplir al 100% con los servicios mínimos de la empresa, tal y como recoge en el Real Decreto 508/2002, por el que se garantiza la prestación de servicios esenciales en la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima en situaciones de huelga. De acuerdo con este decreto, los buques, embarcaciones y unidades aéreas que prestan el servicio público de salvamento de la vida humana en el mar “deberán permanecer operativos en su totalidad”.
Sin embargo, la huelga de los trabajadores de mantenimiento de Babcock Fleet, que comienza a partir del 17 de mayo, y que también requiere el cumplimento de los servicios mínimos contratado por la empresa pública Sasemar, sí puede afectar al servicio de rescate porque coincide con la revisión de los ocho años del avión Sasemar 101, “que ya ha comenzado”, explica el secretario general de LSTA. “Al estar inoperativa no se considera un 'servicio esencial' y durante el tiempo de la huelga se podrán delegar la actividad de mantenimiento y mecánicas que requiera”, prosigue.
“La revisión suele durar unos dos meses, por lo que para mitad de junio estaría lista. Sin embargo, si la huelga se extiende, el avión no podrá realizar sus funciones de búsqueda en unas fechas donde nuestra labor es esencial para la localización de pateras. De este modo, Salvamento Marítimo se queda sin vigilancia aérea en el Mar de Alborán”, el área en la que opera el avión de rescate, sostiene Sánchez del Campo.
Preguntada por la convocatoria de huelga, la institución dependiente de Fomento informa a eldiario.es de que “no ha recibido solicitud de intermediación por parte de los colectivos sindicales, si bien mantiene un contacto constante con Babcock International España sobre este asunto”.
El secretario general del Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos, achaca “la mala gestión” como una las razones por las que la empresa Babcock MCS ha optado por reducir los salarios a su plantilla. “Los directivos de la empresa ya han dicho que no van a recortar sus sueldos. Sin embargo, durante el último año, si se demuestra que hay pérdidas en la empresa no es por culpa de los trabajadores, sino porque no han cumplido con los plazos en los concursos públicos, en otra no han presentado la convocatoria adecuada a las características que requerían en cuanto a la especialidad sanitaria, e incluso han perdido un contrato en Galicia por presentar un helicóptero sin aire acondicionado cuando está obligado a llevarlo”.
Sin embargo, según critica CGT, “no todo han sido pérdidas”. En julio de 2018, explica, Babcock consiguió un contrato con Sasemar por valor de 180 millones de euros por un tiempo de cuatro años que se traduce en un incremento del 20 millones de euros más que con el anterior contrato y el 25% de su facturación total.
El avión Sasemar 101, todavía sin radar
Esta bajada salarial afecta directamente a los trabajadores de los helicópteros de Salvamento Marítimo que trabajan en la Frontera Sur, el Helimer 207, y al avión Sasemar 101. Este último es el mismo que desde hace más de un año realiza las búsquedas pateras sin radar, una herramienta fundamental para salvar vidas en peligro, según confirmó Salvamento Marítimo en una respuesta parlamentaria a la que tuvo acceso eldiario.es.
“De momento no se ha hecho nada y queda mucho por hacer. Seguimos buscando pateras sin radar y lo seguimos haciendo por la ventanilla, volviéndonos a casa muchas veces con la incertidumbre de dónde pasará la noche esa embarcación a la deriva y normalmente tan cargada de gente que en cualquier momento podría naufragar”, avisa Esteban Sánchez del Campo.
Salvamento Marítimo, en respuesta a eldiario.es, confirmó el 29 de marzo que “los dos radares que se encuentran en EEUU ya están reparados”, pero de momento trabajadores de Sasemar 101 recalcan que continúan sin “ese radar de búsqueda indispensable para salvar vidas”. Según la entidad de Fomento, las labores de búsqueda se pueden hacer mediante un sistema de infrarrojos, algo que rechazan los profesionales: “No se puede sustituir una herramienta por otra. El radar es vital, la cámara de infrarrojos no sirve para la búsqueda y la localización”.
La primera salida del avión para labores de rescate de una patera 101 fue el 16 de abril. Durante esta búsqueda, todo fue bien y la embarcación con 49 personas migrantes que se jugaban la vida a falta de vías seguras, fue localizada. “Todo es cuestión de suerte. Hay veces que somos capaces de localizarlas y otras que no, todo depende de la suerte, pero hay días que no tenemos esa suerte y nos tenemos que ir a casa sin encontrarla porque no hay ni hay radar, ni personal que pueda suplir los cambios”, añaden desde el sindicato.
Denuncian falta de personal
El anuncio de la rebaja salarial se une la retirada de las tripulaciones de refuerzo con las que el Gobierno dotó el pasado verano a las embarcaciones que desempeñan tareas de rescate en las zonas del estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán. Los representantes de los trabajadores de la entidad pública estuvieron meses reclamando estos refuerzos hasta que finalmente los lograron. En julio, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, anunciaba la puesta en marcha de una “tercera tripulación” para evitar “la sobrecarga” de los equipos.
“Se mantenía a cuatro tripulantes en las salvamares. La gente estaba reventada de trabajar”, apunta Cristian Castaño, responsable de Comisiones Obreras en Sasemar. Sin embargo, estas tripulaciones comenzaron a reducirse desde el comienzo de 2019, según explica el miembro de CCOO, que junto a CGT ya ha mostrado su rechazo a la decisión. Según apunta esta última organización, la dirección de Sasemar justifica la retirada de medios humanos “argumentando que el número de personas migrantes ha descendido durante los últimos meses”.
En lo va de año, han llegado a España por vía marítima 6.623 migrantes, un 55% más con respecto al 2018, según datos del Ministerio del Interior. Sin embargo, la mayoría de entradas clandestinas se produjo durante el mes de enero, cuando 4.612 migrantes alcanzaron las costas españolas en precarias embarcaciones, informa Acnur. A partir de entonces, el flujo migratorio ha descendido de forma notable, con menos ingresos que los registrados el año anterior. En febrero, marzo y abril, las llegadas no superaron las mil personas al mes. No obstante, en los primeros días de mayo se ha empezado a vislumbrar un aumento de las entradas a España por vía marítima.
Los representantes de los trabajadores temen volver a verse “desbordados” por la falta de medios. “La inmigración no es un tema puntual, es algo estructural, y por tanto las unidades de salvamento tienen que contar con todos los medios humanos necesarios, para que cuenten con plenas garantías tanto para los trabajadores como para quienes requieren este servicio. No podemos estar esperando a vernos con el agua al cuello”, insiste Castaño. “Esta decisión no tiene sentido en la época del año en la que nos encontramos cuando en breve, y como ya ocurriera el año pasado, comenzarán a llegar más personas a nuestras costas a través del Mediterráneo”, recalca por su parte CGT.
Para la organización anarcosindicalista este recorte de plantilla se trata de “una estrategia política con la que el Gobierno trata de reducir la inmigración”. El colectivo apunta que “las órdenes de rescate provienen ahora del mando único [de la Guardia Civil]”, lo que conlleva, dicen, que “sean rescatados por la Guardia Costera de Marruecos y no por Salvamento Marítimo, como debe ser”.
En esta línea, la organización insiste en que “la gendarmería marroquí tiene pocos recursos”. Según ha confirmado Salvamento Marítimo a este medio, el Gobierno está trabajando en un proyecto con fondos europeos para “incrementar la capacidad de búsqueda y rescate de Marruecos” que incluye la dotación de embarcaciones y formación al país vecino. Asimismo, estas mismas fuentes apuntan que las autoridades marítimas españolas y marroquíes mantienen “reuniones operativas periódicas con el objeto de mejorar el intercambio de información en las operaciones de salvamento” entre ambos países y “conseguir fluidez en las relaciones entre los Centros de Salvamento que coordinan las emergencias”.
Sin embargo, la cesión de las labores de rescate al país vecino ha sido cuestionada por varias organizaciones sociales debido al trato de Marruecos hacia los extranjeros que se encuentran en su territorio. Según un informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el 48% de las personas que migraron a través de Marruecos denunciaron haber sufrido abusos en el país, especialmente en las zonas cercanas a Ceuta y Melilla, incluida la violencia física o traslados por la fuerza a zonas del sur. Un 52% de los migrantes señalaron a las fuerzas de seguridad marroquíes, por delante de delincuentes y traficantes de personas.
Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año se han registrado 158 muertes o desapariciones de migrantes en el mar de Alborán, tan solo desde el norte de Marruecos al sur de España, de las más de 7.000 que se han jugado la vida en patera. Organizaciones especializadas insisten en la puesta en marcha de vías seguras para llegar a Europa y evitar que estas personas arriesguen su vida en el mar.