Los dueños de Pipas Facundo pleitean con Hacienda por una inspección tras su amnistía fiscal
La familia Villagrá Blanco, propietaria de los aperitivos Pipas Facundo y acogida en 2012 a la amnistía fiscal de Cristóbal Montoro, ha recurrido el resultado de una inspección de Hacienda a la sociedad holding que controla distintas compañías del grupo familiar que encabeza el septuagenario Vicente Villagrá, presidente de la Cámara de Comercio de Palencia desde hace dos décadas.
La inspección afecta a Vidaro Inversiones, SL, sociedad dominante de varias empresas de la familia, y comprende los ejercicios 2013 y 2014, posteriores a la amnistía en la que los Villagrá Blanco legalizaron un patrimonio opaco de 11,2 millones que ocultaban en Suiza, tal y como reveló la investigación de Los Papeles de La Castellana.
En sus cuentas individuales del ejercicio 2016, recientemente depositadas en el Registro Mercantil, Vidaro Inversiones SL explica que “tiene recurrido el resultado del procedimiento inspector del Impuesto sobre Sociedades del Grupo fiscal de los ejercicios 2013 y 2014 que se incoó tras haberse iniciado un procedimiento de actuación de comprobación e investigación” de carácter “parcial”.
El procedimiento estaba limitado a “la correcta tributación de la deducción por doble imposición interna de dichos ejercicios” y se cerró en 2016, meses antes de que, este mismo año, la sicav de la familia, Rodavi Capital, haya reducido a cero su exposición a bonos del Tesoro español, su principal inversión a cierre de 2016 al suponer el 7,21% de su cartera.
Vidaro Inversiones, que no aporta cifras sobre el resultado de la inspección y la liquidación a abonar, recibió hace unos meses una providencia de apremio de la delegación de la Agencia Tributaria en Madrid para saldar el pago de deudas vencidas y no satisfechas en el periodo voluntario de pago, según recogía una notificación publicada en el BOE el pasado 19 de abril.
50 millones en dividendos
Vidaro ya señalaba en sus últimas cuentas consolidadas (del ejercicio 2015) que Hacienda había “iniciado un procedimiento de actuación de comprobación e investigación” sobre el Impuesto de Sociedades para los citados ejercicios. Entonces, explicaba que se había aplicado deducciones por doble imposición interna (que permiten a un obligado tributario no pagar impuestos dos veces por un mismo hecho imponible) generadas, fundamentalmente, por el cobro de cerca de 50 millones de euros en dividendos de distintas sociedades del grupo.
Vidaro se desgravó esos dividendos al entender que habían “sido repartidos contra reservas de la Sociedad distribuidora” correspondientes “a beneficios no distribuidos y que ya tributaron al tipo correspondiente del impuesto de Sociedades”. Esos beneficios, añadía, “ya existían” cuando Vidaro Inversiones adquirió esas sociedades; además, se aplicaron deducciones al IRPF “pagado por las personas físicas que vendieron su participación en la Sociedad distribuidora del dividendo”, tras una reestructuración accionarial entre varios descendientes de los fundadores de Pipas Facundo.
Vidaro Inversiones es una sociedad holding constituida en 2010 con la finalidad de administrar participaciones en distintas sociedades de la familia. Domiciliada en Madrid, desde el 19 de diciembre de 2011 es la dominante del grupo de empresas familiar. A cierre de 2016 tenía activos de 34,17 millones. Su presidenta es Rosa María Blanco, una de las dos hijas de los fundadores de Pipas Facundo y principal beneficiaria de la amnistía fiscal, en la que legalizó 10.961.961,14 euros que ocultaba en Suiza en cuentas de UBS y por los que pagó a Hacienda 333.890,94 euros, un 3% de lo aflorado.
En el consejo de Vidaro se sientan, entre otros miembros, el marido de Rosa Blanco y primer ejecutivo de Facundo Blanco SA, Vicente Villagrá, con el que este diario ha intentado contactar sin éxito. De 75 años, a finales del año pasado Villagrá se mostró partidario de no dar “ni un sólo paso atrás” a la reforma laboral de Mariano Rajoy, en una de sus escasas apariciones públicas como representante de los empresarios palentinos tras trascender su amnistía. En ella legalizó más de 262.000 euros pagando otro 3%.
Actualmente, Vidaro Inversiones controla el 100% de Facundo Blanco SAU, productora de las Pipas Facundo y el resto de aperitivos de la enseña, como los Chaskis; así como Industrial y Comercial Facundo SLU (dedicada al arrendamiento de inmuebles); Los Girasoles SAU (distribución al por mayor de productos alimenticios) y PDV Gesfasa Desarrollo SLU (gestión, desarrollo, adecuación y promoción de mercados).