Migrantes, rentas bajas y pocos estudios: las correlaciones de la expansión de las casas de apuestas
Una alta presencia de migrantes, rentas bajas o poco nivel de estudios. Son algunas de las correlaciones más altas respecto a la expansión de las casas de apuestas en los últimos años, recogidas en el informe Locales de apuestas y juego en el municipio de Madrid, elaborado por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). Aunque el estudio está centrado en la capital, también se han analizado con menor profundidad algunas otras grandes ciudades, donde las tendencias apuntan en la misma dirección.
Los resultados de este análisis han sido presentados esta mañana en el centro de Madrid por el sociólogo Vicente Pérez Quintana, encargado de dirigir el informe. Una de las correlaciones más altas es la “preferencia por los ejes comerciales distritales y ámbitos de gran afluencia de público, bien comunicados”. Por ejemplo, en todos los intercambiadores de autobuses de Madrid hay uno a escasos metros. Pero donde también se concentran los locales es alrededor de los centros de enseñanza.
“Al menos 61 locales están dentro del radio de 100 metros de medio centenar de colegios”, ha señalado el sociólogo, que ha incidido en que “lo preocupante son los centros de secundaria”: “Casi la mitad de locales de juego están en el radio de 500 metros de un centro de secundaria. Hay centros con veinte locales en la redonda”. Esto contrasta con el decreto aprobado por la Comunidad de Madrid el pasado mayo, criticado por “insuficiente” por los colectivos sociales y de afectados. En él se establecía una distancia mínima de 100 metros entre estos negocios y centros de enseñanza, pero con una moratoria de diez años para adaptarse a la regulación. “Si la distancia mínima fuera de 500 metros, apenas resistirían abiertos una docena”, apuntan.
“El 75% de locales pertenecen a dos empresas: Sportium y Codere. Hay un dupolio claro que paradójicamente no ha despertado el celo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia”, ha advertido también Pérez Quintana, que ha recordado que la primera empresa es propiedad del fondo Blackstone. Así, ha señalado la “alta concentración de los locales en determinadas zonas”, donde identifica seis ámbitos. En primer lugar, los distritos de Latina y Carabanchel (en especial barrios como Vistalegre, Aluche o San Isidro). Después estaría la zona de Moscardó y Almendrales, más al sur. En tercer puesto, los barrios San Diego y Numancia, los más próximos a Puente de Vallecas. La Puerta del Sol y sus alrededores serían el siguiente punto de concentración, mientras que los dos últimos serían Tetuán -con Bravo Murillo, la avenida con más locales de juego de España, en su callejero- y Quintana, “con una gran concentración en el sur del barrio”.
Exceptuando la concentración en el centro, el informe destaca que los locales de apuestas “se hallan dentro de la margen occidental de la almendra central, en los barrios del sur próximos a la M-30”. Algo que contrasta con que “en posiciones periféricas haya pocos locales” algo que se debería, siguiendo las aportaciones de esta investigación, a que son barrios de tamaño medio y grande “con ratios de densidad poblacional elevados”. “Los establecimientos buscan la proximidad de un tejido urbano muy consolidado, con actividad, saturado”, esclarece el texto.
El 70% de los locales está en el 30% de los barrios
Además, se da la circunstancia de que “los barrios con dotaciones amplias de establecimientos son minoría: el 70% de los locales están en el 30% de los barrios”. Y estos “coinciden con las características sociodemográficas de los barrios”, ha incidido Pérez Quintana durante la presentación, donde ha destacado la correlación con rentas bajas en estas zonas. “De ahí, la fortísima presencia en los barrios del sur, con excepciones, como Quintana y Bellasvistas”, ha detallado el sociólogo, resaltando que “son barrios en los que el peso de los mayores de 25 años sin estudios o con estudios acabados de bajo nivel es elevado”, tendencia que se repite en las cuestiones relativas a las tasas de paro. También han advertido una “significativa asociación entre el peso de la población inmigrante y la distribución espacial de las casas de juego”.
Las empresas, concluye el informe, “buscan zonas en las que la localización sea más barata y, al tiempo, zonas en las que la población residente tiene un nivel adquisitivo inferior a la media y un estatus social menos privilegiado, si bien por encima de los barrios más vulnerables”. Respecto a otras grandes ciudades españolas (Barceloma, Valencia, Málaga, Sevilla, Bilbao y Zaragoza), el estudio incide en que también hay un “predominio de ubicaciones centrales, no periféricas, vinculadas a zonas comerciales”.
Las investigaciones se han llevado a cabo gracias a las aportaciones de los distintos colectivos vecinales madrileños. Estos han hecho el trabajo de campo, que ha consistido en recorrer las calles de la ciudad para realizar un mapeo actualizado. Así, descubrieron que de los 378 locales que aparecían en el registro del Ayuntamiento, 52 ya no tenían actividad relacionada con el juego (algunos, estaban incluso cerrados). No obstante, descubrieron 74 establecimientos que sí funcionan como tales. El resultado da 400 locales en Madrid pero, aclaran, “probablemente haya alguno más que se nos haya podido escapar”.
Alfredo Almendros, de la consultora Dadasign, ha sido el encargado de hacer el mapa de casas de apuestas en toda España. Solo entre las tres principales empresas -Sportium, Codere y, en menor medida, Luckia- suman 4000 registros. “Visualizar los datos es una forma de contar los conflictos”, ha explicado en la presentación. De cualquier modo, también ha destacado que “esto solo ha comenzado” ya que todos los datos del estudio se han publicado de forma abierta en la página www.stopcasasdeapuestas.com. “Se trata de que sigamos avanzando en esta tarea. Mientras las instituciones no lo hacen, vecinos y vecinas somos capaces de elaborarlo”, ha zanjado.
También han acudido algunos representantes de colectivos de cada barrio. Es el caso de María José García, de la Asociación de Vecinos de Puente de Vallecas, que ha explicado que “ha habido un cambio en el paisaje de una zona que se ha producido muy rápido”. “Casi sin darnos cuenta ya hay 12 locales de apuestas”, ha relatado para apuntar que “llegó la alarma de los vecinos: que el hijo de la vecina estaba ahí y no en clase, el vecino en paro baja todas las noches…”.
“Tenemos clarísimo que este es un tema de salud pública”, ha continuado, señalando que “en algunas casas ya se ven pequeños hurtos o trapicheos de vender y comprar”. Para esta vecina, la “única solución” pasa por una ley integral que aborde la cuestión del juego. “No puede ser que futbolistas, artistas o presentadores salgan en la televisión o Internet anunciando estos locales. Nos estamos cargando a nuestros jóvenes”, ha lamentado a la par que indicaba que “no hay otras alternativas de ocio en San Diego: no hay cine, no hay una casa de juventud… Pueden ir a locales de apuestas o hacer botellón, y les sale mejor hacer lo primero”. Además, “en San Diego hay tres institutos que en menos de 500 metros tienen 18 locales de apuestas”.
Las propuestas para regulación del juego
Por su parte, el presidente de la FRAVM, Enrique Villalobos, ha sido el encargado de explicar las propuestas del colectivo para la regulación de las apuestas tanto en la Comunidad de Madrid como los ayuntamientos de la región. Por ejemplo, la creación de Zonas de Especial Protección de Población Vulnerable para “reducir al máximo” los locales en ellas, a imitación de las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE). También piden un incremento de las inspecciones de locales de juego, a fin de vigilar si se cumple la prohibición de entrada de menores y ludópatas inscritos en el Registro General de Intedicciones de Acceso al Juego.
Otras medidas que exigen desde este colectivo son la exclusión de los locales de apuestas de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR) o la prohibición de las “dobles licencias” (juego y restauración) y de la publicidad en el transporte público.